WASHINGTON.- El Banco Mundial adoptó hoy jueves una postura atrevida
al afirmar su presidente, Jim Yong Kim, que la corrupción en el nivel
público y privado es el azote del mundo en vías de desarrollo.
La institución, reacia desde hace tiempo a abordar la corrupción por
quererse mantener alejada de la política, dijo que tenía intención de
contratar a más expertos en materia de cumplimiento de la ley y en otros
asuntos de gobernanza.
Kim dijo que la corrupción debe situarse en el centro de las labores del banco de desarrollo.
"Cada dólar que un cargo público o de una empresa corrupta mete en
su bolsillo es un dólar robado a una embarazada que necesita cuidados
para la salud", dijo Kim durante un comité.
"En el mundo en vías de desarrollo, la corrupción es el enemigo público número uno".
El anuncio muestra lo mucho que el banco ha cambiado desde los años
90, cuando la corrupción era un tema tabú en una institución que tiene
188 países miembros y rehuye tomar una posición clara.
El expresidente de la institución Jim Wolfensohn planteó el tema en
un discurso en 1996, calificando la corrupción de un "cáncer" al que los
países deben hacer frente, pese a las advertencias para evitar el tema.
"Me dije '¿Por qué no usar la palabra?'", recordó Wolfensohn el
jueves. "Y (un asesor) dijo 'bueno, la mitad de tus directores
representan a países corruptos'".
El ministro filipino de Finanzas, Cesar Purisima, dijo que los
países necesitan mejores formas de seguir el movimiento de fondos de
cara a combatir la corrupción. Sugirió un "pasaporte" o algún tipo de
convención para etiquetar los flujos de capital de cara a asegurar que
el dinero va donde se supone que debe de ir.
"La corrupción es un eslogan muy popular", dijo durante el comité. "El problema está en la ejecución", añadió.
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