Los mercados
financieros están cada vez más inquietos, ansiosos y hasta angustiados
por tres fenómenos tenebrosos. Uno es la creciente amenaza del yihadismo
en toda Europa. Otro, los sondeos que cada vez más acercan la
posibilidad de la Brexit o salida del Reino Unido de la UE. El tercero:
la lucha sin cuartel y a cara de perro entre Donald Trump y Ted Cruz,
con repugnantes alusiones familiares sexistas, en la carrera por la
nominación como candidato del partido republicano a la presidencia de
EEUU.
Un
cuarto factor que ya va asumiéndose es la interinidad en España.
La visión de cómo están las cosas y cómo las ven desde la City la
proporciona este sábado The Economist. En pocas líneas trata de
explicar el galimatías para volver al punto de salida: ‘Si los
socialistas y Podemos se coaligan, e incluso se consiguen la ayuda
de Izquierda Unida, todavía estarán sin mayoría. Para eso
necesitarían el apoyo de un grupo mixto de nacionalistas
catalanes y vascos, algunos de ellos de la derecha. Muchos
políticos, cansados de esfuerzos para formar una coalición, están
ya preparándose para unas nuevas elecciones. Pero eso puede que no
resuelva el punto muerto. Los votantes parece que elegirían otro
parlamento fragmentado si vuelve a llamárseles a las urnas.
España puede que tenga que esperar a otoño para tener su próximo
Gobierno’.
The Economist no se decanta por ninguna de las
posibles salidas, aunque parce poner como ejemplo el modelo de la
Comunidad Valenciana, con un pacto de izquierdas: ‘Antes baluarte del
PP que encabeza el presidente Mariano Rajoy, Valencia cayó del lado
de una amplia coalición de izquierdistas anti-austeridad en las
elecciones autonómicas de mayo. Algunos ven ahora que puede ser un
modelo potencial para un Gobierno nacional de coalición, una meta
que ha eludido a los políticos españoles desde las elecciones del
20-D’.
El artículo de la revista británica repasa los
pecados de corrupción y desgaste del PP para justificar la
pérdida de un tercio de sus votantes, aunque también le adjudica
sin pruebas la responsabilidad del alto desempleo en el país. Pero
subraya que la sintonía entre el PSOE y Compromís en Valencia no
existe a nivel nacional: los socialistas ‘han chocado
reiteradamente con Podemos en Madrid’. Entre otros ejemplos,
recuerda la cita de Pablo Iglesias a la ‘cal viva’, así como el hecho
de que un tercio de los diputados de Podemos pertenecen a sus
confluencias. En esta situación, ‘muchos miembros de Podemos
preferirían nuevas elecciones que formar una coalición con los
socialistas’.
Lo que no hace The Economist es detenerse en un
hecho que da vueltas y más vueltas en la prensa internacional desde
hace días: la crisis en Podemos. En cambio, sí lo hace en su página de
apertura el diario financiero alemán Handelsblatt: ‘El partido de
la protesta está en crisis’. El análisis de Sandra Louven afirma que
‘disputas internas ponen a prueba al partido, y es probable que sus
posibilidades se deterioren en unas nuevas elecciones’.
Louven
insiste: ‘Los jóvenes de Podemos, el partido protesta español,
querían otra cosa y que todo fuera a mejor en la política; sin
embargo, tres meses después de las elecciones generales, el
partido hermano del Syriza griego está atrapado en luchas
internas, y unas nuevas elecciones posiblemente no presagien
nada bueno para el éxito del partido’. La periodista cree que tras
la destitución de Sergio Pascual como secretario de Organización y
‘en el día a día’, Pablo Iglesias se ha identificado con un ‘estilo
autocrático’ con el que ‘no están de acuerdo’ otros militantes de
Podemos.
¿Qué va a pasar? El análisis de Handelsblatt apunta a
la reunión entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias prevista ahora para el
próximo miércoles día 30 como catalizadora. Pero en todo caso ‘la
crisis interna llega un mal momento’ para Podemos, porque si no se
llega a un acuerdo de coalición y hay que repetir elecciones,
‘perdería entre dos y cinco puntos’ del 20,7% que obtuvo el 20-D.
(*) Periodista