MURCIA.- El presidente del Sindicato Central de Regantes del
Acueducto Tajo-Segura (Scrats), Lucas Jiménez, declaró que el
debate sobre cuáles son las posibilidades reales de nuevos trasvases
debería bajarse a un plano técnico, pero «la realidad sociopolítica lo
hará viable o no».
El Scrats ha enviado
al Ministerio de Agricultura un estudio técnico con varias propuestas
para solventar el déficit estructural de la cuenca del Segura: unos 500
hectómetros que deberían llegar por un nuevo acueducto.
Además
de la desalación, el aprovechamiento de aguas depuradas, los acuíferos y
las cesiones de derechos o posibles cesiones de volumenes en precario
que no están asignados, la conclusión final del estudio es que uniendo
todo esto la solución para paliar el déficit es un nuevo trasvase.
«De
dónde vendría, a nosotros no nos corresponde decirlo», aseveró Jiménez,
«es al Ministerio y a la administración a quien corresponde decir cuál
es la opción más viable».
Por su parte, consejera de Fomento de
Castilla-La Mancha, Agustina García, reiteró ayer que su región no
quiere «más trasvases» y no va permitir «ni estar de acuerdo con ninguno
que se haga nuevo, sea de la cuenca del Tajo o de la del Júcar».
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