El cambio en el panorama político español tras las elecciones locales
y autonómicas será mucho mayor, incluso más drástico, de lo que hacían
esperar todos los sondeos. Como ha dicho con la espontaneidad que le
caracteriza en sus expresiones la candidata de Ahora Madrid, Manuela
Carmena, ha ganado la ciudadanía que quiere el cambio.
Aunque los populares más optimistas quieren sacar pecho insistiendo
que han sido el partido más votado, la realidad también es que se han
dejado nada más y nada menos que 2.600.000 votos. Por su parte el
PSOE, que inicialmente no está para muchas alharacas, pues se deja
850.000 votos, con probabilidad va a entrar en una serie de gobiernos,
los de las principales ciudades de España.
Otro descalabro reseñable lo han experimentado UPyD e IU que sufren un
varapalo importantísimo. UPyD se deja casi la mitad de los votos e IU
desaparece de cinco comunidades. Entre ellas Extremadura, donde su
ausencia a partir de ahora de la Asamblea viene a confirmar que los
partidos minoritarios que apoyan a las mayorías sufren un severo
castigo.
Izquierda Unida se ha dejado un tercio de los votos obtenidos en las
municipales de hace cuatro años, cuando consiguió 1.437.061 sufragios
que se han quedado en 1.024.819, con el 96 por ciento de los votos
escrutados, cuando han comparecido la vicepresidenta del Gobierno y el
Ministro del Interior .
Los populares insisten en que han ganado las elecciones municipales
con 5.670.717 de votos, el 26,87% de las papeletas y 22.088
concejales, mientras que el PSOE sería la segunda fuerza política
municipal con 5.307.966 (el 25,15%) y 20.288 ediles.
El PP logró en las anteriores elecciones locales un 37,54 por ciento
de apoyo ciudadano, muy por encima del 26,9 por ciento de este 24M,
9,8 puntos porcentuales menos que hace cuatro años.
Bien es verdad que algunos de sus líderes han sido más realistas que
el secretario de organización, Carlos Floriano, quien ha insistido en
la idea de que han vencido y de que están dispuestos al diálogo, pese
a que una eventual coalición de izquierdas les vas a dejar fuera de la
gran mayoría de los ayuntamientos más importantes de España.
Es el caso de Rita Barberá. La todavía alcaldesa de Valencia, tras
enfatizar que el PP ha sido la fuerza más votada en su capital, ha
admitido que le resultará muy difícil poder seguir gobernando.
En concreto, el PP pierde las principales capitales españolas que
estaban en sus manos como son Madrid, Valencia y Sevilla. Eran las
capitales que se habían fijado como la línea roja para determinar
quien ganaba o perdía las elecciones.
CiU que se ha dejado tres puntos porcentuales en Barcelona, también ha
perdido a manos de la coalición de izquierdas ‘Barcelona Comú’, la
alcaldía de la principal ciudad catalana.
Con todos estos aspectos está claro que la semana que comienza tendrá
sobre todo carácter político. A partir de ahora habrá que negociar
mucho.