Cuando
veo documentales sobre el movimiento hippy de los años sesenta y setenta
no puedo evitar ser invadido por la nostalgia de la libertad que vivió
aquella generación, que a mi me pilló de refilón, como hijo del
tardofranquismo.
La
cultura hippy está muy desprestigiada debido a los excesos que se
cometieron en la última fase de su desarrollo. Pero los que hemos
estudiado el tema de primera mano, sabemos diferenciar perfectamente la
pureza original de esta revolución espiritual, de las derivaciones
posteriores que llevaron a su decadencia.
Tampoco
somos lo suficientemente conscientes de que muchas de las tendencias,
movimientos e innovaciones que disfrutamos hoy en día son derivadas de
aquella cultura utópica, por lo que todos en el fondo somos un poco
hippies.
Frente
a la juventud contestataria y revolucionaria que me tocó vivir, veo a
la juventud actual demasiado conformista y callada. Por no decir, no
dicen ni pío, con la única excepción del movimiento 15-M. En las aulas
de institutos y universidades actuales nadie tiene que decir, ni
comentar, ni preguntar, ni mucho menos interpelar al profesor. Están
callados como zombis.
La
juventud actual parece estar cada vez más lobotomizada con sus móviles
‘smartphones, pero lo que pocos saben es que el ordenador personal nació
de la cultura tecnológica hippie, con los primeros Macintosh de Apple,
en busca de una independencia individual que no ofrecían las grandes
corporaciones informáticas como la IBM.
Lo
que tampoco tienen muy claro los jóvenes actuales es que la
inteligencia artificial libera al ser humano si se utiliza como
instrumento para mejorar nuestra vida, pero puede esclavizarnos si la
adoramos demasiado, y deja de ser un medio para convertirse en un fin
por sí misma.
PREGUNTA SIN RESPUESTA
Por
eso me he hecho muchas veces esta pregunta: ¿Volverá a haber una
juventud tan transgresora como los hippies del 69? ¿Un movimiento
juvenil tan fuerte e influyente, capaz de crear una cultura propia, y
dar a luz a algunos de los mejores artistas del siglo pasado?
No
tengo una respuesta a pesar de que la he buscado por todas partes. Sé
que el movimiento hippy nació de una rara conjunción entre Urano y
Plutón, pero no he logrado averiguar cuando se volverá a repetir dicha
situación astrológica.
Pero
la pureza de este movimiento libertario duró poco, ya que fue
manipulado por la CIA a través de drogas que destruyen y desintegran la
personalidad, y subvencionados por los Rockefeller para crear
movimientos extremistas, desintegradores o violentos. Como siempre,
volvieron a arrimar el ascua a su sardina para controlar a los jóvenes.
LO QUE QUEDA
Lo
queda en Ibiza (España) o en Goa (India) no es más que una sombra
degradada de lo que fue aquella libertad pura e ingenua, que tanto nos
cautivó con su música y su arte colorido, y su mística orientalista en
busca del Amor Divino puro.
Lo
que quedan son cincuentones o sesentones como yo, algunos ‘fantasmones’
que presumen de haber corrido delante de los grises, o de haber estado
en mayo del 68 en París, o de haber vivido en una comuna hippie en San
Francisco, pero en realidad confunden sus sueños con la realidad. Para
que cupieran en París o en San Francisco todos los que dicen haber
estado allí en el 68, hubieran hecho falta tres ciudades en cada una de
ellas.
Los
hippies de hoy en día seguimos llevando medallones esotéricos, pero
escondidos debajo de la camisa para no dar el cante; no llevamos melena,
sino la cabeza rapada como los monjes budistas a los que admiramos; y
escondemos nuestros sentimientos para que no nos tachen de blandengues o
ingenuos, pero en el fondo del corazón seguimos siendo los mismos
idealistas de antes. Procuramos parecer azulitos de poder pero estamos
rosaditos de amor.
HISTORIA
La
palabra hippy deriva del inglés hipster que solía usarse para describir
a la subcultura previa de los beatniks que tuvo como base importante la
ciudad estadounidense de San Francisco (California) y su distrito
Haight-Ashbury.
No
es casualidad que naciera en California esta revolución, frente al
mítico continente de Lemuria de donde se dice procede el origen mítico
de esta cultura espiritual de paz y amor.
En
general se podría mencionar la tendencia de adoptar un modo de vida
comunitario, basado en el amor, la paz. Renegaban de la regulación
estatal, de la mercantilización y burocratización de la vida cotidiana,
del consumismo y del capitalismo. Esto se lo solía hacer mediante la
participación en activismo radical y/o mediante la práctica de la
simplicidad voluntaria.
También
buscaron formas de experiencia poco habituales en aquellos tiempos,
como la meditación, y yo siempre me he inscrito en esta línea más
mística, debido a que mi cuerpo no tolera bien cualquier tipo de
sustancia intoxicante.
NOMADISMO
Algunos
hippies decidieron comenzar a viajar por varias razones. Así es famosa
la aparición en los setenta del “hippie trail” o el camino hippy. Usando
varias formas de reducción de gastos muchos hippies se decidieron a
tomar largos viajes a través de EE. UU. o inclusive el mundo.
Una
ruta muy popular fue la que comenzaba en Europa, en ciudades como
Londres o Ámsterdam. Después Luxemburgo, y posteriormente Ibiza,
Estambul, Teherán, Herat, Peshawar, Lahore y finalmente Katmandú o la
isla de Goa en la India.
Katmandú
todavía tiene una calle conocida como "Freak Street" en memoria de los
miles de hippies que pasaron por allí. Otros continuaban a India, Sri
Lanka, y en algunos casos Australia y Nueva Zelanda.
En
el caso de lugares como la India lo que se buscaba era algún encuentro
espiritual o el conocer más las prácticas religiosas-espirituales
orientales.
Otras como Londres, Ámsterdam o Ibiza eran escogidas por su vibrante vida bohemia, artística y underground.
DECADENCIA
El
asesinato de Sharon Tate por el psicótico Charles Manson desprestigió
mucho a los hippies. Sin embargo, partes de la estética hippie como el
pelo largo o los pantalones de campana se convirtieron en simple moda
seguida por muchos jóvenes en EE. UU. que podían no compartir los
ideales hippies.
Pero
filosofía hippie ha tenido un importante impacto en la cultura
influenciando la música, el cine, la literatura y el arte. Asimismo
algunos valores hippies como la tolerancia y celebración de la
diversidad cultural y étnica han logrado amplia aceptación incluso por
la sociedad mayoritaria.
Por
otro lado los hippies anticiparon el movimiento New Age o Nueva Era así
como múltiples movimientos reconstruccionistas y conservacionistas de
culturas locales amenazadas por la globalización homogénea de la
sociedad occidental, y en alguna forma, también, al movimiento
ecologista.
(*) Periodista