Hablando el otro día con un amigo, expresaba su preocupación y dolor de
ver cómo personas que siempre se habían querido y compartido un proyecto
en común, por culpa de la política orientada desde un partido político
para acceder a los cargos públicos en Ayuntamientos y Comunidades, se
habían distanciado y hecho daño y posiblemente hayan roto una amistad
fraguada desde hace muchísimos años. Sigo sin entender como el poder
político saca a veces lo peor de nosotros mismos y nos transforma por
dentro. Me gustaría que la lucha por el poder político lo hiciéramos
desde la sensibilidad y el servicio desinteresado.
(*) Sacerdote
Estoy totalmente de acuerdo.....
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