MURCIA.- Las precipitaciones del pasado año hidrológico, que se extendió del 1
octubre 2023 al 30 de septiembre 2024, han permitido caracterizar a este
año como el segundo más seco de la última década, al registrar una
precipitación media de 179 litros por metro cuadrado, un 40% menos a la
recibida en el año 2022-2023.
Este dato es un 52% inferior al
promedio de los cinco años anteriores y un 47% inferior al de los 10
anteriores en el mismo periodo.
Así lo ha trasladado el
presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario
Urrea, y los responsables de las distintas unidades del organismo de
cuenca, a la Junta de Gobierno en el marco de una reunión celebrada este
jueves.
Durante el último año hidrológico, los trasvases
autorizados procedentes de los embalses de Entrepeñas y Buendía han
ascendido a un total bruto en origen de 294 hectómetros cúbicos, de los
que 194 han ido destinados a la agricultura de regadío y 89 al
abastecimiento de poblaciones, según informaron fuentes de la CHS en un
comunicado.
Por su parte, las existencias de recursos propios
de la cuenca almacenados en los embalses de cabecera a 1 de octubre de
2024 fueron de 45 hectómetros cúbicos, 62 menos de los que había en esa
misma fecha del año hidrológico anterior.
En este sentido, la
Junta de Gobierno ha constatado la importancia de las aguas desaladas en
esta cuenca. Así, las desaladoras gestionadas por Acuamed --Águilas,
Torrevieja y Valdelentisco-- produjeron un volumen de 158,02 hectómetros
cúbico; las de la Mancomunidad de Canales del Taibilla --Alicante I y
II, San Pedro I y II--, 65,4, y la de Escombreras, gestionada por la
Comunidad, aportó 3,2.
La MCT ha informado que puede asegurar
el abastecimiento para la población durante este año hidrológico,
2024-2025, gracias al "mix" del agua que aúna recursos procedentes del
río Taibilla y los aportes del trasvase Tajo-Segura y por la desalación.
Los desembalses que se han producido en los meses de octubre y
noviembre totalizan 30,9 hectómetros cúbicos frente a una curva objetivo
de 16,8 hectómetros, por lo que se ha producido un desfase de 14,1.
Por todo ello, el organismo de cuenca ha comunicado que deben
mantenerse las restricciones vigentes para los usuarios de regadíos
--fijadas en el 40% para tradicionales y 57% para no tradicionales--.
Además, la Junta de Gobierno de la CHS ha sido informada de los
efectos de la DANA acontecida entre el 28 de octubre y el 4 de
noviembre. Cabe señalar que, según los datos del Sistema Automático de
Información Hidrológica (SAIH) del Segura, se recogieron 32,191
hectómetros cúbicos en los embalses de regulación en ese periodo.
Por su parte, los pluviómetros de Riopar, el embalse de La Fuensanta y
Caravaca registraron el mayor número de acumulados de lluvia.
Los avisos hidrológicos en el SAIH se iniciaron el día 28 a las 23.40
horas, registrando situaciones extremas en la rambla de Chirivel y
continuando con los generados en La Cierva, el río Taibilla, aforador
del Gallego, entre los días 28 y 29. La situación extrema de Camposol y
Hermanillas se produjo el 3 de noviembre.
El centro SAIH
emitió los avisos protocolizados a las entidades responsables. En total,
la CHS envió 45 avisos amarillos -- Murcia 25, Albacete 17, Almería 2 y
Jaén 1-- y 14 alertas naranjas por avisos pluviológicos --Murcia 8 y
Albacete 5--.
En cuanto a los avisos hidrológicos, el
organismo de cuenca hizo 14 avisos amarillos --Murcia 8, Albacete 4,
Almería 1 y Jaén 1--; dos alertas naranjas en la provincia de Murcia y 7
de situación extrema --Murcia 4, Albacete 2 y Almería 1--, coincidiendo
estos con las crecidas registradas en las proximidades de Létur, la
rambla de Las Moreras y la rambla de Chirivel.
Entre el 28 y
el 30 de octubre, el municipio de Letur, en Albacete, fue afectado por
un episodio de lluvias muy intensas en un corto periodo de tiempo que,
unido a ser el arroyo que atraviesa la población de gran pendiente, se
tradujo en un repentino episodio de avenida.
Durante este
período, el caudal registrado en la estación de aforo del Gallego,
situada aguas abajo de la confluencia de la rambla de Letur con el
Segura, a ocho kilómetros, experimentó un hidrograma de avenida con un
pico de más de 300 metros cúbicos por segundo, recogiendo las aguas del
Segura, la rambla de Letur y río Taibilla.
Este aumento
extraordinario de caudal fue resultado directo de las lluvias acumuladas
en las cuencas del Taibilla y la cabecera de la rambla de Letúr, de tal
manera que esta última, a su paso por el casco urbano, "significó el
desbordamiento del encauzamiento".
Para recuperar el dominio
público hidráulico, así como la capacidad de desagüe de algunas presas y
estaciones SAIH, la Presidencia de la CHS ha declarado un conjunto de
obras de emergencia. Ya están en ejecución las correspondientes al
arroyo de Letur y la del embalse del Argos, mientras que la contratación
del resto está en tramitación.
Por otra parte, la Junta de Gobierno ha sido informada de la
estrategia de actuación 'NITRA-SEGURA', cuyo objetivo es recopilar los
criterios de actuación de la CHS para avanzar en el control de la
contaminación por nitratos de las aguas de las masas de la demarcación
por aplicación de la normativa.
Con ello, el organismo
pretende dar cumplimiento a las disposiciones de la Directiva Marco del
Agua de la Unión Europea y la normativa estatal relativa al control de
la contaminación por nitratos, en particular el Real Decreto 47/2022, de
18 de enero, sobre protección de las aguas contra la contaminación
difusa producida por los nitratos procedentes de fuentes agrarias y por
las disposiciones normativas del Plan Hidrológico del Segura.
Desde la CHS han explicado que "no se trata de ninguna nueva norma
restrictiva, sino de trasladar a Junta de Gobierno lo que significa la
aplicación de la normativa en relacion a este tema", y que se aplica
tanto en las propias autorizaciones y concesiones tramitadas, como en
los informes preceptivos sectoriales que se emiten en los trámites
ambientales de las CCAA.
La normativa actual imposibilita
otorgar concesiones o autorizaciones que impliquen la asignación de
nuevos volúmenes o el incremento en la demanda real de las explotaciones
ganaderas existentes como consecuencia de un cambio en sus
características esenciales, así como la atención de nuevas explotaciones
ganaderas, independientemente del origen del recurso que se trate,
superficial, subterráneo, reutilizado o desalado.
Además, no
se pueden realizar nuevas captaciones de aguas subterráneas en aquellas
masas declaradas formalmente en riesgo de no alcanzar el buen estado
cuantitativo o químico, con destino a la atención de nuevas actividades
ganaderas o a la ampliación de las existentes, si éstas se sitúan en
zonas declaradas vulnerables a la contaminación por nitratos.
También se incrementará la vigilancia de las balsas en las que se
acumulen y almacenen los residuos generados en la actividad ganadera que
deberán encontrarse, en todo caso, impermeabilizadas artificialmente.
La capacidad de impermeabilización natural del terreno constituirá
únicamente un elemento de seguridad en caso de desbordamiento natural de
aquellas.
Según la CHS, "todas esas medidas deberán
complementarse con las que la Comunidad Autónoma establezca en el
Programa de actuaciones en zonas vulnerables, que debe aprobar en
cumplimiento del Dictamen motivado de la Comisión Europea de julio de
2020".
Este documento "debe incluir, y apuntalar según la
jurisprudencia, todas las medidas adicionales y reforzadas que sean
necesarias para lograr los objetivos de la Directiva, también en el Mar
Menor, para reducir y prevenir la contaminación".
A fecha de hoy no se dispone del citado programa de actuación, que se encuentra en tramitación, según ha precisado el organismo de cuenca.
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