MADRID.- Miles de regantes de Almería, Murcia y Alicante han inundado este miércoles las calles de Madrid con una demanda clara: “Más agua”. Los agricultores y productores del Levante piden a al Gobierno soluciones para acabar con la “sequía estructural” y la “situación agónica” que afecta a lo que se conoce como la huerta de Europa.
Representantes del PP, Psoe y Ciudadanos de Murcia
se han unido a la protesta para pedir un Pacto Nacional del Agua que
incluya, entre otras medidas, la modernización de los regadíos, la
construcción de más desaladoras y más transferencia y trasvase de
caudales. “Que el resto del país sepa que hay una parte de España que lo
está pasando mal, ahora que la sequía solo está en el sureste español",
ha dicho el presidente murciano, Fernando López Miras (PP) durante la
manifestación.
La cuenca del Segura, que abastece mayoritariamente a estas zonas, lleva meses en situación de emergencia hídrica. El último boletín del Ministerio de Medio Ambiente sobre las reservas hidráulicas del
país —del 6 de marzo— sitúa a los embalses de esta cuenca como los más
bajos de todo el territorio nacional, a tan sólo un 17,6% de su
capacidad.
Sin embargo, la aparente situación de sequía que se vive en
este territorio tiene menos que ver con la escasez real del recurso que
con una cuestionada gestión del agua.
Son varias las organizaciones que llevan años denunciando “el expolio”,
“la trama” y “el negocio” que se ha creado en torno al agua en esta
cuenca, según relata Público.
“En el Segura no hay una sequía
meteorológica, sino que se ha creado de manera insostenible. Hay un
exceso de demanda del agua disponible que está presionando los
ecosistemas. Lo que hay es un problema de gestión”, advirtió en una
entrevista a este periódico Julia Martínez, directora técnica de la
Fundación Nueva Cultura del Agua, hace meses.
Estas son algunas claves para entender qué ha ocurrido con el agua en la cuenca del Segura
Superávit de lluvias
Una cosa es la sequía hidrológica (la falta
de agua en los embalses) y otra la sequía meteorológica (la falta de
lluvias). Y aunque a priori deberían estar relacionadas, en la cuenca
del Segura sucede todo lo contrario. Es uno de los datos más llamativos.
Dos mapas sirven para ilustrarlo: mientras el de la sequía hidrológica del Ministerio
muestra a buena parte de los territorios que forman parte de la cuenca
en color rojo emergencia, la cartografía de las precipitaciones
acumuladas durante el último año aportan una imagen radicalmente
opuesta.
Es decir, los embalses están vacíos pese a la abundancia de
lluvias. Es más, el resumen del último año hidrológico
(que se mide del 1 de octubre de 2016 al 30 de septiembre de 2017) de
la Agencia Estatal de Meteorología evidencia que de las 10 cuencas
hidrológicas que existen en España, la del Júcar y la del Segura son las
dos únicas que registraron superávit. La del Segura ha sido la más
beneficiada, con un 22% más de lluvias que la media de años anteriores.
Presión del regadío
Uno de los datos que ayudan a explicar la
paradoja de la situación anterior es la enorme presión por el regadío
que existe en la cuenca del Segura. Allí, aproximadamente el 85% de los
recursos de agua se destinan a la agricultura. Según un informe de Greenpeace,
la superficie regable en la zona aumentó un 80% entre 1991 y 2002.
Además, muchas son ilegales. A pesar de que un decreto ley de 1986
prohibió las nuevas concesiones de agua, el nuevo Plan Hidrológico del
Segura (2015-2021) reconoce que hay unas 60.000 hectáreas de regadío
posteriores a su entrada en vigor. En paralelo, se ha ido propiciando
una mayor agricultura de cultivos que necesitan mayor consumo de agua
como las hortalizas.
Recursos hídricos abundantes, que no se cuentan
La cuenca del Segura es de las más ricas en aguas subterráneas de la Península Ibérica. Sin embargo, el Plan Hidrológico del Segura
no calcula el agua que hay en sus embalses subterráneos, según denuncia
el informe de Greenpeace. El Instituto de Ciencia y Tecnología
Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona estimó que el flujo
subterráneo de agua en el caso del mar Mediterráneo puede ser hasta 15
veces mayor al del caudal de los ríos.
“Los acuíferos del Segura están en una
situación excelente. Se podrían utilizar con cabeza y habría suficiente
para mantener la demanda en la cuenca”, señala en conversación con Público Julio Barea, responsable de Agua de la organización.
“El agua subterránea no es negocio para las
grandes constructoras de desaladoras, presas, grandes conducciones y
trasvases. Reconocer que existe suficiente agua subterránea en cantidad y
calidad sería un problema para el negocio de la sequía”, apunta el
informe, realizado por el hidrogeólogo Francisco Turrión.
Persecución al pequeño agricultor
Son muchos los pequeños agricultores de la
zona que han denunciado la represión contra sus explotaciones agrícolas,
mientras a las grandes empresas no se les sanciona o se les aplica una
amnistía para su legalización.
El informe de Greenpeace está lleno de
ellos. “Soy víctima de un grupo de empresarios y del Ministerio que,
aprovechándose la infraestructura del trasvase Tajo-Segura, amplían
regadíos y le roban el agua a miles de ciudadanos”, señala el agricultor
Pedro Morales. “Cuando vas para Murcia ves regadíos que antes no
existían y que tienen agua, cuando tú, ahí en tu tierra, ves que la
gente no la tiene”, señala Carlos Sánchez, presidente de la comunidad de
regantes de Elche de la Sierra.
Lo que no dice la noticia es que, en el ultimo año hidrológico, la mayor parte de la lluvia, caída en el mes de diciembre de 2.016 y algo en enero de 2.017, fue de forma torrencial, causando inundaciones, y en zonas como el campo de Cartagena donde no hay infraestructuras para almacenarla. Si ese 22% de "exceso" hubiera caído en la Sierra de Segura, otro gallo nos cantara...
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