MADRID.- Las ocho autopistas de peaje que el Estado rescató
el pasado año generaron un beneficio neto conjunto de 36,78 millones de
euros durante 2018, su primer ejercicio bajo la esfera pública. Entre
ellas, los tramos de pago de la AP-7 situados entre Cartagena y Vera contribuyeron con ocho millones netos a esa cifra, mientras la circunvalación de Alicante aportó cinco millones.
Seittsa, la compañía pública del Ministerio de Fomento
que explota estas vías, destinará estas ganancias a realizar
reparaciones y actuaciones en estas infraestructuras. De esta forma,
«garantizará» su «perfecto estado», que en los últimos años se ha visto
«resentido» por la «falta de inversión de las sociedades que tenían su
concesión» antes de que quebraran durante los años de la crisis.
De
hecho, Fomento cifró en 300 millones de euros el déficit de inversión
que presentaban las vías cuando asumió su control.
En el primer
año como nueva empresa nacional de autopistas, Seittsa contabilizó una
cifra de negocio de 74,10 millones de euros de euros por el cobro de
peaje a los usuarios. Las radiales R-3 y R-5 de Madrid son las que más
ingresos reportaron a lo largo del pasado ejercicio, con 16,06 millones,
por delante de la R-4, que generó 15,34 millones, y la R-2, con otros
13,21 millones.
En el lado opuesto, la M-12, que une la capital y
el aeropuerto de Barajas, es la que menos facturó por peajes, 3,79
millones en 2018.
La contención de los gastos de las vías,
fundamentalmente los derivados de la explotación y del personal,
permitió que generaran ganancias a pesar de la provisión de 1.084
millones que Seittsa realizó por este nuevo negocio.
Las cuentas
de esta firma en el año 2018 aún no incluyen la aportación de la novena
autopista quebrada, la AP-41 Madrid-Toledo, dado que su rescate tuvo ya
lugar en 2019. De igual forma, no recoge impacto alguno de la rebaja del
30% en el peaje de estas vías, que además pasaron a ser gratuitas por
la noche, dado que se aplica desde enero.
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