CARTAGENA.- "Desde CTSSP manifestamos nuestra satisfacción por esta primera 
Comisión de Investigación propuesta por nuestro grupo, y destacamos el 
buen hacer y el trabajo de sus integrantes. La experiencia obtenida en 
la misma nos emplaza a una pronta y necesaria regulación de la 
comisiones de investigación en el Reglamento del Pleno de este 
Ayuntamiento para corregir algunas faltas y vacíos detectados en su 
desarrollo. 
En segundo lugar, la ciudadanía debe saber que en el 
pliego de condiciones se deja muy claro que se contrata un auditorio 
terminado, y sin embargo, tras el importe de licitación del contrato de 
las obras más los 4 modificados que suman 44.462.765€, se tuvieron que 
ejecutar a posteriori las obras complementarias. ¿Por qué? Dichas obras 
supusieron unos costes añadidos de 2.093.871 € para la Adaptación 
Acústica + 9.478.441 € para Equipamiento Escénico + 1.538.788 € para 
Mobiliario + 4.238.175 € para Adecuación del Entorno, lo que sumado a 
los honorarios técnicos de arquitecto y aparejador nos hacen pasar a un 
coste total de 63.9382E377 € para un auditorio que se contrató por 
20.364.945 € (+315%).
La obra fue contratada, ciertamente a un 
premio nacional de arquitectura, pero el cual no completó ni consumó la 
diligencia y lex artis propia de su profesión, pues tenía que haber 
previsto que la especial ubicación iba a ser origen de los sobrecostes 
que finalmente se produjeron, debiendo haberse basado en un correcto y 
eficaz estudio geotécnico como primer paso para la redacción, tanto de 
los documentos técnicos, como de la ejecución de las obras y la 
correspondencia entre previsiones y situaciones desconocidas, no 
previstas o sobrevenidas. 
La solución, con una filtración que 
parece importante, en un ambiente marino agresivo, y con unos requisitos
 de estanqueidad muy exigentes, al ser el espacio sumergido (el propio 
patio de butacas), parece más precaria de lo que sería deseable, y 
aparentemente sobrevenida por una falta de previsión de algo que era 
evidente al construir bajo rasante junto al cantil del puerto. Por todo 
ello, desde CTSSP exigimos la responsabilidad contractual y técnica del 
arquitecto José Selgas.
El Sr. Juan José Hernández Nieto, director
 de la UTE (ACS e INTERSA) empresa constructora, también es 
corresponsable de estos sobrecostes, pues era conocedor de los errores 
de inicio pero aún así decidió continuar con la obra manifestando que 
ellos no estaban para renunciar a la misma. Conocían los estudios 
geotécnicos sabiendo que el primero ya era incorrecto, pero entendemos 
que su presunta actitud negligente le llevó a continuar y no desistir a 
pesar de los futuros y previsibles problemas que efectivamente 
surgieron.
En cuanto a los técnicos del Ayto, queremos emitir unas
 “conclusiones particulares” en las que nos diferenciamos como grupo 
político de la apreciación del resto de la Comisión: desde CTSSP 
consideramos que cabe también recriminar el mal hacer del Coordinador de
 Urbanismo existente en el inicio de la obra, Jesús López López, dado 
que él supervisó el proyecto inicial, dándole el visto bueno y no vio en
 ningún momento la importancia del informe geotécnico inicial, pues 
desconocía su existencia, según nos manifestó. Sus funciones principales
 como Director de Urbanismo eran la certificación de obras, el 
cumplimiento de los plazos y las obligaciones del contrato; es decir, él
 era la figura del control municipal sobre la dirección técnica de la 
obra. Estuvo en el momento más importante del inicio de la obra, que era
 cuando se realizó el acta de replanteo y no advirtió nada. De hecho es 
prueba evidente de ello que nada más marchar de sus funciones se crea 
una Comisión Técnica Especial formada por funcionarios del Ayto. (que 
trabajaron adecuadamente) para reconducir y poner orden en las numerosas
 irregularidades que se estaban empezando a dar.
La ubicación 
formaba parte de un proyecto estratégico denominado “Puerto-Ciudad”; sin
 embargo parece que dicha decisión fue caprichosa por parte de los 
políticos gobernantes en ese momento, que no tuvieron en cuenta las 
repercusiones económicas que supuso para las arcas municipales, gastando
 el dinero público sin contemplaciones ni medida con el fin último de 
promocionar su figura política y a su partido.
Incluso en el 
supuesto de que todo estuviera dentro de la legalidad, acusamos 
directamente al gobierno municipal del Partido Popular en aquellos años,
 formado por los concejales Gabriel Ruiz, Mª Ángeles Palacios, José 
Vicente Albaladejo y José Cabezos Navarro, y en última instancia la 
alcaldesa Pilar Barreiro, como últimos responsables por no cumplir con 
su función de servidores públicos, al llevar a cabo la construcción de 
un edificio no prioritario y económicamente desproporcionado para las 
necesidades de Cartagena2E Esto supone una evidente falta de previsión y
 gestión en una obra pública, que nos ha dejado endeudados por muchos 
años a la ciudadanía cartagenera.
También queremos dejar claro las
 responsabilidades que desde nuestra valoración particular se deben 
exigir al Arquitecto José Selgas, a la UTE ACS-INTERSA, al Técnico 
municipal Director de urbanismo Jesús López López y a los concejales y 
alcaldesa del PP. Dichas responsabilidades serán depuradas en la forma 
en que los Servicios Jurídicos del Ayto. de CT determinen, tras el 
informe que la Comisión de Investigación les haga llegar.
Por 
último, lamentamos que ni Pilar Barreiro, ni su equipo de Gobierno ni el
 propio arquitecto tuvieran la disposición a prestar declaración en la 
Comisión, ya que la ciudadanía es lo mínimo que se merece, teniendo en 
cuenta que se deben dar todas las explicaciones cuando se ha construido 
con dinero público un edificio innecesario que ha costado 3 veces más de
 lo presupuestado inicialmente".

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