Quiere que la
 cosa vaya todo lo rápida que pueda ir. El pasado mes de marzo, el 
comisario de Energía, Miguel Arias Cañete, exhibía las ‘grandes 
oportunidades’ que tendría para España un mercado europeo de gas natural
 licuado. Un mes más tarde, insistió en las ‘nuevas posibilidades’ que 
se abrirían con el acuerdo que se estaba fraguando entre EEUU e Irán. Y 
el pasado 4 de este mes, fue anfitrión de todo un almuerzo en la cumbre.
Así
 lo cuenta Gabrele Steinhauser y Laurecen Norman este lunes en The Wall 
Street Journal: ‘A principio de este mes, el comisario de Acción por 
el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete, celebró un almuerzo con 
delegados de empresas europeas de energía, que incluían a RWE, 
E.On, BP, Royal Dutch Shell, Repsol, Engie y Statoil, para comentar las
 posibilidades en Irán’.
Tres días más tarde estaban en 
Teherán los ministros de Fomento, Ana Pastor, y de Industria y 
Energía, José Manuel Soria, además del inevitable titular de 
Exteriores, García-Margallo. Hablaron de esa vía de suministro de GNL a
 través de las instalaciones españolas tras reunirse con su colega
 iraní, Biyan Namdar Zanganeh. ¿Casualidad o acción coordinada? Más 
bien lo segundo: el acuerdo al que se ha llegado sobre el programa 
nuclear de Irán ha despertado muchas iniciativas y tiene a 
Gobiernos, petroleros, constructores y empresarios de toda 
índole y de todo el mundo frotándose las manos en espera de 
negocio.
De hecho, no han sido Pastor y Soria los único que se 
han apresurado a aprovecharse del deshielo, aunque todavía queda 
mucho acuerdo por cumplimentar. También han pasado por la capital 
iraní, entre otros, ministros de Alemania, Reino Unido, Italia, 
Francia y Polonia.
En concreto, un miembro de una energética 
que asistió al almuerzo con Arias Cañete le ha confesado al WSJ que 
se trató de ‘alentar a las empresas europeas a buscar activamente 
lazos con Irán’. Y añadió que los funcionarios de la Comisión 
‘trataron de asegurarse de que las empresas europeas no se sientan 
cohibidas’. Y un funcionario de la Comisión revela al mismo diario 
el porqué de la prisa: ‘Queremos que nuestras empresas vayan allí e 
inviertan a todo trapo…, antes que los norteamericanos y los 
chinos’.
A pecho descubierto, las palabras son más 
moderadas, como las de una portavoz de la Comisión. Confirmó que 
durante la reunión del almuerzo se habló de a ver qué se podía hacer 
en Irán, pero que no se estaba empujando a acelerar acuerdos 
formales: ‘Cuando se den las condiciones trataremos de empezar un
 diálogo a alto nivel con Irán’.
Uno de los ámbitos de ese 
diálogo es el GNL, naturalmente, como señala el título de la 
información del WSJ: ‘Irán podría convertirse en un gran 
suministrador de gas natural a la UE vía España’. Pero no es para 
mañana. Concreta el funcionario anónimo: ‘La Comisión Europea cree 
ahora que la UE podría importar de Irán anualmente hacia 2030 entre 
25.000 y 35.000 millones de metros cúbicos de gas’ (25bcm-35bcm). O 
sea, a 15 años vista, en parte porque aunque España tenga tantas 
regasificadoras como el resto de Europa, al gran gasoducto Midcat
 entre España y Francia le faltan unos añitos.
De todas formas, 
el mismo funcionario admite que ‘se está acelerando el trabajo 
bajo cuerda durante los últimos meses’. Ya hay un ‘plan 
provisional’ para el suministro de esos 35bcm, ‘la mayor parte de 
ellos en forma de gas natural licuado, que se espera llegue a la UE 
vía España, actualmente el país con la mayor capacidad de 
importación de GNL’.
(*) Periodista
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