MURCIA/MADRID.- Varias decenas de personas, algunas muy conocidas por pertenecer a partidos políticos de la izquierda murciana, protestaron anoche frente a la sede del PP murciano
contra la corrupción política del país, una corrupción que para el Foro
Social de la Región de Murcia es sinónimo de "robo a manos llenas".
Momentos antes de la convocatoria, la sede
del PP murciano se quedaba vacía y cerrada, momento en el que comenzaban
a llegar la gente que ha secundado la convocatoria de protesta.
Frente a la puerta de la sede 'popular' los concentrados ha coreado cánticos como 'Danos un sobre, Mariano danos un sobre', 'Gobierno dimisión, corruptos a prisión' o 'No hay pan para tanto chorizo'.
Por su parte, Paco Morote, miembro del Foro Social de la Región de Murcia, ha señalado que estamos asistiendo "a una situación de corrupción sin parangón en nuestro país", situación que asegura "venidos denunciándola desde hace varios años".
Y es que, para Morote, mientras "se recorta de los presupuestos
grandes cantidades destinadas a políticas sociales, sanidad y educación,
asistimos al robo que se está llevando a cabo por parte de los
políticos".
Así, ha querido explicar que "cuando hablamos de corrupción
estamos hablando de robo a manos llenas de dinero público, nos están
robando nuestros derechos y prestaciones sociales para dárselas a los
bancos y para quedárselas ellos".
"Exigimos la dimisión del Gobierno de la Nación y la convocatoria
de nuevas elecciones, porque no puede seguir en el gobierno un ejecutivo
que ampara y da amnistía fiscal a los que nos están robando", ha
subrayado Morote.
Finalmente, ha anunciado que ésta no será la última convocatoria
para protestar por la corrupción política. "Si ahora mismo dispusiéramos
de todo el dinero que se ha venido robando en los últimos años,
probablemente el déficit sería más bajo y no habría que recortar en lo
social", ha concluido.
Escrupulosos con la corrupción
El coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, ha pedido a los políticos "ser escrupulosos" con los casos de corrupción para que "la gente vuelva a confiar" en ellos, además de introducir "mecanismos" que permitan penalizar estos casos.
Escrupulosos con la corrupción
El coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Cayo Lara, ha pedido a los políticos "ser escrupulosos" con los casos de corrupción para que "la gente vuelva a confiar" en ellos, además de introducir "mecanismos" que permitan penalizar estos casos.
En declaraciones a RNE, Lara ha abogado por "agilizar" la justicia y que sea "igual para todos", entre otras propuestas, para que de esta manera los políticos "recuperen credibilidad".
"Si eso se pusiera en marcha, la gente volvería a confiar en la política", ha asegurado.
A su entender, "no tiene sentido que el periodo de mayor corrupción" en España se haya producido entre los años 2000 y 2008 y que la sociedad "estuviese aplaudiendo" esa política porque "las cosas iban bien".
"El 'y tú mas' forma parte de quienes tienen algo gordo que
esconder. El problema de la credibilidad de los políticos tiene que
venir dada por la actitud de la gente que nos incorporamos por
compromiso a ayudar que la gente viva mejor", ha señalado.
Respecto a las incompatibilidades de los políticos, ha instado a "cortarlas de manera radical" y ha asegurado que quienes aprueban las privatizaciones "tienen tendencia a debilitar"
el Estado. Para Lara, el que políticos que participen en la
privatización de empresas públicas luego sean contratados por ellas
supone una "puerta giratoria".
"Mucha gente ha privatizado empresas públicas y después entran en
ellas. ¿Quién nos dice que no se quedó el pacto ya atado? Eso hay que
cortarlo de manera radical, porque demuestran que son inútiles al ser
incapaces de gestionarlas en el ámbito público", ha afirmado.
El dirigente de IU ha apuntado a los recientes casos del
expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, y el exconsejero de Sanidad de la
Comunidad Madrid, Juan José Güemes, si bien también ha pedido que "la petición popular de acabar con estos casos" también llegue a los expresidentes del Gobierno José María Aznar y Felipe González. "Si privatizan una empresa, no pueden entrar en ella", ha afirmado.
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