MURCIA.- El sector industrial en la Región de Murcia,
considerado en términos agregados, logró un balance positivo en el
primer trimestre de 2012. De hecho, presentó un incremento del 1,8 por
ciento que se contrapone al fuerte descenso de la actividad registrado
en el ámbito nacional del 5,6 por ciento.
En esta leve recuperación ha jugado un papel protagonista la
evolución del sector energético, y también algunas actividades centradas
en el comercio exterior, según se desprende del Boletín de Coyuntura
Económica de la Confederación Regional de Organizaciones Empresariales
de Murcia (CROEM).
En cualquier caso, el comportamiento de las diferentes ramas de la
actividad que componen la industria regional ha sido muy heterogéneo y
va desde las fuertes caídas a los avances notables, si bien la
producción industrial no energética cae a un ritmo cercano al 10 por
ciento, añade la patronal.
El sector agroalimentario, mantiene tasas positivas pero el ritmo
es cada vez más bajo. En concreto, la producción de la Industria de la
Alimentación aumentó un 3,2 por ciento en el primer trimestre, en tanto
que la ralentización quedó más patente en la Fabricación de Bebidas, con
un retroceso de unas cuatro décimas.
Estas tasas quedan muy alejadas de los registros logrados a lo
largo de 2011 y evidencian la amenaza que representa la recaída de la
economía mundial para la recuperación económica de la Región de Murcia.
El sector energético presentó un avance extraordinario gracias al
impulso que ha supuesto la ampliación de la planta de Repsol en el Valle
de Escombreras.
En concreto, se aprecian tasas de variación de dos, e incluso
tres, dígitos desde el pasado octubre. En cómputo, el primer trimestre
del año la producción de estas actividades se incrementó un 61,7 por
ciento. También logró un avance muy fuerte la Industria del Cuero y el
Calzado (+35,5 por ciento), y algo más moderado la fabricación de
productos de plástico y caucho (+6,7 por ciento).
En el lado contrario, se sitúan la mayoría de las actividades.
Cabe destacar el retroceso la Fabricación de Minerales No Metálicos
(-27,7%), la Industria del Mueble (-21,1%), y la textil (-16,8%). En
general, bienes de consumo duradero, bienes de equipo y bienes
intermedios, este último en directa relación con la profunda caída del
sector de la construcción, registraron un mal primer trimestre.
En definitiva, la industria regional no acaba de encarar la
recuperación, condicionada por numerosas incertidumbres. En este
sentido, a la atonía de la demanda nacional, se suma la amenaza de
recesión internacional.
Esta circunstancia debilita el dinamismo exportador, pilar que
sustenta, en buena medida, las expectativas de las ramas industriales.
Queda patente, eso sí, la importancia del sector energético, una
actividad capaz de generar alto valor añadido en la que la Región se
encuentra muy especializada.
Esto contrasta conque propietarios de terrenos del polígono industrial de Los Camachos, en Cartagena, están en situación de ruina, con sus viviendas hipotecadas para hacer frente a los pagos de unas parcelas donde no pueden construir por falta de financiación y que tampoco pueden utilizar como dación en pago.
Durante el último año, algunos de los industriales de Los Camachos habían llegado a un acuerdo con Sepes, entonces dirigido por Pedro Saura, para permutar las parcelas de su propiedad por otras de menor tamaño, con lo que saldaban la deuda y aún disponían de terreno a la espera de poder iniciar una actividad cuando la situación económica lo permitiera.
En los últimos meses, en cambio, ni siquiera se ha abierto una línea de diálogo con los nuevos responsables de la Sociedad Estatal .
Estos empresarios han constituido una plataforma de afectados y han pedido, a través del presidente de la Federación de Parques Empresariales de Cartagena (Fepecar), Antonio Betancor, una reunión urgente con Lucía Morales, la nueva responsable, para plantear posibles soluciones a la “ruina” a la que les está llevando este polígono.
La primera fase de Los Camachos cuenta con una superficie de 1,2 millones de metros cuadrados, todo vendido, pero únicamente ocupada en un 25%.
Esto contrasta conque propietarios de terrenos del polígono industrial de Los Camachos, en Cartagena, están en situación de ruina, con sus viviendas hipotecadas para hacer frente a los pagos de unas parcelas donde no pueden construir por falta de financiación y que tampoco pueden utilizar como dación en pago.
Durante el último año, algunos de los industriales de Los Camachos habían llegado a un acuerdo con Sepes, entonces dirigido por Pedro Saura, para permutar las parcelas de su propiedad por otras de menor tamaño, con lo que saldaban la deuda y aún disponían de terreno a la espera de poder iniciar una actividad cuando la situación económica lo permitiera.
En los últimos meses, en cambio, ni siquiera se ha abierto una línea de diálogo con los nuevos responsables de la Sociedad Estatal .
Estos empresarios han constituido una plataforma de afectados y han pedido, a través del presidente de la Federación de Parques Empresariales de Cartagena (Fepecar), Antonio Betancor, una reunión urgente con Lucía Morales, la nueva responsable, para plantear posibles soluciones a la “ruina” a la que les está llevando este polígono.
La primera fase de Los Camachos cuenta con una superficie de 1,2 millones de metros cuadrados, todo vendido, pero únicamente ocupada en un 25%.
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