Ángel Tomás Martín, un ex funcionario de Hacienda como su madre, fue presidente de la Cámara de Comercio de Murcia a finales de los años ochenta y hasta hace escasas semanas, a pesar de su edad pues iba a cumplir 93 años en diciembre, colaboraba asiduamente como articulista en el periódico económico Expansión.
Presidió en su día la Caja Rural de Murcia, posteriormente el Comité Ejecutivo organizador de la feria "Intergift" en los pabellones de la Institución Ferial de Madrid (IFEMA) y también en su juventud fue profesor universitario agregado a la Cátedra de Hacienda Pública en la Universidad Central (hoy Complutense), donde se había licenciado, tras un más que brillante expediente académico, en Ciencias Económicas y Comerciales.
De sobra era conocida su estrecha relación personal, profesional, empresarial y financiera con el presidente que fue del Banco Central, el murciano Alfonso Escámez Sánchez, marqués de Águilas.
Actualmente, y desde 1969, presidía la empresa familiar Atosa con 70 años de existencia desde su nacimiento en Puente-Tocinos y crecimiento en Espinardo, radicada hoy en Santomera y dedicada a la importación y distribución de juguetes, disfraces y artículos de ocio y tiempo libre en España, Portugal, Francia e Italia, entre otros países europeos.
Llegó a contar al efecto hasta hace poco con una plataforma logística propia en la Provenza francesa, a caballo entre dos municipios de la periferia de Aix-en-Provence y Marsella.
La empresa, fundada como un taller artesano de juguetes en los años cuarenta por el célebre pintor Ángel Tomás Pérez, su padre, se convirtió casi treinta años después en una sociedad anónima de la mano de Ángel Tomás Martín, como hijo del fundador dedicado en principio a fabricar juguetes, figuras artesanales y artículos de souvenirs para turistas, como el popular toro negro de fieltro ligero, modelo innovador postcartón que fue en su día un diseño original de "Atosa".
Luego, Ángel Tomás Martín, para salvar la estacionalidad navideña, tan tradicional en el sector juguetero, pronto incorporó en Atosa material escolar o artículos de playa, así como disfraces, diversificando de ese modo el catálogo tradicional.
Me parece una buena referencia a la larga y próspera carrera empresarial de esta reconocida persona en varios entornos mercantiles, artísticos, personales y filantrópicos, pero he de hacer un pequeño inciso acerca de un par de comentarios que hace en su blog.
ResponderEliminarPor un lado la plataforma logística sita en la Provenza Francesa, como usted bien dice, fue vendida hace varios años, dada la inviabilidad de la misma, por motivos que no viene al caso dados los hechos acaecidos en los últimos días, de igual modo no me parece acertado el nombrar a su homónimo debido a la tensa relación que tenían, por lo demás todo correcto, para la brevedad del escrito esta, a mi humilde entender, bien resumido.
El personaje da para mucho más.
ResponderEliminarEsa tensa relación que citas viene de tiempo y no ha mejorado últimamente al estar padre e hijo a la fecha pleiteando en los tribunales, no sé bien por qué pero llama la atención como mínimo.
En cuanto a la plataforma logística en Francia, perdió virtualidad en su momento para la empresa por una cuestión de pedidos (palabra mágica con la que está cayendo).