El Rey: “España es percibido como un
país serio, fiable y respetuoso”
El rey sabe que eso es mentira. Salvo
que no lea los periódicos, vea las teles o hable con alguien. Y aun así,
estará en las redes, tendrá whatsap, echará una ojeada al Tuiter. Hoy
no es posible no estar informado. Sabe que miente.
Los
sofistas y los retóricos enseñaban a componer discursos convincentes en
favor de causas falsas o inmorales o imposibles. Enseñaban a mentir.
Para eso se esforzaban. Lo mismo que los asesores de comunicación hoy.
Aunque, con el Borbón lo tienen fácil, pues lo trae aprendido de casa.
Lo colocan ante una mesa de caoba taraceada y una bandera de España cuyo
escudo se come la europea y este hombre puede decir lo que quiera, que
no lo escucha nadie. Solo hay que avisarle de que no se ría.
Porque
dice mentiras como los elefantes que su padre cazaba. Aunque un
obsequioso Vargas Llosa compare su discurso con el del progenitor
cazapaquidermos el 23 de febrero y haya quien lo iguale al de Lincoln en
Gettysburg, no pasa de ser un conjunto de vacuidades, sinsorgadas y
puras fantasías.
¡Vamos,
que España es vista en el exterior como un país serio! El hombre no ha
mirado ni una de esas encuestas de autoevaluación cruzadas por países
que se hacen en Europa. España es consistente número uno en país para
ir de vacaciones; en fin; y no sigo. En cuanto a los derechos humanos,
con nueve personas encarceladas más de un año sin juicio, está dicho
todo.
El resto del bavardage real mueve a risa. Sobre
todo porque se hace en un acto de boato en el marco del cuadragésimo
aniversario de la Constitución de 1978 que están ya celebrando al uso
hispano, quizá coronado con algún desfile.
Una Constitución que nos dimos entre todos,que
nadie cumple, que se suspende de vez en cuando con el 155, que todos
quieren reformar, si no derogar y promulgar otra, y cuyos más acérrrimos
defensores son quienes en su día votaron en su contra. Lógico, ¿verdad?
Por
cierto si, por fin hay reforma de la Constitución, sugiero la inclusión
de una cláusula transitoria para cuando Gibraltar forme parte de
España, que diga algo así como: "Cuando Gibraltar se reintegre al seno
de la Madre Patria se garantizarán a los llanitos los mismos derechos y
libertades que al resto de los españoles".
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
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