Cuando en la cena de Navidad del Partido Popular de Madrid, celebrada
este año en Torrejón de Ardoz, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy
anunció que estaba todo preparado para unas elecciones muy pronto, algo
que no ha dejado de producir toda una convulsión política en el resto
de los partidos, hasta el punto que llevamos una semana en la que el
Presidente, no deja de matizar, aclarar, y rectificar. Fue un lapsus,
fue un error, estaba cansado, una confusión verbal de esas tantas que
tiene el “Jefe”, un “acto fallido”.
Pero, la verdad es que las encuestas desmienten el “lapsus” y
confirman “el acto fallido”. Se llama acto fallido (también conocido
como desliz freudiano) a aquel acto que pone de manifiesto una expresión
diferente e incluso contraria, a la intención consciente del sujeto.
Puede presentarse en el discurso verbal y, el resultado obtenido no es
el que explícitamente se perseguía alcanzar, sino que ha ocurrido un
reemplazo que escapa a la consciencia del sujeto que habla.
Pero no, dicen otros, una vez aprobado el Techo de Gasto y, aunque no
le aprueben los Presupuestos Generarles del Estado, puede ir tirando
hasta Mayo, disolver y convocar unas nuevas elecciones generales. Eso
sería demasiada improvisación y demasiado arriesgado, sostienen quienes
se agarran a la previsibilidad del “Jefe”, como suelen llamarle, y su
innato rechazo al riesgo. No hay muchos riesgos, insisten los que creen
que el “lapsus” de Torrejón no fue tal. El PP está tranquilo, en
Febrero, en el Congreso, se producirá una importante renovación, y no
aparecen tormentas en el horizonte.
Enfrente el PSOE sigue sin secretario general, en manos de una
Gestora, sin despegar, sin fecha para su Congreso y sin candidato para
unas elecciones. El peligro Podemos para el PP, que realmente nunca
existió, se va diluyendo sin que, por el momento, aunque puede haber
“sorpasso” sobre el PSOE, pueda convertirse en alternativa real de
poder. Y Ciudadanos, no termina de dar el salto que esperan Rivera y los
suyos, después de todos los intentos de gobernabilidad que han
realizado desde el pasado 20 de Diciembre, con esas elecciones generales
que inauguraron un periodo de inestabilidad que ha durado casi un año y
que no solo fueron la debacle para el PSOE, sino también para el PP que
perdió 3,5 millones de votos y nada más y nada menos que 68 diputados.
Parecía el final de Rajoy, el de “la piel de elefante”, según su
querida Angela Merkel, hasta el punto que se ha convertido en su
principal aliado, en una Europa en crisis, en la que ha dimitido el
italiano Renzi, ha renunciado a la reelección el francés Hollande, Gran
Bretaña está negociando el Brexit, y los antisistema amenazan el futuro
de la propia Unión. Angela no tiene ahora en quién confiar si no es en
su amigo Mariano que, en estos momentos tiene la sartén por el mango y
el mango, también. Por eso es de las que cree que lo de Torrejón no fue
un “lapsus”, ni mucho menos…Y lo confirman las encuestas.
La que publica este Domingo el periódico La Razón elaborada por NC Report y, la hecha pública por la Sexta TV. La de La Razón
coloca al PP en una horquilla de 154-157 diputados, al PSOE entre 67 y
72, a Unidos Podemos entre 69 y 73 y a Ciudadanos entre 27 y 31. Estas
cifras, en las que se produce una subida de entre 17 y 22 escaños del
Partido Popular, respecto a los obtenidos el pasado mes de junio de este
año, sitúa al PP en 14 escaños más que la suma de PSOE y Podemos y, por
encima de la mayoría absoluta sumando los escaños de Ciudadanos. En la
lectura más optimista PP-CS se colocaría en 190 escaños. El barómetro de
la Sexta también da mayoría absoluta a PP-Ciudadanos con un porcentaje
total del 46,7% frente a Unidos Podemos (22,9%) y PSOE (20%).
(*) Periodista y economista
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