Pedro Sánchez ha perdido la cabeza y el respeto a la unidad de España
al ceder a los partidos independentistas ERC y DL (de Junqueras y Mas)
cuatro senadores socialistas para que cada uno de ellos pueda formar un
Grupo parlamentario en la Cámara Alta. Lo que contradice la que ha sido
hasta ahora la actitud del PSOE y el mandato del Comité Federal
socialista de los pasados días. Y dice el portavoz del PSOE en el
Senado, el inefable Oscar Lopez, que se trata de una cuestion de
‘cortesia parlamentaria’. ¿Cortesía con quienes han declarado la ruptura
con España y no acatan la Constitucion, ni declaran lealtad al Rey de
España y anuncian la desobediencia al Tribunal Constitucional?
Estamos ante un disparate mayúsculo por parte de un primer dirigente
político nacional como Pedro Sánchez . El que ha pintado una línea roja
en las puertas del PP para no pactar con Rajoy, quien se ha opuesto a
que Podemos tenga cuatro Grupos en el Congreso y que da facilidades y
protagonismo político en el Senado a dos partidos secesionistas de DL y
ERC. Los que presentaron y han votado la declaración del 9N del
parlamento catalán para provocar la ‘desconexión’ de Cataluña con España
y violentar la Constitución y burlar al Tribunal Constitucional.
Y después de tomar semejante y disparatada decisión, que pone en
riesgo la españolidad del PSOE, todavía algunos portavoces de este
partido lo justifican diciendo que eso es algo habitual que se hizo en
otras legislaturas. Pero obviando que los protagonistas de CiU y ERC de
los tiempos pasados no lideraban en Cataluña el proceso independentista
como ahora ocurre bajo la presidencia de Carles Puigdemont, quien, por
cierto, no acató la Constitución ni ofreció su lealtad al Rey en su toma
de posesión, y a quien el tal Pedro Sánchez está llamando por teléfono
en aras del talante y de lo que él llama la normalidad política.
Y vamos a ver qué dice ahora el presidente del Congreso Patxi López y
la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y como explican a
los españoles en general y a sus votantes y militantes la decisión de
Pedro Sánchez de promocionar en el Senado a los independentistas para
darle un altavoz político en contra de la unidad de España.
Pero, vamos a ver, este Pedro Sánchez ¿no sabe lo que está pasando en
Cataluña y en este país, ni conoce la gravedad de la situación
nacional? Pero si el Comité Federal del PSOE le ha prohibido hablar con
Podemos mientras el partido de Pablo Iglesias defienda el referéndum a
favor de la autodeterminación de Cataluña, ¿cómo va Pedro Sánchez a dar
un paso que es mucho más grave, como el de apoyar política y
directamente a dos partidos independentistas ofreciéndoles dos tribunas
en el Senado para atacar a España y publicitar la independencia catalana
desde las instituciones del Estado y contra el Estado?
Si el PSOE no rectifica inmediatamente esta decisión ya veremos lo
que ocurre con Sánchez. Y no solo en sus pésimas relaciones con el PP
que van a saltar por los aires y con natural estruendo, sino también con
sus actuales amigos de Ciudadanos porque esperemos que Albert Rivera
denuncie semejante actuación del secretario general del PSOE y, en un
principio, líder de la Oposición.
Hasta Pablo Iglesias de Podemos tiene razones suficientes para decir a
Sánchez que lo que acaba de hacer contrasta con su posición respecto a
Podemos porque les niega su propuesta de un referéndum catalán y su
petición de cuatro Grupos del Congreso y en cambio le regala a DL y ERC,
dos Grupos en el Senado. Lo que en principio parece asombroso en el
vigente momento político español.
Y lo que sin duda va a traer cola y responsabilidades. Y puede que de
una vez por todas la convocatoria de un Congreso del PSOE antes de que
Sánchez, tras su flagrante derrota electoral, conduzca el partido a una
crisis de tamaño mucho mayor.
(*) Periodista
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