
Lamento esa conclusión que puede ser generalizada y, aunque no es fácil, con toda humildad y a la vez con contundencia y responsabilidad, quisiera evitarla. Para ello, de manera clara y concisa quiero dejar claro tres puntos.
En primer lugar, la llegada del AVE es irrenunciable. No
hay una parte que dice que sí y otra que no. Que es importante para
Murcia y que ayudará a mejorar la economía? Que sí, que en esto hay
total acuerdo, lo contrario es un falso debate.
En segundo lugar,
el soterramiento también es irrenunciable. Todos, incluso el PP, nos
hemos manifestado a favor del soterramiento. Lo hemos reclamado en
manifestaciones y escritos al ministerio de Fomento. Y además, aceptamos
que se pueda hacer por fases, dada la complejidad del proyecto.
El
tercer punto es, entonces, en qué no coincidimos: en que las obras del
soterramiento se inicien por el principio, como es normal en cualquier
obra, de acuerdo con el protocolo del 2006, que es un compromiso
aceptado por todas las Administraciones: ministerio de Fomento,
Comunidad Autónoma y Ayuntamiento de Murcia, con un proyecto que se
adapte a este protocolo. El PP, sin embargo, quiere recortar el
soterramiento y acortarlo, sobre la base de su proyecto de
permeabilización, que es de supresión de pasos a nivel. Este último
caso es el que propone ADIF, asegurando que es la primera fase del
soterramiento.
Llegados a este momento, esta última opción tiene,
a mi juicio, tres pegas. La primera, que es necesario el informe
medioambiental del proyecto, para evitar problemas de legalidad, y no es
cuestión baladí. La segunda, que hay que gastar en actuaciones que
después hay que rehacer, por lo que es un dinero perdido y un ejemplo de
ineficacia y derroche que no nos podemos permitir. Y la tercera, que al
no empezar por el principio, la provisionalidad se puede hacer
permanente.
Es que si no hacemos lo que dice ADIF, el AVE se
retrasa, nos amenazan. No es cierto, porque los técnicos nos dicen que
el AVE puede llegar y pronto con las actuaciones pertinentes. Ahora
bien, y que quede claro: las obras del soterramiento deben haber
empezado desde el principio con la certeza absoluta de su finalización.
Por
tanto, que llegue el AVE y que el soterramiento se haga de acuerdo al
proyecto integral, adecuadamente y desde el principio, son los dos
objetivos compatibles e irrenunciables. Y me pregunto: ¿por qué los
responsables políticos del Ayuntamiento y de la Comunidad Autónoma no
aprovechamos la fuerza de toda una sociedad para exigir a Fomento que se
cumpla el compromiso del 2006? ¿No es ya la hora de que Murcia reciba
lo prometido?
Aunque sea un poco iluso, sigo creyendo en que es posible
actuar a partir de lo que nos une y no de lo que nos separa. Los que
tienen el poder tienen mayor responsabilidad de intentarlo y de
conseguir la voz única de toda la sociedad. La discusión y la polémica
partidista y excluyente en los grandes proyectos es un camino para no
resolver el problema pueden ofrecer un rédito electoral a quien la
promueve. En Murcia lo sabemos muy bien con el tema del agua. Dice un
proverbio chino que el sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo
el necio se queda sentado en él. No seamos necios y actuemos con
sabiduría.
(*) Portavoz socialista en el Ayuntamiento de Murcia
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