Hay
mucha gente que repite machaconamente que “nadie va
a venir a ayudarnos”, tras mis artículos
esperanzadores, pero yo les respondo que ya estamos aquí las
semillas estelares que vinimos a ayudar por Amor
voluntariamente a la humanidad, a los animales y al planeta
Tierra, nuestra amada Madre Gaia. ¡Doy fe de ello!
Por lo tanto la ayuda ya está aquí, y cada uno cumple con su
papel lo mejor que sabe y puede, porque forma parte de su contrato
prenatal. Otros, en cambio, no han despertado, y por lo tanto no
saben cuál es su misión en la vida. Y hay quien muere sin saber
a lo que vino, lo que le hace sufrir mucho en el otro barrio. Por
el contrario, no hay nada más feliz que seguir la vocación de
cada uno.
SOMOS DIFERENTES
Hay cuatro tipos de Trabajadores de la Luz muy diferentes:
-
Los destructores de sistemas injustos, que suelen ser los activistas sociales, y suelen tener alma pleyadiana. (Me acuerdo del médico andaluz ‘Spiriman’)
-
Los constructores de soluciones alternativas, que incluyen todo tipo de inventores de tecnologías limpias y ecológicas, arquitectos, ingenieros, artistas, innovadores, vanguardistas, etc.
-
Los sanadores de todo tipo que asumen papeles de médicos, psicólogos e incluso curanderos, chamanes o profesores de Yoga, por su vocación docente.
-
Los informadores decentes que solemos difundir información relevante para despertar a la gente, y que asumimos los papeles de periodistas, escritores, ‘youtubers’, conferenciantes, etc.
No hace falta decir que yo pertenezco humildemente al cuarto tipo y
no presumo de nada, porque hay periodistas más valientes que yo,
como Josele Sánchez, director de “La Tribuna de España”,
a quien han puesto precio a su cabeza, y otros muchos compañeros
periodistas que murieron asesinados.
Pero también asesinaron a inventores de motores de agua, a médicos
que descubrieron una cura barata para el cáncer, que arruinaba el
negocio de la quimioterapia, a activistas sociales molestos como
Martín Lutero King, o a los que descubrieron la fusión fría o la
energía libre de punto cero y racimo de carga. Y a los que no
asesinan, los amenazan o los sobornan para taparles la boca.
En fin, que cada persona que desea trabajar tiene un papel
diferente, y pone su granito de arena para acelerar la evolución
de nuestra amada especie humana, y evitar nuestra autodestrucción,
que parece ser un programa trágico que llevamos impreso en nuestros
genes de Caín.
La ‘Matrix’ nos empuja a luchar unos contra otros como
gallos de pelea, para dividir nuestra fuerza, o
simplemente al deporte de criticarnos entre nosotros
mismos, en lugar de centrarse cada uno en su trabajo,
porque del mismo modo que no existen dos personas iguales, tampoco
existen dos misiones iguales, ya que cada
uno tiene un papel único, exclusivo e irrepetible.
Por lo tanto no hay nada que envidiar, porque todos somos
importantes.
AYUDA EXTERNA
Esto no quiere decir que no exista ayuda externa. ¡Claro que
existe! Porque “lo cortés no quita lo valiente”.
Pero no es como la imaginamos, un marcianito bajando de un platillo
volante para salvar a la humanidad o darle un ultimátum como en la
película de Keanu Rives. Existen muchos tipos de ayuda externa, y la
mayoría son invisibles, porque son seres benévolos que
controlan dimensiones que no son visibles para el ojo humano, y no
tienen ningún afán de notoriedad ni deseo de ser adorados como
dioses.
Está claro que nosotros no podemos luchar físicamente contra los
demonios por la sencilla razón de que no podemos verlos, y ahí
está el papel más importante de la “Caballería Galáctica”
que viene en nuestra ayuda. Paro también han abortado muchas
veces el intento de comenzar una tercera guerra mundial y han
frustrado epidemias como la gripe aviar y otras muchas.
Pero mucho cuidado, confiar sólo en la ayuda externa “sin pegar
un palo al agua” puede conducir a la flojera y a la pasividad,
porque lo principal es el trabajo duro que haga cada uno, y la ayuda
externa puede venir como un premio, como una propina, como un
estímulo, pero nunca como un sustituto de nuestro trabajo y
de nuestra misión personal, que es lo más importante.
AYÚDATE Y TE AYUDARÁN
Por eso las personas que se pasan la vida haciendo rituales de
prosperidad, sin esforzarse, para que el dinero les caiga por la
chimenea, no se dan cuenta de que el mejor ritual de prosperidad
que existe es buscarse un buen trabajo y poner todo el empeño en
hacerlo bien. Por eso dice el refrán “ayúdate y te
ayudarán”.
Hay que cultivar la esperanza y no perderla nunca, pero el ser
humano suele ser flojo por naturaleza y confía demasiado en que le
va a tocar la lotería, van a ganar un concurso televisivo, o le
van a llover monedas de oro del cielo. A los que ‘triunfan’ les
dicen que “tienen mucha suerte”, pero mi tío me decía que
“cuanto más duro trabajo, más suerte tengo”.
Ya sabemos que nadie se hace rico trabajando, pero ¿para qué
quiero tener un Ferrari o un Maserati en la puerta de mi casa si
puedo ser feliz con un simple coche utilitario? como lo era
el expresidente de Uruguay Pepe Múgica, con su viejo
Volkswagen escarabajo, y se negaba a subir a un coche oficial de
lujo.
¡A mí me emocionaba este hombre cuando hablaba con cariño y
sencillez!
(*) Periodista
No hay comentarios:
Publicar un comentario