CORIA.-
El 'cura-torero' Luis Fernando Valiente, de forma repentina falleció hace ocho días, a los 43 años. Su muerte ha causado una profunda conmoción
tanto en la propia Coria, su
localidad natal, como en las localidades cacereñas donde ejercía de
párroco (Aliseda y Herreruela) -donde se han declarado dos días de luto
oficial. Las causas del fallecimiento aún se desconocen y se espera a
los
resultados de la autopsia practicada por el Instituto Anatómico Forense
de Cáceres.
Natural
de Coria (1978) -una localidad de gran tradición taurina-, fue ordenado
sacerdote en 2003 y comenzó a oficiar misa el 18 de octubre. El
Obispado
de la Diócesis de Coria-Cáceres le nombró párroco de la Parroquia
Nuestra Señora de la Asunción de Aliseda y también de la de la
Encarnación de Herreruela en 2013 en sustitución del sacerdote Ángel
Martín Chapinal. En Aliseda comenzó a oficiar misa el 18 de octubre de
2013. Se eligió ese día precisamente porque coincidía con el décimo
aniversario de su ordenación eclesiástica.
El anterior sábado, el cura estuvo cenando con unos amigos pero ninguno
advirtió que se encontrase enfermo o padeciese alguna dolencia. Sin
embargo a la mañana siguiente no acudió a oficiar la misa en Aliseda,
por lo que sus allegados se sorprendieron y acudieron a su casa, donde
hallaron su cuerpo ya sin vida. El párroco vivía solo en su domicilio de
Aliseda.
El pesar también se ha extendido al mundo taurino,
ya que era muy querido por su gran afición a la tauromaquia. De hecho,
alguna vez llegó a correr junto a los toros en las fiestas populares de
los Sanjuanes de Coria como un vecino más, pero sobre todo se
hizo famoso por participar con frecuencia en tentaderos, donde solía
torear con la sotana puesta, y de donde llegó a salir a hombros en
alguna ocasión, aunque también sufrió en otros varios revolcones.
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