MADRID.- El estigma de recibir ayuda pública planea sobre tres grupos
bancarios españoles, Banco Popular, BMN e Ibercaja, que solo cuentan con
dos semanas para convencer a las autoridades que pueden recapitalizarse
por sí solos.
El Banco de España
explicó, en una conferencia con analistas, que no se decidirá si
estos grupos son forzados a recibir ayuda pública hasta que presenten
sus planes de recapitalización, para lo que tienen hasta el 15 de
octubre.
Solo entonces -explicó Ramón Quintana,
del departamento de Supervisión del Banco de España- se verá si sus
necesidades de capital son mayores que el 2 % de sus activos ponderados
por riesgo, lo que les obligaría a recibir un préstamo público mediante
la emisión de los llamados CoCos (bonos contingentes convertibles).
La
entidad deberá emitirlos antes de que acabe el año, aunque podrá
recomprar al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) estos
títulos antes del 30 de junio del próximo año. Si no es capaz, será
nacionalizada.
De momento, "es muy pronto para decidir los grupos 2
y 3", dijo Quintana, en referencia al grupo de entidades que
podrán captar los recursos por sí solos, con ventas de activos y
colocaciones en el mercado, y al grupo de los que necesitarán ayuda
pública.
"Es importante entender que estamos en un primer paso en
una hoja de ruta que debe acabar con la recapitalización y la
reestructuración del sistema financiero. El siguiente paso será pedir el
plan de recapitalización de cada entidad, que deberá ser analizado por
las autoridades", añadió.
Quintana, junto a un representante de la
Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés), Piers Haben, y de la firma
Oliver Wyman, Miguel Yagüe, explicaron a los analistas financieros
el detalle del exhaustivo examen que esta consultora ha hecho a la
cartera crediticia de la banca española.
El resultado del examen
es que siete grupos (Santander, BBVA, Caixabank, Kutxabank, Sabadell,
Bankinter e Unicaja) tendrían capital suficiente para hacer frente a un
escenario económico muy adverso, con una caída del PIB del 6,5 %
acumulado en tres años.
Las otras siete entidades analizadas
necesitarían 53.745 millones de euros, aunque muy concentrados en los
cuatro bancos nacionalizados, Bankia, que acumula casi la mitad, con
24.743 millones de euros, Catalunya Banc con 10.825 millones, NCG Banco,
con 7.176 millones, y el Banco de Valencia con 3.462 millones.
Las
dudas están, por tanto, en el destino al que se enfrentan los otros
tres bancos que sufren, según el informe, un déficit de capital, y que
harán todo lo posible por mantenerse independientes.
Se trata del
Popular, al que le han detectado en un escenario adverso un déficit de
3.223 millones de euros, así como BMN -fruto de una fusión de cajas
lideradas por Caja Murcia- que necesita 2.208 millones, y el proyecto de fusión de Ibercaja con Caja 3 y Libernak, que requiere 2.108 millones.
El
Popular, tradicionalmente considerado uno de los grandes del sector, es
el que se encuentra en una situación de mayor fortaleza para levantar
por sí solo estos 3.200 millones en el mercado, aunque el desafío es
enorme.
La entidad emitió un comunicado dejando claro que su
política ha sido siempre la de no depender de las ayudas publicas, y que
se recapitalizará por sus propios medios. Fuentes financieras dan por
seguro que presentará un plan de negocio de manera inmediata,
probablemente el mismo lunes.
La situación de BMN es mas
complicada, especialmente porque en los últimos meses ha estado
negociando procesos de fusión que no han prosperado, el último de ellos
con el Popular.
BMN explicó que será capaz de "mitigar" sus
necesidades a la mitad, con la venta de activos, aunque le quedarán
otros 1.000 millones que captar, lo que le abocará presumiblemente a
emitir CoCos.
El caso de Ibercaja y de sus dos socias es
complicada también, porque el déficit de capital podría poner en peligro
la fusión, sin la cual la entidad zaragozana solo necesitaría 226
millones.
Por sí sola Liberbank -formada por Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria- necesitaría 1.198 millones de euros, y Caja 3 unos 780 millones.
Conscientes
de que el proyecto de fusión se tambalea, aunque el Gobierno prefiere
que siga adelante, las tres entidades han apuntado que están analizando
los resultados, "así como las diversas palancas de las que dispondría el
grupo para reducir dichas necesidades de capital".
La incógnita, en cualquier caso, se despejará a partir del 15 de octubre.
La ayuda púbica y el control.
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