MURCIA.- La reactivación del 'caso Novo Carthago' empieza ya a dar sus frutos.
Tras casi un año de parón -por diversos motivos-, la titular del Juzgado
de Instrucción nº 2 de Murcia, Miriam Marín, ha comenzado ya a
despachar los recursos que tenía sobre su mesa y empieza a tomar
decisiones que pueden dar mucho que hablar, según se sugiere hoy en La Verdad.
En una resolución notificada
ayer a las partes, la instructora avala el auto que el magistrado
Manuel Abadía dictó el 26 de febrero del pasado año en el que ya
señalaba directamente a Valcárcel como «el integrante de la trama» que
habría impulsado la recalificación ilegal de los terrenos, situados a
orillas del Mar Menor, en los que la promotora Hansa Urbana pretendía
levantar la macrourbanización Novo Carthago.
Ese auto fue uno de los últimos movimientos que el magistrado Abadía
realizó en el caso antes de que la dimisión del consejero Antonio Cerdá
lo obligara a desprenderse del asunto. En él, el juez sostenía que en la
causa afloraban «múltiples e inequívocos indicios» que apuntan a
Valcárcel como integrante de la trama y lo consideraba, incluso, «uno de
los jefes de la trama que permitieron la recalificación ilegal» del
terreno. Además, aseguraba que este había utilizado como testaferros a
su hija mayor, Rosario Valcárcel; al esposo de esta, Fulgencio Perán; y a
su cuñado, Juan Francisco Cruz. Es más, el juez les dejó ya imputados
-ahora investigados- junto a dos socios del último, Juan Sánchez
Carrillo y José Alberto Meroño.
La juez instructora, en respuesta a un recurso presentado por el
empresario Rafael Galea, presidente de Hansa Urbana, avala el auto
dictado por Abadía y asegura que ese escrito fue firmado días antes de
la dimisión de Cerdá y, por lo tanto, «se han respetado las
prescripciones legales» y el escrito «no adolece de falta de
competencia».
Además, a tenor de lo planteado por Galea en su recurso, la juez
reconoce que ni el TSJ ni un juzgado de instrucción tienen competencia
para tomar declaración como imputado a Valcárcel, dado su papel de
europarlamentario. Lo procedente en este caso, subraya, sería trasladar
una exposición razonada al Tribunal Supremo (TS). La juez abre la
puerta, sin embargo, a que, dados los indicios que Abadía plasmó en ese
papel, se permita al expresidente regional que se persone en las
diligencias y que acuda voluntariamente a prestar declaración sobre los
hechos.
El auto de la juez del 'caso Novo Carthago' también descarta la
prescripción de los hechos alegada por Galea. La magistrada señala que,
en este caso, «todavía no hay datos claro e indubitados» que permitan
resolver sobre este asunto, pero remarca que el 'dies a quo' del caso
podría fijarse en el año 2007, en aras a los ingresos «anómalos» que se
registraron en las cuentas bancarias de la hija y el yerno de Valcárcel.
El juez Abadía se refirió en su auto a esas imposiciones, de más de
123.000 euros, que ambos habían recibido presuntamente con motivo de su
boda.
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