CARTAGENA.- La familia de un bebé supuestamente fallecido
en 1979 ha solicitado a la Fiscalía de Cartagena que se reabra la causa
que cerró la propia fiscalía el 30 de diciembre de 2013, tras realizar
de forma privada la exhumación de los restos y no localizar ni siquiera
la caja en la que deberían haber sido enterrados los restos.
En la solicitud presentada esta semana por el letrado Vicente San
Martín Aisa, se adjunta el informe del perito forense que practicó la
exhumación, en el que se refleja que no sólo no fue localizado el
cadáver del bebé, sino que ni siquiera se localizó el ataúd.
Es la primera vez que esto ocurre en un caso de bebés robados, y
se da la circunstancia de la que la familia posee en propiedad la tumba
por lo que "hubiera sido muy sencillo realizar esta prueba pericial que
sí se lleva a cabo en otras comunidades autónomas", según informaron
fuentes de la Asociación Bebés Robados en un comunicado.
El parto se produjo en el Hospital Santa Mª del Rosell de
Cartagena el 18 de julio de 1979, a los 8 meses de embarazo. Según la
documentación, el recién nacido pesó tres kilos y por una supuesta falta
de oxígeno fue trasladado a las incubadoras.
Cuando les comunicaron la muerte de su hijo, al padre le pidieron
que comprara una caja y la llevara al hospital. El forense que dirigió
los trabajos exhumatorios, Jaume Buj, perito judicial forense del
laboratorio de Neodiagnóstica, asegura que "es imposible que desaparezca
sin dejar rastro del ataúd y el cadáver".
"Es la primera vez que veo algo así. Aunque a veces encontramos
restos muy deteriorados y es difícil extraer ADN, este caso es
diferente. Allí no había nada. Nada de nada", concluye.
No hay comentarios:
Publicar un comentario