Continuación del post de ayer, Nacionalcatolicismo.
La semana santa podría llamarse la semana española porque es en ella
cuando la esencia de la raza se manifiesta en todo su esplendor. Ahí
está el poder político, del ganchete con el militar, participando en una
ceremonia religiosa de mucha fama, la procesión del Cristo de la buena
muerte.
Lo de menos es que este paso sea portado por legionarios, aunque
es lo que más se comenta. Por si no lo fuera suficientemente, alguien
tuvo la peregrina idea de que esos mismos legionarios fueran a cantar su
himno (el que glorifica a la muerte) a los niños del pabellón de
oncología en un hospital de Málaga. Venían, además a acercarles el
Cristo de la buena muerte.
Lo
de más es el nombrecito del paso, el Cristo de la buena muerte,
obviamente un deseo salido de lo más profundo de los terrores de la
muerte. Los terrores del catolicismo, inventor de eso de la condenacion
eterna. Un paso que condensa el espíritu de la raza: el Cristo de la
buena muerte portado por los novios de la muerte. Las postrimerías en
andas de una milicia especial que se llamó en su origen "tercio de
extranjeros", a imitación de la legión extranjera francesa.
Estas
fechas de congoja y aflicción que las autoridades civiles, militares y
religiosas católicas imponen a la población general conviven hace años
con la frívola tendencia de la gente a largarse a las playas a torrarse
al sol. Una dualidad que permitía luego admoniciones eclesiásticas sobre
la liviandad de las costumbres y el abandono de los deberes. Pero ahora
les ha salido un temible competidor con internet, las redes y la
multiplicación de imágenes, mensajes, memes. Un ejemplo de contestación
avasallador que reproduce las noticias con comentario libre.
Muy buena idea la de El Plural de hacer un seguimiento de los tuits de un tuitero famoso, @diostuitero
con un Cristo con gafas de sol en el perfil y que suele despedirse con
un "Mi paz o dejo, mi paz os doy. Seguid rezando que yo me voy". Merece
la pena ver los tuits que recopila El Plural porque, además, contienen imágenes francamente divertidas.
Las
redes son temibles. Twitter es un equivalente a los confidenciales,
pero abierto a todos. Determina lo que es noticia y lo impone en los
medios, mucho más lentos, espesos y doctrinarios. Twitter es la vida que
sale al paso de los pasos y los ridiculiza y los expone en su
ridiculez. Porque el punto central de la esencia nacionalcatólica
española es la España negra.
Las
irreverencias de Twitter e internet en general (ámbitos llenos de
descreídos y de elegetebés) forman también parte del macizo de la raza,
la que recurre al sarcasmo, la burla, la mofa porque no puede hacer otra
cosa.
La parte del humor negro.
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED
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