MADRID.- "Fabulosas confabulaciones". "Un mundo mágico donde toda perfidia tiene
su asiento". "Motivaciones subjetivas de todo punto impertinentes". El
último auto del juez instructor del caso Auditorio, Julián Pérez-Templado, está sazonado de numerosas críticas a las acusaciones personadas en la causa que terminó costándole la Presidencia de Murcia al popular Pedro Antonio Sánchez, según adelanta El País.
El magistrado aprovecha el escrito con el que da cumplimiento a una
resolución de sus compañeros de Tribunal Superior de Justicia de Murcia,
que aceptaba los recursos de apelación de los letrados que representan a
Podemos y a un exconcejal socialista, para cargar contra estos últimos y
dejar entrever un próximo archivo del sumario, según destacan fuentes
jurídicas.
En su auto, fechado el pasado miércoles y al que ha tenido acceso
El País, el magistrado se pronuncia sobre tres diligencias solicitadas
por las acusaciones y que había rechazado inicialmente.
Pérez-Templado –al
que una de las partes recusó sin éxito tras salir a la luz pública una
fotografía en la que aparecía en la terraza de una cafetería junto a un
dirigente del PP local– destaca que, pese a que sus compañeros del
Tribunal Superior estiman en parte los recursos, también le permiten
"pronunciarse con libertad de criterio sobre la pertinencia, necesidad y
posibilidad de la práctica de las pruebas propuestas por las
acusaciones".
Así, sobre la solicitud de un informe sobre la titularidad
de unos terrenos de Puerto Lumbreras, el municipio donde se levantó el
auditorio cuando Pedro Antonio Sánchez era alcalde, el magistrado
considera que ya se ha realizado, por lo que rechaza pedirlos de nuevo.
"No vamos a entrar en motivaciones subjetivas, de todo punto
impertinentes. Basta con que se ha dado satisfacción a la parte y vamos a
otra cosa", recalca de modo coloquial.
A la petición de incorporar a la causa otra documentación
sobre la parcela en la que se construyó el edificio cultural bajo
sospecha, el juez considera que en el sumario ya obra "innumerable
acopio documental" de "miles y miles" de folios sobre ello, pese a lo
cual anuncia que decide aceptarla "en evitación de suspicacias".
Respecto a la tercera y última diligencia solicitada por las
acusaciones, la de pedir al Colegio de Arquitectos de Murcia y al
Ayuntamiento de Puerto Lumbreras copia de una sentencia urbanística de
2008, Pérez-Templado recalca que la misma "está aportada a los autos y
tendrá en su momentos sus efectos, que nadie lo dude".
En este punto, el
magistrado critica que con esta petición las acusaciones solo pretenden
"traer más y más papeles" a la causa "so pretexto de fantásticas
confabulaciones" que rebasan lo que califica de "anchurosos límites de
este procedimiento para entrar en un mundo mágico donde toda perfidia
tiene su asiento".
Tras ello, el juez instructor del 'caso Auditorio' invita a
las acusaciones a que si creen que "hubo extraños manejos extra o
intraprocesales, que interponga querella o lo que les plazca contra sus
oscuros autores".
Con esto último, Pérez-Templado considera haber dado
cumplida respuesta a la decisión de sus compañeros del Tribunal
Superior. "Tal vez las acusaciones no hayan quedado tan convencidas,
pero así con las cosas", concluye.
Le va a pasar como con el duplex de Pedro Antonio en Puerto Lumbreras: que no ve nada raro y lo va a archivar enmedio de un gran escándalo; lo mismo pasará con la Púnica aunque de entrada parezca lo contrario. La Judicatura murciana más politizada lleva plomo en las alas por el agradecimiento debido al PP y a Valcarcel por haber alcanzado los puestos que ocupan precisamente para que nunca les pase nada a sus mentores y a sus protegidos. Lo del juez Abadía resultó un imprevisto.
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