MADRID.- Hay cosas que
a veces no se entienden sino es en clave política. Un ejemplo, la
fusión Bankia y BMN. La red de oficinas de Bankia es cinco veces más
rentable que la de Banco Mare Nostrum (BMN), cuya integración estudia el
FROB. El banco murciano se come mucho más margen neto con provisiones y
tiene aún vigente una reducción transitoria de costes de personal que
debe consolidar antes de finales de 2017 para garantizarse un nivel de
beneficios y productividad que le hagan atractivo, según publica hoy www.capitalmadrid.com
El
sentido industrial del que hablan los responsables de Bankia
cuando se les pregunta por esta posible fusión se basa en el casi
nulo solapamiento de ambas redes comerciales. El sentido
financiero de la operación ya es harina de otro costal. A día de
hoy, Bankia ganaría volumen de negocio, pero menos rentable.
A lo largo del primer semestre de 2016, la red comercial de Bankia ha obtenido un beneficio de 253.960 euros de media por oficina. En la de BMN el beneficio medio por oficina se ha quedado en 46.921 euros. Es decir, que si se mide la rentabilidad de ambas redes dividiendo el beneficio atribuible entre el número de sucursales, la de Bankia es 5,4 veces superior a la de BMN. La integración de ambas restaría, pues, algún punto de rentabilidad al nuevo banco resultante. En concreto, bajaría de los 253.960 euros actuales a 199.146 euros de media por oficina.
Es verdad que si en lugar de tomar el beneficio distribuible final (beneficio después de impuestos) la comparación se realiza tomando como referencia el margen neto, que mide el resultado de la actividad bancaria propiamente dicha (margen bruto menos gastos generales), la diferencia se estrecha. El margen neto por oficina de Bankia se situaba en 475.185 euros de media durante el primer semestre y el de BMN se quedaba en 287.490 euros. En este caso, la rentabilidad de la red de Bankia es 1,7 veces superior a la de BMN. A pesar del estrechamiento de la diferencia, el banco murciano tendría que hacer aún un esfuerzo adicional de eficiencia para no lastar las cuentas de Bankia en caso de una hipotética fusión.
Más provisiones
Pero es que, además, el beneficio final mide mejor la situación de cada uno, porque tiene en cuenta otra variable fundamental como es la parte de margen neto que cada uno se deja en tapar agujeros de créditos de baja calidad. En los seis primeros meses de 2016, Bankia ha dedicado 203 millones de euros a provisiones y pérdidas por deterioro de activos con una cantidad de crédito a la clientela que alcanzaba los 116.475 millones de euros (un 0,17% del volumen de préstamos). BMN, por su parte, ha dedicado a los mismos fines de saneamiento 151 millones con un saldo de 23.447 millones de créditos a la clientela, es decir, un 0,64% del total de préstamos.
Los 203 millones dedicados por Bankia a provisiones y pérdidas de valor de activos han restado un 22,5% del margen neto. En el caso de BMN, esta partida de saneamientos se ha llevado en el primer semestre de 2016 un 77% del margen neto. Ambos bancos fueron saneados en su día con cargo a fondos públicos y ambos han traspasado activos tóxicos a la SAREB.
Sin embargo, el menor margen de beneficio de BMN no le ha permitido incrementar más su saldo de provisiones y así, mientras que Bankia tiene cubierto un 60% del saldo de morosos, BMN apenas alcanza el 40%. Si a eso se le suma que Bankia tiene un índice de morosidad del 9,8% frente al 10,8% de BMN, se entiende por qué los saneamientos se comen más parte de la cuenta de resultados en el banco murciano.
Un proceso de hipotética fusión entre ambas entidades restaría algunos puntos de cobertura de créditos dudosos al banco resultante, pero también dependería del precio a pagar por Bankia, que sería el que absorbería a BMN.
A pesar de los repetidos anuncios de salida a Bolsa, BMN sigue sin cotizar y de ahí que el FROB haya abierto el melón de la integración de los dos bancos en los que aún mantiene la mayoría del capital. Al no estar en el mercado, el precio de venta de BMN está sujeto a una valoración de su negocio, además de su valor en libros (patrimonio neto) y las perspectivas de beneficio futuro. Todo ello será motivo de una auditoría (due diligence) en los próximos meses.
El precio
Aún así, hay un sistema que podría aproximar las cifras algo más a la realidad. El valor el libros de BMN es actualmente de 2.278 millones de euros, según las cuentas anuales resumidas a 30 de junio pasado auditadas por PricewatherhouseCoopers. El de Bankia, por su parte, auditado por Ernst & Young, asciende a 12.795 millones de euros. Esta última, que sí cotiza, alcanza un valor en Bolsa equivalente a una cantidad que ha venido oscilando en los últimos meses entre el 65% y el 70% de su valor en libros.
Según fuentes técnicas consultadas por Capitalmadrid, BMN, cuya rentabilidad es inferior a la de Bankia, tendría probablemente un ratio de capitalización bursátil algo peor, lo que le asignaría un valor en Bolsa que probablemente no pasaría de los 1.350 millones de euros.
Tomando esta cifra como referencia de lo que podría pagar Bankia por quedarse con BMN, resulta que al ser menor de su valor en libros, la diferencia, denominada técnicamente bad will, puede ser contabilizada por el banco absorbente como una provisión financiera que a su vez puede ir directamente a balance para fortalecer la cobertura de créditos y mejorar los ratios del banco resultante de la fusión.
Todo esto, sin embargo, no son sino conjeturas, más o menos aproximativas a lo que podría ser la operación de integración, cuyos detalles financieros estarán listos en los próximos meses. En Bankia dicen que aún no han comenzado a hacer números, aunque sí aseguran que la operación tendría lógica industrial.
Esta última parte tiene que ver con la estructura de ambas redes, que prácticamente no se solapan. Tomando como referencia homogénea los datos suministrados por Bankia y BMN a 30 de junio último, este último cuenta con una red de 682 oficinas, de las que el grueso están en Andalucía (252), Murcia (169) y Baleares (162). En ninguno de los tres mercados la presencia de Bankia es muy importante. En Andalucía tiene 63 oficinas de banca de particulares, en Murcia posee solo seis y en Baleares cuenta con 22. La redundancia, pues, es muy pequeña. Y además, las oficinas de BMN están en provincias como Granada (154), Murcia (169) o Jaén (46), donde Bankia tiene una presencia muy reducida.
La plantilla
Ese es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la posible operación de integración de ambas entidades, ya que no necesitaría dedicar muchos recursos adicionales a la eliminación de red solapada. Sí tendría que dedicarse una inversión aún no cuantificada a integrar los sistemas informáticos de ambas entidades, así como a extender la filosofía de red comercial que ha puesto en marcha Bankia y que ha incrementado notablemente su productividad en las oficinas. Y todavía queda un problema por resolver, que no es otro que los costes de personal de BMN.
El banco presidido por Carlos Egea (en la imagen) tiene un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) firmado en 2010 cuando se fusionaron las cajas de Granada, Murcia y Sa Nostra (Baleares), y que empezó a aplicarse en 2011. Posteriormente, y con motivo del saneamiento del nuevo banco surgido de la fusión a cargo de fondos públicos, en 2013 BMN firmó otro acuerdo laboral con los sindicatos.
En resumen, las medidas acordadas, que tienen vigencia hasta el 31 de diciembre de 2017, son la suspensión temporal de aportaciones a planes de pensiones y devengo de trienios; reducciones de un 20% de la jornada laboral para 625 empleados (un 16% del total) con una reducción de salario equivalente; suspensiones temporales y rotatorias de otros 125 trabajadores y excedencias voluntarias para otros 50 empleados. Es decir, que un 20% de la plantilla del banco está sujeta en este momento a medidas temporales de ahorro de costes que caducan dentro de 15 meses.
Todos estos elementos deberán ser tenidos en cuenta, sin duda, por quienes analicen en profundidad la oportunidad, los costes y los beneficios de una posible integración de BMN en Bankia. Pero lo que es indudable es que a BMN le queda aún un esfuerzo adicional para que el beneficio sea netamente superior al coste de la fusión. De momento, BMN sumaría al nuevo banco negocio en zonas donde Bankia prácticamente no está. Pero es menos rentable. En Bankia, se manejan activos equivalentes a 15,13 millones por empleado frente a los 10,41 millones de BMN. Y mientras cada trabajador de Bankia aporta en media 35.765 millones de beneficio final, en BMN esta cantidad se queda en 8.197 euros.
A lo largo del primer semestre de 2016, la red comercial de Bankia ha obtenido un beneficio de 253.960 euros de media por oficina. En la de BMN el beneficio medio por oficina se ha quedado en 46.921 euros. Es decir, que si se mide la rentabilidad de ambas redes dividiendo el beneficio atribuible entre el número de sucursales, la de Bankia es 5,4 veces superior a la de BMN. La integración de ambas restaría, pues, algún punto de rentabilidad al nuevo banco resultante. En concreto, bajaría de los 253.960 euros actuales a 199.146 euros de media por oficina.
Es verdad que si en lugar de tomar el beneficio distribuible final (beneficio después de impuestos) la comparación se realiza tomando como referencia el margen neto, que mide el resultado de la actividad bancaria propiamente dicha (margen bruto menos gastos generales), la diferencia se estrecha. El margen neto por oficina de Bankia se situaba en 475.185 euros de media durante el primer semestre y el de BMN se quedaba en 287.490 euros. En este caso, la rentabilidad de la red de Bankia es 1,7 veces superior a la de BMN. A pesar del estrechamiento de la diferencia, el banco murciano tendría que hacer aún un esfuerzo adicional de eficiencia para no lastar las cuentas de Bankia en caso de una hipotética fusión.
Más provisiones
Pero es que, además, el beneficio final mide mejor la situación de cada uno, porque tiene en cuenta otra variable fundamental como es la parte de margen neto que cada uno se deja en tapar agujeros de créditos de baja calidad. En los seis primeros meses de 2016, Bankia ha dedicado 203 millones de euros a provisiones y pérdidas por deterioro de activos con una cantidad de crédito a la clientela que alcanzaba los 116.475 millones de euros (un 0,17% del volumen de préstamos). BMN, por su parte, ha dedicado a los mismos fines de saneamiento 151 millones con un saldo de 23.447 millones de créditos a la clientela, es decir, un 0,64% del total de préstamos.
Los 203 millones dedicados por Bankia a provisiones y pérdidas de valor de activos han restado un 22,5% del margen neto. En el caso de BMN, esta partida de saneamientos se ha llevado en el primer semestre de 2016 un 77% del margen neto. Ambos bancos fueron saneados en su día con cargo a fondos públicos y ambos han traspasado activos tóxicos a la SAREB.
Sin embargo, el menor margen de beneficio de BMN no le ha permitido incrementar más su saldo de provisiones y así, mientras que Bankia tiene cubierto un 60% del saldo de morosos, BMN apenas alcanza el 40%. Si a eso se le suma que Bankia tiene un índice de morosidad del 9,8% frente al 10,8% de BMN, se entiende por qué los saneamientos se comen más parte de la cuenta de resultados en el banco murciano.
Un proceso de hipotética fusión entre ambas entidades restaría algunos puntos de cobertura de créditos dudosos al banco resultante, pero también dependería del precio a pagar por Bankia, que sería el que absorbería a BMN.
A pesar de los repetidos anuncios de salida a Bolsa, BMN sigue sin cotizar y de ahí que el FROB haya abierto el melón de la integración de los dos bancos en los que aún mantiene la mayoría del capital. Al no estar en el mercado, el precio de venta de BMN está sujeto a una valoración de su negocio, además de su valor en libros (patrimonio neto) y las perspectivas de beneficio futuro. Todo ello será motivo de una auditoría (due diligence) en los próximos meses.
El precio
Aún así, hay un sistema que podría aproximar las cifras algo más a la realidad. El valor el libros de BMN es actualmente de 2.278 millones de euros, según las cuentas anuales resumidas a 30 de junio pasado auditadas por PricewatherhouseCoopers. El de Bankia, por su parte, auditado por Ernst & Young, asciende a 12.795 millones de euros. Esta última, que sí cotiza, alcanza un valor en Bolsa equivalente a una cantidad que ha venido oscilando en los últimos meses entre el 65% y el 70% de su valor en libros.
Según fuentes técnicas consultadas por Capitalmadrid, BMN, cuya rentabilidad es inferior a la de Bankia, tendría probablemente un ratio de capitalización bursátil algo peor, lo que le asignaría un valor en Bolsa que probablemente no pasaría de los 1.350 millones de euros.
Tomando esta cifra como referencia de lo que podría pagar Bankia por quedarse con BMN, resulta que al ser menor de su valor en libros, la diferencia, denominada técnicamente bad will, puede ser contabilizada por el banco absorbente como una provisión financiera que a su vez puede ir directamente a balance para fortalecer la cobertura de créditos y mejorar los ratios del banco resultante de la fusión.
Todo esto, sin embargo, no son sino conjeturas, más o menos aproximativas a lo que podría ser la operación de integración, cuyos detalles financieros estarán listos en los próximos meses. En Bankia dicen que aún no han comenzado a hacer números, aunque sí aseguran que la operación tendría lógica industrial.
Esta última parte tiene que ver con la estructura de ambas redes, que prácticamente no se solapan. Tomando como referencia homogénea los datos suministrados por Bankia y BMN a 30 de junio último, este último cuenta con una red de 682 oficinas, de las que el grueso están en Andalucía (252), Murcia (169) y Baleares (162). En ninguno de los tres mercados la presencia de Bankia es muy importante. En Andalucía tiene 63 oficinas de banca de particulares, en Murcia posee solo seis y en Baleares cuenta con 22. La redundancia, pues, es muy pequeña. Y además, las oficinas de BMN están en provincias como Granada (154), Murcia (169) o Jaén (46), donde Bankia tiene una presencia muy reducida.
La plantilla
Ese es, sin duda, uno de los puntos fuertes de la posible operación de integración de ambas entidades, ya que no necesitaría dedicar muchos recursos adicionales a la eliminación de red solapada. Sí tendría que dedicarse una inversión aún no cuantificada a integrar los sistemas informáticos de ambas entidades, así como a extender la filosofía de red comercial que ha puesto en marcha Bankia y que ha incrementado notablemente su productividad en las oficinas. Y todavía queda un problema por resolver, que no es otro que los costes de personal de BMN.
El banco presidido por Carlos Egea (en la imagen) tiene un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) firmado en 2010 cuando se fusionaron las cajas de Granada, Murcia y Sa Nostra (Baleares), y que empezó a aplicarse en 2011. Posteriormente, y con motivo del saneamiento del nuevo banco surgido de la fusión a cargo de fondos públicos, en 2013 BMN firmó otro acuerdo laboral con los sindicatos.
En resumen, las medidas acordadas, que tienen vigencia hasta el 31 de diciembre de 2017, son la suspensión temporal de aportaciones a planes de pensiones y devengo de trienios; reducciones de un 20% de la jornada laboral para 625 empleados (un 16% del total) con una reducción de salario equivalente; suspensiones temporales y rotatorias de otros 125 trabajadores y excedencias voluntarias para otros 50 empleados. Es decir, que un 20% de la plantilla del banco está sujeta en este momento a medidas temporales de ahorro de costes que caducan dentro de 15 meses.
Todos estos elementos deberán ser tenidos en cuenta, sin duda, por quienes analicen en profundidad la oportunidad, los costes y los beneficios de una posible integración de BMN en Bankia. Pero lo que es indudable es que a BMN le queda aún un esfuerzo adicional para que el beneficio sea netamente superior al coste de la fusión. De momento, BMN sumaría al nuevo banco negocio en zonas donde Bankia prácticamente no está. Pero es menos rentable. En Bankia, se manejan activos equivalentes a 15,13 millones por empleado frente a los 10,41 millones de BMN. Y mientras cada trabajador de Bankia aporta en media 35.765 millones de beneficio final, en BMN esta cantidad se queda en 8.197 euros.
Raro será si alguien no termina en la cárcel
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