MURCIA.- Con motivo del Día Mundial del Corazón, que este año se celebra bajo el
lema 'Muévete Corazón', el doctor Matías Pérez-Paredes, jefe del
Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Murcia, ha recordado
que la actividad física desempeña un papel determinante en la prevención
de las enfermedades cardiovasculares.
Como recalca el doctor
Pérez-Paredes, "el sedentarismo se ha convertido en uno de los grandes
problemas de salud del siglo XXI. Pasamos muchas horas sentados frente
al ordenador, el móvil o el televisor, y cada vez menos tiempo
realizando ejercicio", según informaron fuentes del citado hospital de Murcia en una nota.
Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), el sedentarismo es responsable de más de cinco millones de
muertes anuales en el mundo. En España, se estima que casi el 40% de la
población adulta no alcanza los niveles mínimos de actividad física
recomendados.
El hábito de vida sedentario tiene
consecuencias directas sobre la salud cardiovascular ya que aumenta el
riesgo de hipertensión, diabetes, obesidad, enfermedad coronaria, ictus e
incluso de muerte prematura.
El especialista ha destacado que
el ejercicio físico regular es una de las herramientas más potentes y
accesibles para proteger nuestro corazón, ya que es capaz de reducir la
presión arterial, mejorar la circulación sanguínea, controlar el peso y
regular el perfil lipídico.
Además, contribuye a reducir los niveles de
azúcar en sangre, el estrés y la ansiedad.
El jefe de
Cardiología del citado hospital de Murcia ha puntualizado que el
beneficio del ejercicio no depende de la edad.
"Incluso en personas
mayores o en pacientes ya diagnosticados de alguna cardiopatía, la
actividad física adaptada mejora la capacidad funcional y la calidad de
vida. Además, en pacientes que ya han sufrido algún evento
cardiovascular los programas de rehabilitación cardiaca basados en
ejercicio reducen la mortalidad total hasta un 25%", ha señalado.
El jefe de Cardiología del del citado hospital de Murcia ha recomendado
al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica moderada como
caminar a paso ligero, nadar o montar en bicicleta, combinada con
ejercicios de fuerza ligera o moderada.
"La clave es la
constancia. No hace falta ser atleta ni practicar ejercicio de alta
intensidad, basta con integrar la actividad física en la vida cotidiana:
subir escaleras en lugar de usar el ascensor, ir caminando al trabajo,
practicar algún deporte o actividades al aire libre", ha sugerido el
especialista.
El doctor Pérez-Paredes ha aconsejado comenzar a
practicar deporte de forma progresiva, escuchar al cuerpo, hidratarse
adecuadamente y evitar hacer ejercicio físico en condiciones extremas de
calor o frío. Y es que, ha añadido, "prevenir el sedentarismo es una
inversión segura en salud y longevidad. Nuestro corazón está diseñado
para latir al compás de la actividad. Cuidarlo está, en gran parte, en
nuestras manos y en nuestros pies".
Asimismo, ha subrayado la
importancia de la supervisión médica: "la práctica deportiva intensa y
brusca en personas no entrenadas o con antecedentes cardíacos puede
desencadenar arritmias o eventos coronarios, de ahí la importancia de
una valoración médica individualizada, sobre todo en personas con
factores de riesgo o síntomas".
"Antes de iniciar un programa
de entrenamiento estructurado, una valoración cardiológica adecuada
puede salvar vidas", ha concluido el doctor Pérez-Paredes.
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