LORCA.- La secretaria de Estado de Turismo, Isabel Borrego, ha
destacado hoy el "buen comportamiento" del Parador Nacional de Turismo
Castillo de Lorca durante su primer año de apertura al público, en
términos de ocupación para pernoctaciones y del funcionamiento de sus
servicios de restauración.
Durante una visita a
Lorca, Borrego se ha referido a que "es importante que el Parador no
solo sirva para hospedarse y dormir en él sino también que sea una
infraestructura que utilicen los murcianos para sus acontecimientos
sociales".
Al respecto ha destacado, sin ofrecer
cifras concretas, que el primer año de funcionamiento del
establecimiento presenta buenos datos "en ocupación y en cubiertos
servidos" y ha destacado que la dirección "se está esforzando
muchísimo en dar a conocer el parador en Murcia y nosotros lo estamos
dando a conocer a nivel nacional e internacional".
Las
cifras, ha remarcado, "hasta el momento son muy buenas" y se ha
mostrado convencida de que este parador, el número 94 de la red
nacional, "será un símbolo de la recuperación de Paradores de España y
también de la recuperación de Lorca".
Borrego ha
resaltado que Paradores de España se ha consolidado "como una red de
establecimientos fundamental para la conservación del patrimonio y para
la generación de riqueza y bienestar, especialmente en zonas donde la
iniciativa privada no llegaba y que tenían condiciones para atraer
turismo".
"El castillo de Lorca es un ejemplo de
ello, y por eso, pese a las dificultades económicas, el año pasado
fuimos capaces de inaugurar este parador, perfectamente integrado en su
entorno monumental y natural", ha expuesto la secretiaria de Estado.
La
Reina Sofía inauguró el parador el 12 de julio de 2012, un año después
de la fecha prevista a consecuencia de los daños que causaron en el
edificio los terremotos que afectaron a Lorca en 2011 y cuya reparación
costó 4,1 millones de euros.
En la edificación del
parador, enclavado en el interior del recinto fortificado del castillo
medieval de la ciudad, se invirtieron 32,9 millones de euros y la obra
fue una de las más controvertidas de las últimas décadas, ya que contó
con una enérgica oposición de historiadores, arqueólogos y expertos en
conservación del patrimonio.
Plataformas ciudadanas y
el partido IU-V denunciaron su construcción ante los tribunales y
exigieron la paralización de los trabajos por expolio arqueológico , ya
que en su opinión supusieron la destrucción de los restos de un palacio
taifa y de la mayor parte de los vestigios de la judería.
Paradójicamente
las obras previas a su construcción también permitieron sacar a la luz
una sinagoga del siglo XV situada en el recinto del Parador, que ahora,
un año después de su apertura al público, se ha convertido en uno de
los primeros reclamos turísticos de la ciudad, con más de 13.500
visitas.
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