sábado, 9 de agosto de 2008

El comercio se une a la construcción y la industria murcianas en la destrucción de empleo

MURCIA.- El acelerado incremento del paro en la Región de Murcia en los siete primeros meses, no por esperado menos doloroso, pone de manifiesto que la crisis es más profunda de lo previsto y que las medidas adoptadas por los gobiernos nacional y autonómico han sido incapaces, por ahora, de frenar la sangría laboral. Parecen necesarias otras actuaciones coyunturales y estructurales para dinamizar la economía, según "La Verdad".

Según los datos de la EPA del segundo trimestre del año, el comercio minorista se ha unido a los de la construcción e industria en la destrucción de puestos de trabajo. Las tiendas, tras mucho tiempo de expansión laboral, tienen tasas interanuales negativas en los meses de mayo y junio. Durante la primera mitad del año, la construcción ha seguido perdiendo empuje hasta multiplicarse por tres el número de desempleados en un año (17.300 parados en junio), con un descenso de la actividad muy preocupante.

Según pone de relieve la CROEM, el número de viviendas iniciadas ha caído un 30% sobre el primer trimestre del año anterior, aunque se ha mantenido el vigor de las terminadas. Señalan los empresarios que «el declive del subsector residencial no ha sido contrarrestado, hasta el momento, por la contratación pública, si bien tanto desde la Administración regional como desde la nacional se han articulado medidas que, de ejecutarse, deberían ser efectivas a corto y medio plazo». En este sentido cabe destacar que la licitación de obra pública hasta mayo es inferior en un tercio a la del mimo periodo del año anterior, y la más baja desde el 2004.

La industria, futuro motor económico de la Región, según el proyecto firmado por el Gobierno autonómico y los agentes sociales, también ha entrado en un prolongado proceso de desaceleración. Durante el segundo trimestre -según datos del INE-, se ha producido un fuerte incremento del desempleo, casi hasta doblar el número de parados respecto a principios del 2007, con la consiguiente disminución de los ocupados y el avance en la destrucción de empleo. La caída de la producción industrial del 12% en junio, (descenso medio del 5,5% en lo que va de año) habla por sí misma del continuado declive sectorial.

El heterogéneo macrosector Servicios, que engloba a más de la mitad de los activos, aporta obviamente el mayor número de desempleados, aunque las empresas de turismo, transporte, tecnología de la información y servicios a empresas están capeando la crisis sin excesivas bajas, incluso muchas de ellas han logrado aumentar el nivel de ocupación.

El comercio minorista -que había logrado mantener el empleo en los meses anteriores, según el índice del INE- ha terminado por arrojar la toalla y empieza a disminuir el grado de ocupación, que en junio alcanzó un 1,2% anual. La alta inflación, un nivel de endeudamiento hipotecario imposible, la caída de la actividad y la progresiva desconfianza en la economía están contribuyendo decisivamente a frenar el consumo familiar.

La agricultura sin embargo, ha aportado la nota positiva a este sombrío panorama, gracias al régimen de lluvias y la bonanza climatológica, que han propiciado cosechas aceptables. El nivel de ocupación, pues, ha aumentado, con una notable disminución del paro, que se había disparado durante el primer trimestre, hasta situarse en la cifras más alta desde principios del 2005.

Demanda de nuevas medidas

Empresarios, sindicatos y la oposición política (PSOE e IU) han instado al Gobierno regional a que tome medidas urgentes y complementarias a las ya establecidas para frenar la crisis. El paro registrado durante el mes de julio ha sido el más elevado de los últimos veinte años, según asegura la CROEM, con 4.120 desempleados más y un incremento anual del 51%, el doble de la media nacional pese a que tradicionalmente no es la peor época para el empleo sobre todo en el sector Servicios (turismo, hostelería, comercio, etc) y en el de la actividad agrícola.

Los empresarios, que ya han advertido en varias ocasiones sobre la demora en la adopción de medidas reactivadoras establecidas por el Ejecutivo autonómico, ven ahora imprescindible que se abra un nuevo proceso de concertación entre la administración y los agentes sociales para crear empleo, de la misma forma que se han constituido mesas de diálogo en los últimos años para distintas iniciativas y proyectos. La Cámara de Comercio de Murcia considera esencial aumentar la formación de los trabajadores, adaptar la mano de obra a las necesidades e incrementar la productividad.

UGT cree que a corto plazo se ha de hacer hincapié en mejorar la gestión de determinados servicios públicos a través de la formación para lograr más empleos y mayor productividad.

Igualmente considera necesario acelerar el cambio de modelo productivo donde la diversificación energética, la I+D+i y la tecnología sean la base del futuro económico. De las misma forma, CC OO resalta la necesidad de aumentar la protección social de los trabajadores, mejorar el funcionamiento de los servicios públicos contra el desempleo y modificar el modelo de crecimiento.

El PSOE considera que el Gobierno regional debe ir reforzando los mecanismos de apoyo y el acceso al empleo y propiciando la recolocación de trabajadores de la construcción en otros sectores, entre otras medidas, e Izquierda Unida demanda una actualización presupuestaria, poner en circulación los 600 millones de euros ahorrados en los años de bonanza y solicitar dinero a entidades financieras para hacer frente a un plan de inversiones que logre dinamizar la economía de la Región.

Portavoces de la Comunidad Autónoma destacan, sin embargo, el intenso trabajo que se realiza para afrontar los efectos de la crisis, especialmente para proteger a todos los trabajadores afectados. El consejero de Trabajo, Constantino Sotoca, añade que «quien puede y debe reformar el mercado de trabajo, las políticas activas de empleo, y modernizar los servicios públicos de empleo es el Gobierno de Zapatero, que sigue negando la evidencia, en un estado de aletargamiento veraniego que dura ya más de un año».

Según los datos del Ministerio de Trabajo, el colectivo que más está sufriendo la crisis es el de los inmigrantes, excedentes, sobre todo, del sector de la construcción. En los últimos doce meses, el desempleo total entre los trabajadores foráneos se ha multiplicado por dos al pasar de 6.795 a 12.555. Sólo en julio la tasa aumentó el 11% en relación con el mes anterior.

Pacto anticrisis

A la desconfianza empresarial y ciudadana por el futuro económico y financiero del país, se une la incertidumbre de los murcianos por las medidas tomadas aquí. Probablemente algunas hayan empezado a ponerse en práctica, otras estén en periodo de elaboración y terceras habrá ya preparadas, a falta de dotación presupuestaria. Estamos enterados, pues, de los numerosos planes de futuro -no sabemos si eficientes y suficientes- para sortear la crisis, pero andamos huérfanos de su cumplimiento en el presente.

No sabemos bien qué se está haciendo para recuperar a los trabajadores expulsados del mercado, ni cómo se desarrolla, ni cuál es el calendario para la puesta en marcha de las iniciativas de fomento empresarial. Tampoco si es necesaria una mayor dotación presupuestaria, si son precisos nuevos planes para otros sectores Los ciudadanos tenemos derecho a conocer el desarrollo de estas iniciativas, que nos afectan prácticamente a todos.

Algunos esperamos la comparecencia en la Asamblea de los consejeros afectados para explicar las actuaciones en cada área y someterse a las preguntas fiscalizadoras de la oposición. El PSOE, por otra parte, debería unir ciertas aportaciones a su permanente actitud reivindicativa, tales como el apoyo a los asuntos estratégicos de la Región, y la lucha contra la crisis lo es.

Del mismo modo que Zapatero y Rajoy han logrado superar sus constantes enfrentamientos y la permanente incomunicación con un acuerdo en materia antiterrorista, esencial para el país, el presidente Valcárcel y el líder del PSOE, Pedro Saura, deberían plantearse la posibilidad de alcanzar un pacto anticrisis, con el apoyo de los agentes sociales, para garantizar el futuro de la Comunidad, ahora que arrecia el declive económico.

Las cifras

Nuevos parados: Más de la mitad de los expulsados del mercado laboral en la Región (44.600 personas) se han producido en los últimos seis meses. Aquellos que llevan entre seis y doce meses buscando trabajo se reducen a 10.600, menos de la cuarta parte.

Tasa de actividad. El porcentaje de activos de Murcia durante el segundo trimestre fue dos puntos superior (61,98%) a la media nacional. La tasa ha crecido con fuerza entre las mujeres y ha disminuido algunas décimas entre los hombres.

Jóvenes. La tasa de parados entre 20 y 24 años se ha doblado desde comienzos del año pasado. El índice de empleo de los hombre, en este mismo tramo de edad, ha caído diez puntos, mientras que el de las mujeres ha aumentado algo más de un punto.

Desempleo masculino. El nivel de paro, que se había reducido hasta el 5,08% (prácticamente pleno empleo) entre los hombres a principios del año 2007, ha experimentado un constante incremento desde entonces hasta duplicar la tasa en el mes de junio.

Cambios. Aumenta respecto al 2007 la presencia de mujeres en el sector agrícola (la tasa casi triplica la media nacional) y en el de la construcción, mientras que disminuye en la industria y se mantiene con pequeñas oscilaciones en el de servicios.

Familias: El porcentaje de hogares que tenían en paro a todas las personas en edad de trabajar ha aumentado en el segundo trimestre hasta alcanzar el 4,37%. La tasa ha ido incrementándose cada trimestre desde el 2,05% registrado un año atrás.

(Datos de la EPA correspondiente al segundo trimestre del 2008)

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