El pronostico que en vísperas del referéndum británico hizo este
cronista (ver republica.com “El terror de Europa a un triunfo del
Brexit”) se ha cumplido hasta el punto que el tsunami que ha provocado
el triunfo de la salida del Reino Unido de la UE, dura todavía casi dos
semanas después de una decisión que ha tenido repercusiones en toda
Europa y que puede terminar con los principales dirigentes políticos
británicos, tras la dimisión de David Cameron, el insensato primer
ministro que convocó el referéndum para hacer frente, sobre todo, a
todos esos euroescépticos del UKIP que en las elecciones europeas de
2014 consiguió, por primera vez, ser el partido más votado, por delante
de conservadores y laboristas.
Tras la dimisión de Cameron el mismo día del triunfo del “No” y la
lucha por el poder que se desencadenó en el partido conservador que le
costó la dimisión al principal impulsor del Brexit, el alcalde de
Londres él popular Boris Johnson, traicionado por su hombre de
confianza, el exministro de Justicia Michael Gove, está por decidir el
futuro del líder laboristas Jeremy Corbyn, que ha perdido una cuestión
de confianza dentro de su partido, y, este mismo lunes ha dimitido el
principal impulsor del referéndum y del Brexit, el eurodiputado y líder
del xenófobo y populista Partido Para la Independencia del Reino Unido
(UKIP) Nigel Farage. Todo un descabezamiento, mientras en Europa crece
el “efecto contagio” un efecto que puede extenderse a otros o países,
que cada vez son más escépticos por la política de Bruselas.
Además del efecto que los resultados del Brexit han producido en las
elecciones del pasado 26 de junio, efecto que ha beneficiado al Partido
Popular, en dónde se han refugiado todos los que temían consecuencias
para la situación económica europea. En este sentido, el hundimiento de
las bolsas y su repercusión en los pequeños accionistas e inversores,
que vieron como se volatizaban sus ahorros fue decisivo. Son muchos los
analistas que sostienen que el resultado sorpresa de las elecciones del
26-J, celebrada solo tres días después del referéndum británico, fue la
primera manifestación de su impacto sobre otro estado europeo.
Pero el impacto puede ser mucho mayor para Cataluña según destaca
este lunes la prensa francesa e inglesa, por la forma en que los Jefes
de Estados han tratado a Escocia, que celebró recientemente un
referéndum de independencia, que ha votado la permanencia en la UE y que
quiere negociar por su cuenta con Bruselas. “Escocia no tiene
competencia alguna para negociar con la UE. Si el Reino Unido se va,
Escocia también”, declaraba la semana pasada el presidente del Gobierno
español.
Aunque otros países, especialmente Francia, hayan indicado que
los tratados no prevén negociar con entidad alguna distinta a los
Estados, ninguno ha demostrado la severidad del presidente español. En
el Gobierno, estiman que Rajoy se ha limitado a recordar las normas.
Pero la simple declaración de Jean-Claude Juncker, presidente de la
Comisión, en base a la cual “Escocia se ha ganado el derecho a ser
escuchada”, ya suscita quejas. “En Cataluña, por el contrario, están
encantados“, dice el periódico francés “Le Fígaro” -que recuerda que
desde 2011 y la conversión al independentismo de los líderes de la
región, el Gobierno de la Comunidad Autónoma no ha conseguido
entrevistarse con ninguno de los líderes de las instituciones
comunitarias.
Más allá del diálogo, ya en mayo pasado, con ocasión de una entrevista con Le Figaro,
el Presidente, Carles Puigdemont, establecía un paralelismo: “Si gana
el Brexit, Europa se adaptará. Si el Brexit gana en el Reino Unido, pero
no en Escocia, veremos qué pasa y cuál es el mensaje a esta parte de un
Estado que desea emanciparse”.
“Si en Cataluña hay una clara mayoría a
favor de la independencia, Bruselas encontrará una solución para que
sigamos siendo miembros. Si en Cataluña hay una clara mayoría a favor de
la independencia, Bruselas encontrará una solución para que sigamos
siendo miembros”.
Por su parte “Financial Times” señala que la votación británica a
favor de abandonar la UE ha generado ansiedad en toda Europa. En
Cataluña, sin embargo, el referéndum del Brexit ha sido acogido con
prudente optimismo.” Verán -de hecho ya lo están haciendo- cómo cambia
radicalmente el discurso de la UE con respecto a Escocia”, dice el
presidente catalán “Lo mismo, sostuvo, sucederá con el futuro estado
independiente de Cataluña”. Para el movimiento catalán de independencia,
la votación del Brexit es igualmente importante porque confirma una
tendencia en ascenso en Europa hacia la democracia directa y el uso de
plebiscitos.
(*) Periodista
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