sábado, 8 de noviembre de 2008

Urbanismo basura / Carlos F. Iracheta*

En este 8 de noviembre, en que conmemoramos el Día Mundial del Urbanismo y que nos debería servir de jornada de reflexión sobre lo que estamos haciendo con nuestras ciudades, nuestro territorio y nuestro medio ambiente, la Dirección General de Urbanismo celebra su nefasta política urbanística, auspiciada por la no menos nefasta, oportunista y obsoleta Ley del Suelo Regional, con premios a troche y moche, se premia así misma como responsable del planeamiento urbanístico basado en el convenio, del todo urbanizable, de la desregulación, del urbanismo a la carta y del urbanismo basura que propician algunos ayuntamientos, entre los que merece especial mención el de Villanueva del Segura, donde se acomete el más ignominioso atentado urbanístico contra el medio natural y el patrimonio histórico del Valle de Ricote, en el paraje conocido como La Morra, morra que naturalmente ya no existe, en su lugar pululan como fantasmas bloques vacíos de cinco pisos. A pesar de estos mimbres, se le premia con una mención especial por «la dirección del proceso de planeamiento, el grado de información y la participación ciudadana», vamos, un modelo a seguir.

Ante tamaño despropósito no es de extrañar, que asociaciones ecologistas y proteccionistas de la cultura y la historia del Valle de Ricote, hayan declarado «persona non grata» al consejero responsable, ¡Pepe, vaya un gol que te han metido los chicos de urbanismo!

Acuñamos el término urbanismo basura, por su analogía con las hipotecas basura, ambos representan la falsa panacea del máximo beneficio en el menor tiempo y con el menor riesgo. Productos del neoliberalismo económico que nos invadía y que nos ha llevado a la crisis actual.

A pesar de ello, la estulticia de algunos responsables de la patronal murciana no les sirve de aprendizaje, todavía claman por la desregulación, por que la administración no intervenga nada más que para facilitar los créditos, que el mercado lo regule todo, ¡vaya que si lo regula!

Que se lo pregunten a los que creyeron en el milagro, miles de ciudadanos que no pueden pagar sus hipotecas y a cientos de empresarios que no pueden devolver los préstamos ni refinanciar las deudas. Parados y arruinados aparte.

Urbanismo basura, convenios basura, planes basura, recalificaciones basura, políticos basura, campo abonado para especuladores basura, hipotecas basura sin más garantías que el cuento de la lechera y la plusvalía. Gigantes con los pies de barro van cayendo víctimas de su codicia y arrogancia.

Y todo por culpa del urbanismo basura, del urbanismo que propicia en contra de todo principio de racionalidad que todo el suelo sea urbanizable, urbanizable para el que negocia y trajina convenios urbanísticos que luego no paga si no recoloca o especula los terrenos.

Suelo reclasificado, suelo abandonado, tierra quemada, crisis, convenios no cumplidos, ayuntamientos en ruina por vender la piel del oso antes de cazarlo, comisionistas y especuladores a la gresca, propietarios sin tierra y sin dinero, engañados, estafados, en pie famélica legión.

La riqueza que se prometía se torna quimera, falsas promesas, falsas expectativas que llevan al paro de muchos, a la ruina de algunos y a la desolación del ciudadano impotente ante tamaño desbarajuste del que nadie resulta responsable.

Este es el panorama y para colmo, planes de urbanismo premiados por dar cobertura legal a estas situaciones. Seguimos estando en las mismas manos, aquí no dimite nadie. El urbanismo ha muerto ¡Viva el urbanismo!

* Carlos F. Iracheta es arquitecto.

3 comentarios:

  1. er arcarde,
    er artista
    y er ladrillo
    Leoncio Elleon
    Manager
    ¿Se han fijado uds. en que en los últimos años todos esos mitos
    de la música inalcanzables, aquellos con los que soñaban en su
    juventud, los que veían en la tele tan lejanos como las estrellas que
    dicen que son, aquellos cuyos discos guardan ustedes como oro en
    paño, ahora mismito los tienen al alcance de la mano?.
    Para el festival, las fiestas, el cachondeo si hay dinero. Es una inversión, nos dicen.
    ¿Cómo se financia?. Bueno, en teoría, magia. Según nos dice el “arcarde”, no nos va
    a costar un duro.
    La verdad verdadera es que para convencer al magnifico artistazo de que rompa con
    los circuitos habituales donde su trabajo es rentable hay que hacerle una oferta importante,
    el doble o el triple de lo que le pagarían en la gran capital donde, además de
    los ingresos del taquilla, la estrella cuenta con el llamado tour support, una cantidad a
    cuenta que adelanta la compañía discográfica por que en las grandes capitales la presentación
    del astro reporta una repercusión mediática y promocional que no tiene en
    La Traca, el nombre de nuestro hipotético pueblo.
    ¿Cómo es posible, entonces, que la superestrella acepte tocar en esa pedanía
    (repito, es un ejemplo). Muy fácil. Nuestro genial arcarde, que pierde el culo por
    llevar a nuestro municipio al no va más del progreso, está urbanizando la mitad y
    media del término municipal mediante una serie de convenios urbanísticos que
    van a convertirnos en el pueblo más rico del mundo mundial, porque vamos a venderles
    chalets a tropecientos británicos, medio millón de ciudadanos de Islandia
    y la tira de suizos (de Suiza, no de la confitería). Lo que se dice poner en el mapa
    nuestro terruño, hasta hace poco injustamente desconocido para el resto, no ya
    de la humanidad, si no de la misma región (y de sus líderes, que están invitados,
    faltaría más). Son los promotores de dichas urbanizaciones los que, bajo mano, van
    a hacer efectivos los costes del marchón del copón a cuenta de las tasas (o como
    se llame en la jerga de de la juerga urbanística) .
    El problema es que como tenemos cinco mil municipios que se han decidido como
    un solo hombre a convertirse a la vez en el más moderno del universo,
    y todos quieren salir en los telediarios por el mismo motivo, y las superestrellas,
    muy a su pesar, también son seres humanos y no tienen
    el don de la ubicuidad, sólo pueden hacer un número determinado
    de actuaciones, por lo cual, su eficiente manager, un tipo
    bastante antipático y pesetero que vive del porcentaje de los
    beneficios del artista, pide, no una cantidad determinada, si no
    la mejor oferta, y será el que puje más alto el que obtenga el
    don de la actuación del sin par artista, eso sí, sin garantías de que
    aparezca por el ayuntamiento para hacerse la esperada foto con
    el munícipe que le espera casi con los pantalones bajados.
    Las consecuencias son de esperar. Déficit en la taquilla, porque no
    es lo mismo concentrar a la población de una, dos o tres grandes
    capitales y sus áreas de influencia que desperdigar a los
    aficionados en múltiples ofertas distribuidas por toda la
    geografía nacional, inflación en los precios de los artistas,
    cuyo ego, ya de por sí disparado, termina cotizándose
    en función de la mejor oferta, y a medio (o, por desgracia,
    corto) plazo, una vez disipada la fiebre del ladrillo,
    por motivos de todos conocidos, vuelta a la cruda
    realidad: ni resorts, ni puesta en el mapa, que ya está
    saturado, ni próximas actuaciones, porque las estrellas
    piden mucho, estan muy mal acostumbradas. Por supuesto,
    los servicios que el municipio pretendía sufragar
    con la movida tendrán que esperar a que se nos
    ocurra otro negocio por que éste, señores, ya está
    quemado. Eso sí, el que lo quiera, que lo pague.
    32
    Hasta Bob Dylan nos ha visitado... AOL Music

    ResponderEliminar
  2. Mi comentario es mas corto: Enhorabuena al Sr. Iaracheta por ser como es, por decir las cosas como son, por no dejarse amedrentar por cuatro politicos de turno, por defender nuestros intereses (los de todos),...
    Gracias Felipe

    ResponderEliminar
  3. Felipe. Gracias y sigue así. A ver si alguna vez puedes escribir sobre lo que ha pasado, pasa y pasará en San Javier. Puedes iniciar un capítulo para este pueblo, y continuar con un capítulo para cada pueblo. Si tuviésemos alguno dinero te financiaríamos tal trabajo. Sería un gran favor para las generaciones futuras.

    ResponderEliminar