Durante seis meses, la pintora nacida en Lima y de raíces murcianas estuvo pintando en el Museo Salzillo, y fruto de aquella actividad es esta muestra que se puede visitar en la Sala de Arte de la Casa de Cultura hasta el 30 de marzo.
Durante este tiempo y "a solas con Salzillo", Araceli Reverte ha producido una serie de cuadros definidos por manchas cromáticas donde emergen las famosas imágenes del escultor, con una visión particular e intimista.
En sus apuntes de trazo suelto, asoman las imágenes sobre una bruma etérea que reflejan las emociones personales de la pintora y su intimista poesía a la hora de interpretar al San Juan, el Beso de Judas, la Verónica o el Ángel de la Oración del Huerto.
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