lunes, 28 de abril de 2025

Repsol alertó hace cinco días de un gran fallo de suministro eléctrico que paró su refinería de Cartagena



MADRID.- «Una parada inesperada debido a problemas técnicos con el suministro eléctrico». Repsol avisó hace cinco días con estas palabras a algunos de sus grandes clientes de que las entregas de producto en su refinería de Cartagena quedaban suspendidas desde ese momento hasta que el incidente estuviese completamente resuelto. Se trató, según fuentes conocedoras, de un «fuerte fallo eléctrico ajeno a la planta», cuya envergadura obligó a Repsol a activar una cláusula de «fuerza mayor», tal y como recoge la misiva fechada el 24 de abril, a la que ha tenido acceso El Mundo.

Los mecanismos de protección de las refinerías se activan cuando detectan desajustes en el sistema eléctrico, como el que hoy ha generado el mayor apagón en la historia de España. Lo hacen para evitar un colapso en su operativa. Una vez que saltan sus relés, no es posible retomar la actividad hasta que la red eléctrica se ha estabilizado por completo.

Así ocurrió durante el incidente descrito en la carta de Repsol, que tuvo lugar el martes 22 de abril. Ese mismo día, el ministro de Transportes, Óscar Puente, achacó en su perfil de X a «un exceso de tensión en la red (eléctrica)» incidencias en la alta velocidad ferroviaria desde Chamartín hasta Pajares, que separa Castilla y León de Asturias.

El ministro acompañó ese tuit con una captura de pantalla de la página web de Red Eléctrica. La imagen mostraba una panorámica del sistema eléctrico nacional muy similar a la que se registró ayer, cuando un cero energético mantuvo en la oscuridad a la península ibérica durante horas.

Red Eléctrica ha indicado a última hora de la tarde de este lunes que la causa del blackout fue un fuerte desfase entre oferta y demanda «debido a una pérdida de generación» superior a la que es posible amortiguar. En definitiva, a un fallo del sistema. El episodio, de una magnitud sin precedentes en España, provocó un «colapso total del sistema eléctrico», cuya reposición todavía no se ha completado. 

El primer síntoma de ese apagón fueron «severas oscilaciones de tensión» que hicieron saltar todas las alarmas de Red Eléctrica en torno a las 12:30 horas. La empresa pública ha evitado concretar qué parte del mix energético es la que hundió su producción causando el desbalance. Varias fuentes técnicas ven similitudes entre lo ocurrido hoy y los episodios de inestabilidad producidos la semana pasada.

Un vistazo a la evolución del sistema eléctrico español en la última semana evidencia una dinámica cada vez más frecuente: un exceso de generación fotovoltaica, siempre en las mismas horas, que llega a superar la demanda. Es algo de lo que el sector lleva tiempo alertando y que está obligando a Red Eléctrica a parar la producción de numerosos parques solares para evitar desajustes.

Para mantener la estabilidad del sistema eléctrico, la oferta debe encajar con la demanda las 24 horas del días, los 365 días del año. La actual entrada de renovables, principalmente solar, en horas punta, está incrementando los episodios de desacople entre ambas variables, lo que complica la gestión de la red a la empresa pública.

 Sobre todo, si se tiene en cuenta que el mix energético nacional es cada vez más dependiente de la eólica y la fotovoltaica, dos tecnologías no gestionables, en virtud de la planificación energética diseñada por el Gobierno a través del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC).

Desde una de las principales firmas internacionales de trading de petróleo y gas aseguran, en conversación con este medio, que la activación de esa cláusula de «fuerza mayor» en las entregas de producto es un hecho absolutamente «anómalo». «Ocurre una vez cada 20 años, cuando hay fenómenos extremos, como una DANA, o una explosión», explican.

Así lo corroboran fuentes del sector que destacan que «no es frecuente» este tipo de situaciones ni fallos en el suministro eléctrico de tal calibre que desencadenen un frenazo en instalaciones críticas, como una refinería. En una semana, España ha vivido desajustes de oferta y demanda que han causado dos colapsos energéticos que, aunque en distintos niveles de gravedad, han afectado a infraestructuras críticas, desde la energía al transporte.

«En un sistema como el ibérico, muy débilmente conectado con el resto de Europa, la entrada continuada de solar y eólica debe acompañarse de tecnologías que aporten flexibilidad, si se quiere sustituir al gas y, quizás, a la nuclear, para compensar los desajustes naturales que desequilibran la ecuación de generación y demanda», alerta un alto directivo del sector.

No hay comentarios:

Publicar un comentario