MURCIA/MADRID.- La organización profesional agraria ASAJA Murcia ha denunciado la crisis de precios que está viviendo el sector de la pata en España, y particularmente en la Región de Murcia, y ha manifestado gran preocupación porque los productores no están cubriendo ni siquiera los costes de producción de este tubérculo.
Según ha explicado el Secretario General de ASAJA Murcia, Alfonso 
Gálvez Caravaca, "estamos muy preocupados con la crisis de precios de la
 patata, pues con cotizaciones de 0,12 €/kilo se está perdiendo dinero, 
por eso es vital buscar soluciones a esta crisis, que pasarían por la 
creación de una organización interprofesional que vertebre definitivar 
el sector patatero, así como por una campaña de promoción del consumo de
 patata origen España".
Además, el titular de ASAJA Murcia ha apuntado también que "es 
fundamental incrementar el consumo de patata española, y no consumir 
patatas de terceros países como por ejemplo Egipto, pues tenemos una 
patata de enorme calidad y es vital que trabajemos para incentivar el 
consumo de nuestros productos".
Asimismo, Gálvez Caravaca ha señalado también que "sería muy 
importante trabajar para ordenar y concentrar la oferta en el sector de 
la patata, y de esta manera se podrían evitar los desajustes comerciales
 y, fundamentalmente, el hundimiento de precios que es tan perjudicial 
para los productores".
Dentro del mismo contexto, el portavoz de ASAJA Murcia ha comentado 
también que "el sector de la patata está retrocediendo de manera 
alarmante en la Región de Murcia, con el abandono de muchas 
explotaciones, por lo que hay que trabajar intensamente el sector junto a
 la Administración para resolver la crítica situación que se está 
viviendo actualmente".
También la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos COAG ha alertado de que las grandes superficies están vendiendo como patata nueva española, fresca y recién cosechada, patata de conservación que lleva más de seis meses almacenada a cuatro grados de temperatura y que ha sido tratada con agentes químicos para evitar que germine.
También la Coordinadora de Agricultores y Ganaderos COAG ha alertado de que las grandes superficies están vendiendo como patata nueva española, fresca y recién cosechada, patata de conservación que lleva más de seis meses almacenada a cuatro grados de temperatura y que ha sido tratada con agentes químicos para evitar que germine.
"La apuesta comercial de las grandes cadenas de distribución por las 
importaciones de patata vieja de conservación, compradas a bajo precio, 
ha provocado una caída del consumo de patatas en España del 12% en los 
últimos seis años", afirman desde COAG, remitiendo a los datos del Panel
 de Consumo Alimentario 2014 del Ministerio de Agricultura, en el que se
 consigna que España ha visto descender su consumo doméstico anual de 
1.147.000 toneladas en 2008 a 1.028.000 en 2014.
"Hemos detectado casos en el que colocan carteles en los
 que anuncian el producto como patata nueva, e incluso el etiquetado 
señala que es de procedencia española, pero al leer la letra pequeña 
puede verse que es francesa", prosiguen. El consumidor que no ha 
reparado en la letra pequeña lo descubre en la cocina, tal y como 
explica Alberto Duque, responsable del sector la patata de COAG: "La 
patata vieja, al estar a baja temperatura durante mucho tiempo, pierde 
agua, lo que provoca una alta concentración de almidón que se transforma
 en azúcar, provocando que un producto que en principio es saludable y 
poco calórico, ya no lo sea”.
Junto a los 
consumidores, desde COAG señalan que "los grandes perjudicados son los 
agricultores españoles": "El descenso en superficie sembrada de patata 
temprana en un 5%, y en producción en un 10%, de la presente campaña, no
 está siendo suficiente para que los productores de patata nueva 
española puedan percibir unos precios rentables". Según informa la 
Coordinadora, "de septiembre de 2014 a abril de 2015, las importaciones 
de patata vieja francesa han aumentado un 10,6%, situación que ha 
presionado a la baja los precios en el campo".
De ahí
 que las cotizaciones de la patata temprana se hayan desplomado en las 
principales zonas productoras, que son la Región de Murcia, Andalucía, 
la Comunidad Valenciana y Extremadura, situándose según COAG por debajo 
de los costes de producción, entre 0,18 y 0,20 euros por kilo, e incluso
 tocando mínimos de ocho céntimos de euro por kilo. 
"A finales de julio 
se incorpora al mercado el grueso de la producción de patata de 
temporada, y la reducción del 7% en la superficie sembrada en Castilla 
León, mayor región productora de dicha variedad, debería garantizar unos
 precios por encima del umbral de rentabilidad", añaden.
"Las estrategias comerciales de las cadenas de distribución y las 
prácticas especulativas de los distintos operadores están pasado factura
 en el campo, amenazando la viabilidad de este cultivo en España", 
lamentan desde COAG, añadiendo datos: "En la última década, la 
superficie de siembra se ha reducido un 26%, pasando de las 102.120 
hectáreas de 2004 a las 73.158 de la presente campaña".
Ante este escenario, COAG considera prioritario "mejorar la 
vertebración del sector del campo a la mesa y avanzar en la constitución
 de la Interprofesional de la patata, en la que se pongan en marcha 
campañas de promoción que potencien el consumo de patata nacional, dada 
su extraordinaria calidad culinaria y nutritiva con respecto a la patata
 de conservación francesa, concienciando tanto al consumidor como a la 
distribución de las ventajas del producto local".
Según COAG, "puede resultar útil inculcar en el consumidor que la 
calidad culinaria no es directamente proporcional al aspecto de los 
tubérculos, así como la realización de campañas en el momento preciso 
que anuncien a los consumidores la puesta en el mercado de la patata 
local de temporada".
La Coordinadora ha pedido al 
Ministerio de Agricultura "una mejora de la transparencia y control del 
etiquetado, para que el consumidor pueda identificar claramente la 
procedencia y el tipo de patata que consume". 
"En ese sentido, 
consideramos importante incluir las fechas de recolección en etiqueta 
para evitar ambigüedades y ofrecer al consumidor una información más 
veraz del producto que tiene a su disposición", concluye COAG.

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