Dada la situación de la Región considero que la iniciativa de Ganemos,
de base y raíz eminentemente sociales, es la adecuada para hacer frente
al Partido Popular en el terreno político, desalojándolo del poder
autonómico y mandándolo a las tinieblas a purgar sus innumerables (y
graves) culpas.
Ante la inacabable etapa de Gobierno popular en
Murcia, que nos ha llevado a la desolación política, económica, social
y, sobre todo, moral, la respuesta ante la próxima cita electoral debe
articularse sobre bases sólidas empíricas y legitimadas, es decir,
eminentemente sociales; y los partidos que así lo entiendan, que
debieran ser todos los que están a la izquierda del PSOE (y este mismo,
si hiciera 'examen de tendencia'), habrán de reconocer que esa es la
fórmula adecuada para superar el triste momento en que estamos sumidos.
Lo
que presenta Ganemos me parece interpretarlo como una alternativa
política consistente en una plataforma de grupos, asociaciones y
expresiones del movimiento social 'vecinales, cívico-ciudadanas,
ecologistas' que desde la legitimidad adquirida en la lucha permanente
por la calidad de vida, la equidad y la moralidad política, ofrece a los
partidos que integren sus programas y objetivos básicos en una
propuesta unificadora, renunciando al protagonismo y, sobre todo, a una
división del voto que podría seguir dando la victoria a quienes hace
mucho dejaron de merecerlo.
Ganemos, pues, recurre a la lógica del
esfuerzo social mantenido, superior en calidad al meramente político,
emplaza a los partidos a que asuman esta estrategia y propone una
solución concreta que, negociada y afinada, reúna fuerzas, seleccione a
los mejores (primarias 'universales' mediante) y consiga una mayoría
suficiente de veintitrés diputados en la Asamblea Regional. Así de
claro.
Es evidente que no es fácil engarzar la estructura y
funcionalidad de los partidos, con su carácter 'naturalmente egoísta',
en una fórmula en la que se prima el valor de lo social, 'marcadamente
generoso', y donde se les pide que cedan y se unan en pro de un interés
básico que es al mismo tiempo elevado y práctico. Pero muy pocos de los
murcianos que vienen esforzándose por mejorar la situación general de la
Región, dentro o fuera de los partidos, podrán dudar de la justeza de
este planteamiento, así como de su mayor eficacia en orden a cambiar los
datos políticos que nos mortifican y condenan.
Y muy pocos, si es que
hay alguien, serán los que duden de que un 30% o un 40% en votos
recibidos por una lista única produce resultados más eficaces que esa
misma suma dividida en tres o cuatro opciones partidistas, aunque se
prevean alianzas poselectorales. La alternativa en mayo de 2015 debe ser
única, coherente, madura, moral y reivindicativa; con la máxima
legitimidad, que es la que aportan sus promotores, que están en el tajo
desde hace decenios sin pretender compensación alguna, ni política ni
económica.
En este esfuerzo político de fundamento social dos
fuerzas en especial deben ceñirse a esta estrategia: Izquierda Unida con
sus valores demostrados, pese a su voto trastocado, y Podemos con sus
potenciales y su ascenso interrogante. La primera, aguantando y
cumpliendo una vez más con su ética dialogante, la segunda conjurando su
oportunismo estructural y renunciando a la soberbia (porque la historia
no empieza ahora, y continuará tras mayo y noviembre del próximo año).
(*) Premio Nacional de Medio Ambiente, ingeniero y profesor universitario
Se nota que tú no vas a tener sitio en las listas de Podemos, también por tu pasado con los socialistas en el Ayuntamiento de Murcia y ese premio que te dió la Tocino siendo ministra de Medio Ambiente. Con esos lastres pareces de la casta por los contratos que te ha dado para tu consultora medioambiental sin tener formación específica para ello, que se sepa
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