Muy buena la rueda de prensa de Iglesias.
Todo muy claro. Dicho con seguridad y sosiego. Parece que meditado.
Merece la pena escucharla. Tiene alto valor informativo para interpretar
no solamente el rumbo de Podemos sino también el del resto del sistema
político. Porque algo es claro: Podemos es una fuerza emergente con
mayor incidencia que C's. Por eso se ha puesto Aguirre como se ha
puesto, que casi le da un ataque. Podemos ha entrado en la historia
(pues la política no es otra cosa que un anticipo de la historia) como
un ciclón. Guárdese de no salir de ella como otro.
La
formación morada trata de distanciarse de la monumental bronca de IU,
en donde las cosas están llegando a niveles de caricatura. De caricatura
de las luchas fraccionales del estalinismo. Mientras unos dirigentes
piden la confluencia con Podemos, otros denuncian esta petición como
liquidacionista de IU y se niegan a que Garzón -un confluyente convicto y confeso- sea candidato de IU al gobierno.
No pidan a Palinuro que averigüe en dónde se encuentra Cayo Lara en
esta nueva trifulca, porque el tiempo, por desgracia, es limitado.
Los
resultados de IU en Madrid han sido desastrosos. La candidata a la
alcaldía no tenía ni el aval de la dirección federal y García Montero,
en la Comunidad, ha hecho el ridículo. Gajes personales paralelos al
escándalo colectivo porque, por primera vez, IU no está presente en las
instituciones. Sí, tiene una valor simbólico muy negativo y muy fuerte.
Desde el punto de vista económico, ruinoso. IU de Madrid culpa a Garzón.
Espero que no por economista. A veces, el tránsito de héroe a villano,
se da en una noche electoral. La vida es así. No siempre justa. Pero
quizá no sea elegante echar vinagre a las heridas. El comentario de
Iglesias sobre Garzón, En estos últimos tiempos las fechas de caducidad en política se reducen enormemente; hay cosas que envejecen muy rápido
es innecesariamente cruel. Además de imprudente porque el mismo puede
ser su caso en cualquier momento, si no lo es ya. Ese 14% de media de
voto está en la línea del casi 15% de Andalucía, poca base para asaltar
los cielos.
Lo gordo, no obstante, está en la réplica a la pregunta sobre posibles confluencias con IU o lo que quede de ella. La
apuesta por el cambio y por la unidad popular no tiene nada que ver con
acuerdos entre partidos, y mucho menos con lo que podríamos llamar una
balsa de salvamento para nadie. Cayo Lara, termina de ahogarte y los
demás, arriad banderas y sumergíos en la "unidad popular". Los "pactos
entre partidos" son cosa de Podemos con el PSOE o algún otro. La
lamentación por la exigencia de desmantelamiento de IU tiene poca cabida
en las realidades de la existencia. La competencia entre partidos es
como la competencia entre empresas. Si una puede comerse a otra, se la
comerá. Normalmente la grande a la chica, como los peces. Pero sin
olvidar que hay cosas indigestas. Es posible que, en cualquier proceso
de "confluencia", o sea, de absorción, los de IU no den lugar a las
habituales trifulcas. Pero también lo es que lo hagan. Y peligra el
objetivo estratégico de distanciar a Podemos de las confusas broncas de
IU.
Luz verde a los pactos con el PSOE. Palinuro aplaude el gesto. La izquierda posible hoy en España es PSOE-Podemos. Hágase cuanto antes. La retórica paulina insiste en el retroceso del bipartidismo
y en que el PSOE tendrá que dar un giro de 180º. Son las invocaciones
proforma, como las que encabezan los textos coránicos. Lo que importan
son las condiciones concretas: que el PSOE reniegue de la política de
recortes, apueste por un plan de rescate ciudadano y asuma la tolerancia
cero contra la corrupción. No me parece distinto de lo que, con otras
palabras, vienen diciendo los socialistas, esto es, revertir toda la
legislación del PP en contra de los derechos ciudadanos, blindar estos
derechos constitucionalmente y luchar contra la corrupción. No se ve
mucha dificultad en ponerse de acuerdo en unas líneas programáticas
básicas. En cuanto a la corrupción, como ambos resultan un poco
confusos, una medida práctica y concreta: auditorias de todas las
cuentas públicas en loas últimos años en las administraciones gobernadas
ahora por las izquierdas.
La
doble negativa de Podemos: que no gobierne el PP y no formar parte de
ningún gobierno socialista tiene también doble lectura. La negativa al
PP se entiende sin problema. La de los gobiernos de PSOE requiere algún
matiz. La figura se llama "apoyo parlamentario". Gobierna el PSOE con el
apoyo de Podemos. Tiene ventajas e inconvenientes para las dos partes,
pero coalición es a la postre.
A
su vez, que el PSOE deba aliarse con Podemos también es cosa de
necesidad. Queda descartada la gran coalición que propone Aguirre para
Madrid por falta de razones para justificarla. Me reservo la opinión de
si sería posible en el caso de que los acontecimientos en Cataluña
parecieran darlas. Y habría que saber entonces quién compondría la gran
coalición. Solo le queda Podemos, un partido difícil e incómodo, pero
que puede ser de mucha ayuda para que el PSOE recupere su tradición
socialdemócrata. La coalición con Podemos es también competencia y si el
PSOE quiere conservar su denominación de origen frente al intento de
Podemos de apoderarse de ella, deberá actualizarla. Defender o perecer.
La socialdemocracia hoy, en España, a ojos de Palinuro consiste en cinco
líneas de acción: 1ª) plenos derechos y libertades civiles; 2ª)
política social orientada a reducir desigualdades y favorable a los
sectores marginados; 3ª) política económica en la que el aumento de la
productividad vaya en paralelo con la finalidad redistributiva;
4) reconocimiento del derecho de autodeterminación de las naciones en
España: 5ª) separación real de la Iglesia y el Estado.
Claro
el interés del PSOE en un pacto de regeneración socialdemócrata, ¿cuál
es el de Podemos? No menor que el del PSOE. Podemos quizá entienda el
pacto como una etapa intermedia en el definitivo sorpasso del
socialismo, como un intento de hegemonizar la izquierda, por delante del
PSOE. Es legítimo. Recuérdese, la competencia entre partidos es como la
de las empresas. A quien Dios se la da, San Pedro se la bendiga. Pero
este intento de sustituir a los socialistas empujándolos a la
derecha para decir lo mismo que ellos es una vieja estrategia comunista
que se remonta al Eurocomunismo de Santiago Carrillo en los años
70: aparecer como una formación de socialismo democrático. No le salió
bien porque la gente entendió que, para socialismo democrático, ya
estaba el de toda la vida. Y Carrillo fracasó. Como han acabado
fracasando los intentos posteriores.
¿Qué aporta este para pensar que
esta vez sí puede salir, sí puede una fuerza neocomunista conseguir el sorpasso?
Muy sencillo: la experiencia práctica de haber hecho algo práctico,
concreto, de gobierno. Hasta ahora la izquierda a la izquierda del PSOE
se llamaba "transformadora", pero no había transformado nada. No había
hecho más que hablar. Eso sí, con mucha prosopopeya, como hace Anguita,
pero meramente hablar. Con pactos de gobierno con el PSOE, podrá
gobernar directa o indirectamente, tomará decisiones, podrá atribuirse
la adopción de medidas con incidencia en la vida de la gente. Lo que se
valora mucho. Eso interesa a Podemos: aparecer como un partido que
facilita la gobernación y la orienta en un sentido favorable a sus
votantes. Cómo resuelva sus contradicciones internas entre los sectores
posibilistas y los guardianes de las esencias es asunto que compete a
quienes componen la organización.
Pero
no es asunto trivial. Así como Podemos tiene en mano posibilitar
gobiernos de transformación, también puede aparecer como una formación
de bloqueo, que imposibilite la formación de gobiernos, como está
sucediéndole en Andalucía. Y eso lo pagarán en las urnas.
La organización criminal
En verdad, es muy fuerte. El juez sienta en el banquillo a seis personas, altos cargos que han sido del PP, acusadas de los delitos de organización criminal, asociación ilícita, falsedad contable, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, delito electoral y delitos contra la Hacienda Pública. Los pelos, de punta. La organización criminal es el PP, del que dos de los acusados fueron tesoreros. El mismo juez impone una fianza de 1,2 millones de euros a esa organización criminal que lleva todo este tiempo presidida por el señor Rajoy, también presidente del gobierno.
La organización criminal
En verdad, es muy fuerte. El juez sienta en el banquillo a seis personas, altos cargos que han sido del PP, acusadas de los delitos de organización criminal, asociación ilícita, falsedad contable, tráfico de influencias, blanqueo de capitales, delito electoral y delitos contra la Hacienda Pública. Los pelos, de punta. La organización criminal es el PP, del que dos de los acusados fueron tesoreros. El mismo juez impone una fianza de 1,2 millones de euros a esa organización criminal que lleva todo este tiempo presidida por el señor Rajoy, también presidente del gobierno.
La
historia de las estratagemas, patrañas y excusas de que se ha valido
Rajoy para no asumir su responsabilidad por la Gürtel llenaría un
copioso tratado de marrullería, disciplina que el presidente domina con
soltura. Él no cobró nunca sobresueldos. ¿Cómo iba a cobrarlos si apenas
llegaba a fin de mes? Bueno, sí cobraba pluses de productividad, como
se hace en todas las empresas en donde hay buenos resultados. No conoce
al señor Bárcenas. Hasta ha olvidado su nombre. Aunque es cierto que le
envió un SMS de apoyo con la mejor buena fe del mundo. Claro que en PP
no hay caja B. Y, si hay alguna, será personal del señor del SMS. Hay
cosas que nunca podrán probarse.
Ayer
tuvo que destituir fulminantemente a un delegado del gobierno en
Valencia cuando ya llevaba una hora en los calabozos de los juzgados, un
sólito pinta que, además de haberse forrado presuntamente por medios
delictivos también parece haber enchufado en la administración pública a
toda su tribu de francos burgundios. Y todo eso dos años después de que
la vicepresidenta del gobierno haya presentado un plan completo de
transparencia y regeneración democrática. Prueba evidente del intenso
compromiso del señor Rajoy, también llamado sobresueldos, en la lucha contra la corrupción que su propio partido alienta, apadrina y sostiene por doquiera.
Cualquier
observador, por distraido que esté, se dará cuenta de que el gobierno y
su presidente en concreto carecen de todo crédito. Cero. No es que no
se les crea. Es que ni se les escucha. No se escuchan ni entre ellos.
Bueno, pues el presidente dice que tienen un problema de comunicación.
O
sea que este buen hombre, a punto de que lo llamen a declarar en alguno
de los procedimientos penales en curso contra su gente, piensa seguir
hasta el final de su mandato, como si el suyo fuera un partido y no esa
supuesta asociación criminal y su gobierno no fuera un grupo de
gente deseando saltar del barco antes del hundimiento hacia otros
destinos en Europa, menos brillantes pero más tranquilos. Piensa seguir
haciendo como que gobierna, con proyectos legislativos cada vez más
disparatados.
A
su vez, la oposición parlamentaria piensa seguir haciendo como si el
Parlamento pintara algo en la gobernación del Estado. Espera y anhela
que el gobierno convoque elecciones cuanto antes para no verse en la
desagradable situación de cumplir con su deber y oponerse. Y no hablemos
ya de la obligación -que mira con auténtico pavor- de presentar una
moción de censura a un gobierno que es una burla a la ciudadanía.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED