MADRID.- Los test de estrés de Oliver Wyman que se darán a conocer esta tarde
arrojarán unas necesidades de capital para BMN (Mare Nostrum) de unos
2.200 millones, según fuentes cercanas al proceso. Esta entidad
planteará un plan de reestructuración en solitario, lo que da por rotas las negociaciones con el Popular.
Por otro lado, el Banco Sabadell entrará finalmente en el grupo cero,
el de las entidades que no necesitan capital, y los requerimientos de
CatalunyaCaixa -una de las entidades nacionalizadas- estarán por encima
de los 9.000 millones y cerca de los 10.000, según las mismas fuentes consultadas por "El Confidencial".
La fusión de las cajas de Murcia, Granada, Penedès y Sa Nostra, que preside Carlos Egea, irá a parar al Grupo 2, el llamado "grupo de la muerte",
donde van las entidades que suspenden los test de estrés y que no
cuentan con capacidad para recapitalizarse por sí mismas, sino que
necesitan ayuda del rescate europeo (entidades que, por otro lado,
estarán obligadas a traspasar sus activos tóxicos al 'banco malo'). No
obstante, su planteamiento no es su nacionalización o posterior venta,
sino mantenerse en solitario con un plan muy duro de ajuste, de venta de
negocios y activos, y de reducción de capacidad instalada, que
disminuirá el importe de la inyección pública por debajo de esa cifra..
Lo que pasa a mejor vida es el proyecto de fusión con Popular, no tanto por las necesidades de Mare Nostrum, sino por las del banco que preside Ángel Ron, superiores a 3.000 millones según todas las estimaciones. Como adelantó El Confidencial, el Popular ha negociado durante esta semana la fórmula para evitar una inyección de dinero público en
forma de CoCos (convertibles contingentes), que en teoría es
obligatoria cuando las necesidades de capital superan el 2% de los
activos ponderados por riesgo. A la espera de las necesidades
definitivas, es inviable la fusión de dos entidades con unos déficits
tan fuertes de capital, lo que ha hecho que el proyecto pase a mejor
vida. "Se planteó cuando el Popular pensaba que tendría unas necesidades
de 1.500 millones como mucho. Ahora se encuentra con más del doble y
las cuentas ya no salen", según una de las fuentes consultadas.
Las necesidades de Mare Nostrum están en línea con las estimaciones de Merrill Lynch y con las de JP Morgan, firma que tuvo que rectificar una estimación inicial de 7.700 millones
por errores metodológicos. Otras fusiones que están a punto de romperse
por culpa de las necesidades de capital detectadas por Oliver Wyman son
la de Ibercaja con Liberbank y Caja 3, y la de Unicaja con CajaEspaña-Duero. Como también adelantó este diario, las cajas aragonesa y malagueña han conseguido recibir los resultados de las pruebas tanto individuales como conjuntos, para poder evaluar si les interesa seguir adelante con sus respectivas fusiones.
Si estas previsiones se cumplen, BMN se verá obligado a volver a negociar
con Ibercaja y Unicaja -con quienes ya ha hablado en el pasado- puesto
que su futuro en solitario quedara en entredicho (también el de las
otras dos, no por falta de solvencia sino de tamaño en el nuevo
escenario de la banca española). También podría ser absorbido por alguna
de las entidades sanas, pero en teoría éstas deben reservarse para
quedarse con las entidades nacionalizadas: CatalunyaCaixa, NovaGalicia,
Banco de Valencia y, en un futuro, BFA-Bankia, ya sea entera o troceada.
Otra de las incógnitas de estas pruebas de esfuerzo era el Sabadell,
que se encontraba en el límite entre no tener que captar capital
adicional y unas necesidades reducidas pero necesidades al fin.
Finalmente, las fuentes consultadas aseguran que irá al Grupo 0, el de
las entidades más solventes del sistema, junto a la también catalana
Caixa, el Santander, BBVA, Kutxabank y Bankinter. Según estas fuentes,
Oliver Wyman ha aceptado sus argumentos sobre los colchones que genera
el EPA recibido por la compra de CAM, que junto a la captación de 3.300
millones en capital este año, hacen innecesaria la búsqueda de más
recursos para cumplir con el escenario adverso de las pruebas.
Finalmente,
la nacionalizada CatalunyaCaixa requerirá más capital del inicialmente
estimado, según las mismas fuentes. Esta cifra se acercará a los 10.000
millones, frente a los 7.000 que preveía el consenso de analistas. La
razón es doble: por un lado, la troika (Comisión Europea, BCE y FMI) ha endurecido todo lo posible los requisitos de los test,
lo que se traduce en un incremento general de las necesidades de
capital. Por otro, la propia entidad ha solicitado una inyección lo
mayor posible; dado que va a ser vendida inmediatamente, prefiere que el
saneamiento previo sea lo mayor posible para poder obtener un precio
más alto.
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