Bien por la exministra de Sanidad Ana Mato. Su dimisión y los
argumentos que ha expuesto la han ¿dignificado? ante la opinión pública.
Las razones, contundentes («Me voy para no perjudicar al Presidente, al
gobierno y al partido»), son un ejemplo que alguna debiera seguir.
El bueno de Manolo Campos se ha ido casi sin decir ni mu. Pero
tranquilos, que hablará bien hablado o actuará, que no sé que es peor.
Todo es cuestión de tiempo. Su dimisión le honra. De una manera u otra,
Ana y Manolo tienen una cosa en común: su dimisión; y una gran
diferencia: los motivos de la misma, que no son objeto de este artículo.
La palabra dimisión debiera estar más a menudo en el vocabulario de
los políticos que nos gobiernan o mal gobiernan, pues si bien todos
dicen lo mismo cuando llegan sobre la aceptación de la temporalidad del
cargo, una vez en él, no hay manera de que se vayan.
Por aquí, por nuestra Cartagena de nuestros dolores, la alcaldesa no
dimite ni pidiéndoselo los 'espejos'. Por un lado tratan de dar una
apariencia educada y correcta con esos 'no te vuelvas a presentar pero
sigue hasta el final', pero por detrás las puñaladas deben estar
corriendo por toda la piel. Con tal asunto y lo crucial del momento
político que se está viviendo, ante la negativa de Pilar Barreiro a
dimitir ya, lo que tienen que hacer es negociar con el PSOE, MC e IU una
moción de confianza y sacarla de la poltrona del Ayuntamiento. Así sí
serían creíbles los 'espejos', pero tratar de que la alcaldesa se vaya
así por las buenas, en una humilde solicitud verbal, da sensación de
mucha valentía, aunque están 'jiñaos'.
Si no se cargan a Pilar antes de las elecciones, no solo estarán
alargando el infierno hasta mayo, sino que la gastroenteritis de
relaciones hará que al final se vayan todos del tinglado enfangados por
la pata abajo.
El PP necesita dimisiones: la de Joaquín Bascuñana, la de Pedro
Antonio Sánchez, la de Antonio Cerdá, la de Miguel Ángel Cámara y, por
supuesto, la de Pilar Barreiro. ¿O no son del PP? ¿O no les son de
aplicación los mismos argumentos que Ana Mato? ¿No es éste el partido
que clama transparencia? Pues que pongan coherencia a lo que dicen con
lo que hacen y si no dimite, que los 'espejos' dignifiquen al menos al
PP de Cartagena, echando a Pilar del sillón y no con ruegos, sino con
una moción de confianza que seguro apoyarían y aprobarían todos los
partidos, ya que Barreiro es el enemigo común a batir por unos y otros, y
ya está. Francisco Espejo, nuevo alcalde; y a seguir peleándose.
Pero ya verán ustedes que no será así, porque para ser políticos hay
que tener algunas cualidades, además de las de aferrarse al sillón, y me
da que por aquí faltan muchas y no hablo solo del PP.
La mediocridad baja de nuestros representantes actuales es la
cualidad dominante, por eso ante tanta falta de caché político y visión
de gobierno, no es de extrañar que su única preocupación sea el
desembarco de Podemos, un partido camaleónico que empezó prometiendo una
cosa y cada día, según la circunstancia, adopta un nuevo color
desdiciéndose de lo prometido inicialmente, sin sonrojo alguno. Listos
son un rato.
Justo es reconocer que hay alguna excepción en la mediocridad de los
de por aquí, pero los condicionantes de sus propios compañeros de
partido, no los dejan y no la dejan, confirmando que un buen o buena
líder, con equipos de mentalidad enconsertada no van a ningún sitio. Lo
voy a decir más claro, aunque me gane unos cuantos amigos: si Ana Belén
Castejón se rodease de algunos ciudadanos de prestigio y pensamiento
centrista, de esos a los que solo les interesa Cartagena y no lo que
dice el partido por las alturas, bien se podría apostar por ella como
alcaldesa; y lo mismo para mi héroe Pepe Cavite. Pero no lo harán. Como
tampoco dimitirá mi Pili, ni los 'espejos' le meterán la moción de
confianza negociada con los demás partidos. Y es que nadie quiere
bajarse del burro.
Chsss..., tranquila Pili, que no lo van a hacer, que los tienes 'jiñaos'.
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