TOLEDO.- El Gobierno de Castilla-La Mancha está trabajando para avanzar en una
política de agua "distinta", junto con el Gobierno nacional, frente a la
que se está llevando a cabo actualmente debido al Memorándum "injusto"
aprobado por el anterior Gobierno Central en el año 2013 y que está
propiciando que se hayan recurrido ya 26 trasvases de los embalses de
cabecera del Tajo al Segura por el ejecutivo que preside Emiliano
García-Page desde julio de 2015. El último, este martes mismo, el
correspondiente al mes de marzo de 2019 con el cual se derivaron 38
hectómetros cúbicos desde Entrepeñas y Buendía al Levante, según publica http://www.vocesdecuenca.com.
El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco
Martínez Arroyo, así lo ha informado a los medios de comunicación
durante la rueda de prensa que ha tenido lugar en el Palacio de
Fuensalida para informar de los acuerdos adoptados por el Consejo de
Gobierno de este martes, uno de ellos, interponer este recurso contra la
decisión del Acuerdo de la Comisión Central de Explotación del trasvase
Tajo-Segura en marzo de 2019.
Con la aprobación del Memorándum, ha recalcado Martínez Arroyo, "en vez
de priorizar a la cuenca cedente se priorizó en su momento a la cuenca
receptora y nos obliga cada mes a recurrir un trasvase que perjudica los
intereses de Castilla-La Mancha y de sus ciudadanos" porque "el
anterior Gobierno central no tuvo en cuenta a los ciudadanos de
Castilla-La Mancha, ni al Tajo, ni a los usuarios del agua que en
nuestra Comunidad Autónoma son fundamentalmente agricultores y ganaderos
y los empresarios de la industria transformadora", ha lamentado.
El recurso aprobado, ha indicado, se basa así en dos aspectos
fundamentales, principalmente: que no se tiene en cuenta el criterio de
prioridad de la cuenca cedente frente a la receptora y tampoco prioriza
el buen estado de los embalses de cabecera del Tajo para que estén por
encima de los 1.300 hectómetros cúbicos.
Sin garantía para los embalses de cabecera
Al respecto, ha recordado que en el Real Decreto 775/2014 se establece
que el desembalse máximo de Entrepeñas y Buendía a la propia cuenca
cedente, el Tajo, debe ser de 365 hectómetros cúbicos, una cantidad que
es "a todas luces insuficiente para garantizar los usos de la cuenca
cedente, que tiene que ser prioritaria y no garantiza caudal ecológico
del río". "Es razonable", ha esgrimido, que si existe una cantidad de
desembalse para la propia cuenca cedente, también debería existir "un
máximo para los trasvases que se realizan mensualmente".
Ha recalcado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, que
la propia normativa exige que los embalses estén en nivel 1 o 2 de
manera prioritaria, y los "datos tozudos mensuales" de cada año, ponen
de manifiesto que los embalses de cabecera del Tajo se encuentran
siempre en un nivel 3 o 4, con lo que se está incumpliendo esta
normativa.
La realidad a día de hoy es que actualmente los embalses de Entrepeñas y
Buendía están al 22,8 por ciento de su capacidad, con 574 hectómetros
cúbicos, a pocos días del 1 de agosto que es cuando la Comisión de
Explotación del trasvase toma el dato de referencia.
El año pasado, en agosto, ha recordado, el almacenamiento estaba en los
652 hectómetros cúbicos, casi 100 más de lo que tienen los pantanos de
cabecera este momento, por lo que la "perspectiva es más negativa del
año pasado", en un periodo de sequía y "tenemos que ser conscientes de
esa realidad".
Un bien público que hay que gestionar entre todos
El titular de Agua en la región ha indicado que este recurso es un
"bien público", el "más importante de todos" y "entre todos tenemos que
gestionarlo". Y es que el agua "nos tiene que ayudar a generar el
desarrollo económico que necesitamos en Castilla-La Mancha, al mismo
tiempo que garantizamos la protección del medio ambiente y los caudales
ecológicos".
Y hoy, ha dicho, "ni una cosa ni otra" y hay que buscar una
"solución de futuro", un trabajo que ha calificado de "largo recorrido"
y que se hará de la mano con el Ministerio para la Transición
Ecológica, para lo cual espera que se conforme en breve un nuevo
Gobierno en Madrid y se derive "el mismo compromiso para avanzar en una
política del agua distinta" donde ha resaltado la relación "óptima"
existente en esta materia actualmente.
En este punto, ha vuelto a tender también la mano a los partidos
políticos de la región, para que "reconsideren su posición anterior" a
las elecciones, cuando se negaron a suscribir el Pacto por el Agua en el
que se ha venido trabajando desde el Gobierno regional en los últimos
años con el objetivo de que Castilla-La Mancha "tenga una voz única que
siempre será solidaria".
Desaladoras, la opción que garantizará el agua para el Levante
Martínez Arroyo ha recordado, que la solidaridad debe ser con todos,
también con los regantes de otras comunidades. Así ha dicho, se está
trabajando desde el Gobierno central para que cuanto antes, las
desaladoras sean esa solución para el uso de riego en el Levante, donde
ya hay, ha recordado, un compromiso de aumentar capacidad de las mismas.
En datos, las desaladoras de la cuenca del Segura permitirían al 100
por ciento de funcionamiento, una aportación de 339 hm3, cuando estamos
trasvasamos en un año hidrológico normal 300 hm3.
Con este ejemplo, ha subrayado que "hay más agua garantizada de la
desalación al 100 por cien de funcionamiento que la del trasvase" que
además "depende de climatología y de una normativa injusta que tenemos
que trabajar entre todos por cambiar".
En otro orden de cosas y en relación al agua, Martínez Arroyo ha
indicado que en el mes de septiembre saldrá a exposición pública el Plan
del Tajo con los nuevos caudales ecológicos, momento en el que se
podrán hacer las aportaciones correspondientes.
Aquí, "esperamos unos
caudales ecológicos muy superiores a los que establece la normativa
vigente", ha dicho. Estos caudales ecológicos, en cuanto estén en vigor,
"van a imposibilidad el planteamiento trasvasista mensual basado en un
Memorándum injusto que olvidó a Castilla-La Mancha y a la gente de
Castilla-La Mancha", ha finalizado.