CARTAGENA.- El diputado del Grupo Parlamentario Socialista Antonio Guillamón ha
reclamado en el Pleno de la Asamblea que la Dirección General de
Relaciones Laborales y Economía Social, dependiente de la Consejería de
Desarrollo Económico, Turismo y Empleo, promueva el encuentro entre los
representantes de las empresas y los representantes de los trabajadores
del sector de hostelería de la Región de Murcia, con el fin de propiciar
e impulsar el cumplimiento del compromiso adoptado en la firma de la
reactivación de la vigencia del convenio de 2008, en febrero de 2016,
para redactar un nuevo convenio colectivo actualizado.
Esta moción se ha debatido conjuntamente con el Grupo Parlamentario Podemos y ha sido aprobada con la abstención de Ciudadanos.
Antonio Guillamón indicó que la Reforma Laboral del Partido Popular
modificó los grandes aspectos de la regulación legal de las relaciones
laborales: los contratos de trabajo, los despidos, las posibilidades de
cambiar a peor las condiciones de trabajo, incluidos los salarios y los
convenios colectivos.
"Bajo el paraguas de la Reforma Laboral se están poniendo obstáculos a
la negociación colectiva en materia laboral entre representantes de las
empresas y de los trabajadores", que desemboquen en la firma de
convenios sectoriales que regulen las condiciones de trabajo y
productividad y que, como contrapartida, establezcan obligaciones
recíprocas que garanticen la paz laboral.
Guillamón indicó que la duración de un convenio colectivo se suele
pactar entre las partes pero, independientemente de la duración, deben
existir revisiones anuales en materia salarial. Sin embargo, uno de los
sectores de actividad que más ha sufrido las circunstancias de no contar
con un convenio colectivo actualizado y, por tanto, de desprotección,
de precariedad y de pérdida de derechos es, sin ninguna duda, el sector
de hostelería de la Región de Murcia.
El turismo es una actividad que constituye alrededor del 10% del PIB
regional y es, por tanto, uno de los pilares de nuestra economía. "Sin
embargo, no se piensa que tras el turismo hay en esta Comunidad un gran
sector de hostelería, sostenido por alrededor de 32.000 personas con
empleo directo y otras 10.500 personas con empleo indirecto".
El sector de hostelería de la Región de Murcia, se regía por un
convenio de 2008 y pese a los numerosos intentos de los representantes
de los trabajadores no se renovaba. En febrero de 2016 se reactivó la
vigencia del convenio de 2008, que incluye una cláusula tercera que dice
textualmente: "Las partes se comprometen a negociar un nuevo convenio
colectivo convocándose para mantener una reunión en la primera quincena
de abril a requerimiento de cualquiera de las partes".
El diputado socialista defiende que como quiera que, en virtud de
esta cláusula tercera, los representantes de los trabajadores ya han
solicitado sin éxito en varias ocasiones la negociación de este nuevo
convenio y, desde la fecha fijada del mes de abril de 2016 ya ha
transcurrido un tiempo excesivo, "parece razonable la intermediación de
la Administración regional, mediante su órgano competente, para que el
acuerdo se produzca lo antes posible y estos trabajadores tengan
garantizados sus derechos".
Indicó que son ya varios los años encadenados en los que la actividad
turística ofrece récord de visitantes y máxima ocupación hotelera, que
han repercutido positivamente en el sector y han proporcionado grandes
beneficios a las empresas. Sin embargo, estas circunstancias "no han
revertido, ni por asomo, en las condiciones salariales y sociales de los
trabajadores.
Y esto es absolutamente injusto, porque los trabajadores
continúan estando mal pagados, con pésimas condiciones laborales, poco
formados y escasamente reconocidos socialmente, algo totalmente
inaceptable, porque todos los trabajadores tienen derecho a un sueldo
digno, a cambio de su trabajo, para sacar adelante a sus familias".
Guillamón añadió que si esto no fuera suficiente, en este sector
existe una elevada precarización de las condiciones de trabajo de los
profesionales por efecto de la Reforma Laboral "y unos niveles de
temporalidad indecentes, con contratos de corta duración y en muchos
casos fraudulentos, ya que se trabajan más horas de las especificadas en
el contrato. Y esto supone, además, un fraude a la Seguridad Social y
una carga laboral adicional a los trabajadores".
Por último, dedicó una mención a las camareras de piso. "Trabajadoras
que alcanzan la más alta cota de explotación con un elevadísimo ritmo
de trabajo y peor reconocimiento salarial. Muchas de ellas contratadas
por empresas de servicios creadas al efecto, cobrando por debajo del
convenio o mediante empresas de trabajo temporal".
En este sentido,
denunció que muchos establecimientos hoteleros hacen uso de estas
empresas para rebajar los costes, en lugar de emplearlas en plantilla en
condiciones dignas.
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