La precampaña electoral está en marcha y en el espectáculo vuelve a
mandar Podemos en base a su pacto electoral con IU, que está hecho desde
hace varios meses y que Iglesias y Garzón están adornando con las
flores de mayo como los patios cordobeses para crear un poco de
expectación.
Rajoy por su parte sigue jugando a caballo ganador de la carrera y se
mantiene en sus trece diciendo que por nada del mundo piensa dimitir,
lo pida Rivera o el lucero del alba. Mientras Sánchez y Rivera están
debatiendo entre bambalinas cómo anunciar su divorcio o el fin de su
pacto de Gobierno que de nada les sirvió en la investidura fallida en el
Congreso de los Diputados.
Estamos pues donde estábamos hace cinco meses y en la espera del
chupinazo oficial de la campaña pero algunos están abriendo camino con
sus gracias y desplantes y en eso, justo es decirlo, Pablo Iglesias es
el rey. Y además especialista en tomarle el pelo a Pedro Sánchez con el
que juega como un niño con su yoyó, en un continuo tira y afloja al que
acaba de añadir su nuevo spot publicitario titulado ‘el perdonavidas’.
Una pequeña y simpática historia en la que Iglesias se presenta como el
ganador absoluto de las elecciones. Y como tal le ofrece a Sánchez ser
su vicepresidente (sic).
Al PSOE esa propuesta le ha sentado a cuerno quemado y han dicho que
Podemos representa ‘la vieja política comunista’. Y si eso es así, ¿por
qué se sentaron a negociar con Podemos un Gobierno para el cambio?
La colección de tomaduras de pelo de Iglesias a Sánchez empieza a ser
bastante amplia. Empezó mientras Sánchez estaba reunido con el Rey e
Iglesias anunciaba en el Congreso un gobierno de coalición de PSOE con
Podemos con él al frente de una todopoderosa vicepresidencia. A lo que
un par de horas después respondió el pardillo de Sánchez para decir
‘agradezco a Pablo su propuesta porque entre los votantes del PSOE y
Podemos no se entendería que no lleguemos a un acuerdo de Gobierno’, fin
de la cita.
Luego Sánchez se fue a la conquista de Rivera -otro inocente que cayó
en esa trampa y firmó un ‘histórico’ acuerdo de ‘segunda transición’
que no le sirvió para nada a ninguno de los dos sino para hacer ambos el
ridículo en el Congreso-. Y tras el episodio de la ‘cal viva’ -del que
dice Iglesias ahora que se pasó de frenada-, el señor de la coleta se
subió a la torre vigía de los pactos y volvió a ofrecer a un Sánchez
cada vez más desconcertado el pacto de Gobierno Podemos-PSOE pero
renunciando él a la vicepresidencia que nunca tuvo para no ser un
obstáculo que impidiera el gobierno de izquierdas ‘a la valenciana’.
Y Sánchez, otra vez desconcertado, se sacó de la chistera el gobierno
tripartito PSOE, C’s, Podemos al que Iglesias y Rivera dijeron que no. Y
a la vez Podemos presentó su nueva lista de concesiones sociales para
el imposible pacto con el PSOE (incluían el referéndum catalán y medio
gobierno para Podemos), e incluso cuando ya estaba todo perdido los de
Podemos le enviaron a Sánchez una propuesta de Compromis que el pobre
Antonio Hernando presentó como tabla de salvación y Sánchez se volvió a
estrellar.
Y ahora el candidato a ganar las elecciones en la izquierda no es
otro que Iglesias (con ayuda de Garzón) y a Sánchez le toca el papelón
de segundón. Y encima el perdonavidas le ofrece una vicepresidencia, si
se porta bien. Para colmo en el PSOE no pueden responder porque ya han
prometido, otra vez, no pactar nunca con el PP de manera que solo les
queda Podemos -‘la vieja política comunista’- una vez que con C’s no
suman escaños, insuficientes. O sea los socialistas ahora no pueden
decir que están dispuestos a la gran coalición -incluso Susana se ha
subido a esa carreta rociera- porque Podemos arrasaría en la izquierda
si dejan abierta la puerta a Rajoy.
Lo que va a permitir al PP decir que viene el lobo de Podemos con el
PSOE sometido bajo la presidencia de Iglesias, mientras Rivera sigue
cazando moscas a una y otra orilla de la campaña electoral. Aunque eso
sí poniendo C’s el acento en el ‘peligro Podemos’ y rechazando a Rajoy
como candidato del PP en una rara equidistancia difícil de manejar.
En cuanto a los debates que se anuncian para los días 16 y 20 de
junio en Antena 3 y RTVE, y ambos ‘a cuatro’, falta por ver si asistirá
Rajoy y si se suprime, como sería lógico, el mano a mano con Sánchez
visto el actual reparto del Parlamento y el fin del bipartidismo. Y
puede que sea en esos debates donde se reparta la parte de la tarta
electoral que aún está libre de dueño y que en los comicios del 20-D
llegó al 36% del electorado que dice haber tomado su decisión durante la
campaña y en algunos casos el día mismo de la votación.
(*) Periodista
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