BARCELONA.- El catedrático de
Economía y Ciencias Políticas Vicenç Navarro, que acaba de publicar su
ensayo "Ataque a la democracia y al bienestar", ha asegurado hoy que "es
obvio que esta Europa debe cambiar" y ha apuntado que "un cambio
significativo" en España puede ayudar a esa transformación.
"España no es Grecia", asegura Navarro, para quien "lo que ha pasado
en Grecia es un error de planteamiento por parte del gobierno de
Tsiriza, que creyó que tenía suficiente poder para enfrentarse a
Europa".
El autor rechaza el argumento utilizado habitualmente por los
dirigentes políticos españoles y catalanes de que "Bruselas pide
recortes en los salarios y el estado del bienestar" y esa argumentación
le lleva a pensar en que "es necesaria una reformulación de la actual
Europa".
Confiesa en "Ataque a la democracia y al bienestar" (Anagrama) que es
"muy crítico con el pensamiento económico dominante, que defiende que
el origen de la crisis está en una serie de excesos -en salarios y
bienestar social- que ya no se puede sostener, pero mi lectura -ha
dicho- es que la crisis se había generado mucho antes de 2007, por el
crecimiento de las desigualdades".
Esa creciente desigualdad se explica, señala Navarro, porque "desde
los años 80 las rentas del trabajo han bajado, a pesar de que el número
de trabajadores ha aumentado, y en paralelo las rentas del capital se
han incrementado, un dato importante porque si esas rentas del trabajo
van bajando, el consumo también baja e incide en el crecimiento
económico".
Aboga Navarro por "políticas expansivas" para combatir la crisis,
como el New Deal de Roosevelt tras la Gran Depresión de 1929 o el Plan
Marshall después de la II Guerra Mundial. "Sin embargo, ahora se está
haciendo lo contrario y por eso la crisis se está prolongando en el
tiempo, pues aún no se puede hablar de recuperación".
La ideología dominante en Europa, añade, tiene sus raíces en los años
80 y los gobiernos de Reagan y Thatcher y en la socialdemocracia que a
través de la tercera vía viró al socioliberalismo.
En su análisis de la situación en Europa, Navarro cree que el error
de partida se produjo en la construcción del euro, que se hizo para
situar a Alemania en el centro de Europa, pero Alemania puso una serie
de condiciones como "controlar el Banco Central Europeo, que no es un
banco central, como lo sería el Banco de Inglaterra, de Japón o la
Reserva Federal de EEUU, que tiene como función imprimir dinero para
comprar bonos del Estado".
"Pero en Europa, el BCE imprime dinero y se lo deja a interés muy
bajo a los bancos privados, los cuales lo prestan a los Estados".
Navarro dedica un capítulo de su libro a España, país en el que
"siempre hay alternativas": "Cuando Zapatero congela las pensiones para
conseguir 1.500 millones, podía haber revertido la bajada de impuestos
de la propiedad y conseguir más de 2.000 millones; y cuando Rajoy
recortó 6.000 millones de la sanidad pública, podía haber revertido la
bajada de impuestos de sociedades, y conseguir 5.600 millones".
Con la llegada de la democracia española el gasto social aumentó,
acercándose a la media europea, pero "el punto clave fue la asunción del
euro", dice Navarro. "Por el Tratado de Maastricht se tenía que bajar
el déficit público del 6 al 3 % del PIB, pero aquí se hizo recortando el
gasto público".
Destinar gasto público a los servicios sociales es además de un
derecho un factor de creación de empleo: "En Suecia, uno de cada cuatro
trabajadores trabaja en servicios sociales, educación y sanidad pública,
mientras que en España es uno de cada diez".
En base a estos datos, Navarro comenta que "la burbuja inmobiliaria
empobreció España porque absorbió una serie de recursos que debían
haberse destinado a actividades productivas".
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