BALER.- España
y Filipinas homenajearon hoy a "los últimos de Filipinas" en el 120º
aniversario del sitio de Baler, episodio que simbolizó la amistad entre
las dos naciones unidas por estrechos vínculos históricos y culturales. Civiles españoles y militares filipinos depositaron sendas coronas de flores en el monumento,
en recuerdo de aquellos compatriotas, antes hermanos y a los que la
guerra convirtió en enemigos. Entre los héroes de Baler había, al menos,
dos nacidos en la Región de Murcia: el soldado de 2ª Luis Cervantes Dato, natural de Mula, y el soldado Francisco Real Yuste, natural de Cieza.
Manila, 7-7-1899.- Supervivientes del destacamento de Baler (Filipinas),
a su llegada a Manila.
1.- Oficial Comandante del destacamento, D. Saturnino Martín Cerezo. 2.-
Gregorio Catalán Valero. 3.- Vicente Pedrosa Carballega. 4.- Loreto
Gallego García. 5.- Ramón Boades Tormo. 6.- Miguel Méndez Expósito. 7.-
José Jiménez Berro. 8.- Felipe Castillo Castillo. 9.- José Pineda Turán.
10.- José Martínez Santos. 11.- Eufemio Sánchez Martínez. 12.- Ramón
Ripollés Cardona. 13.- Timoteo López Larios. 14.- Pedro Planas
Basagañas. 15.- Francisco Real Yuste. 16.- Luis Cervantes Dato. 17.-
Juan Chamizo Lucas. 18.- Manuel Menor Ortega. 19.- Marcelo Adrián
Abregón. 20.- Marcos Mateo Conesa. 21.- Antonio Bauza Fullana. 22.- José
Hernández Arocha.
En la iglesia San Luis Obispo de Tolosa, descendientes de los héroes de Baler rememoraron la salida de esos 33 supervivientes del destacamento del medio centenar que se atrincheró en esa iglesia durante 337 días, resistiendo un duro asedio de los insurrectos filipinos en el último coletazo de la guerra de independencia.
"El
sitio de Baler es un ejemplo de reconciliación, de perdón y de
reencuentro en la batalla entre dos pueblos", destacó el embajador
de España en Filipinas, Jorge Moragas, que presidió el acto solemne de
homenaje junto con el ministro de Defensa de Filipinas, Delfin
Lorenzana.
Este año también acudió a Baler una amplia expedición de
españoles para rendir homenaje a nuestros compatriotas que lucharon en
aquel sitio.
El
embajador recordó que es la primera vez que se reproduce la salida de
la bandera española de esa iglesia y cómo los filipinos despidieron a
los soldados españoles, el 2 de junio de 1899, con la guerra ya
terminada, "tratándolos como amigos, no como adversarios".
El
primer presidente de la Filipinas independiente, Emilio Aguinaldo,
emitió el 30 de junio de ese año el conocido como decreto de Tarlac, en
el que exaltó la resistencia heroica de los conocidos como "los últimos
de Filipinas", a los que recibió en Manila y a quienes les entregó un
salvoconducto para regresar a España.
Aguinaldo
ordenó tratar a los rendidos "no como prisioneros, sino como amigos"
por haber protagonizado una "epopeya tan gloriosa y tan propia del
legendario valor de los hijos del Cid y de don Pelayo", según el texto del
decreto.
Esa
efeméride sirvió de pretexto en 2002 para establecer el 30 de junio
como el Día de la Amistad Hispano-Filipina, aprobado por los parlamentos
de los dos países para rescatar los lazos perdidos, que se conmemora
cada año en diferentes ciudades filipinas y en particular en Baler,
localidad de unos 40.000 habitantes ubicada en la costa oriental de la
isla de Luzón.
"Además
de recordar nuestro pasado común, tenemos el reto por delante de
mantener viva la épica historia del sitio de Baler", indicó el ministro
filipino de Defensa, Delfin Lorenzana, quien admitió que es un episodio
histórico desconocido en Filipinas del que él supo hace pocos días por
medio de Moragas.
En
España tampoco fue un capítulo de la historia muy divulgado y con el
fin de recordarlo surgió hace cinco años la asociación Últimos de
Filipinas. Héroes de Baler, que integra a varios descendientes de los
supervivientes, algunos presentes en el acto de hoy como Jesús Valbuena,
bisnieto del cabo García Quijano, el primer herido del sitio.
"Fue
un destacamento heroico, pero de un desastre traumático, como fue la
pérdida de las últimas colonias. España quería pasar página cuanto antes
y no recibieron el homenaje tan efusivo que hubieran merecido", contó Valbuena, hijo adoptivo de Baler.
Aunque
la España en decadencia posterior al desastre del 98 se olvidó de estos
soldados que lucharon por su patria hasta el último aliento, para los
descendientes 120 años después "era el momento de brindarles una
laureada popular".
Según
Valbuena, la gesta de Baler es un hecho "sin precedentes" que
"trasciende la historia de España o cualquier ideología" por dos
motivos: por la insólita "oda al vencido" de Aguinaldo y porque fue el
sitio más largo de la historia contemporánea, del 27 de junio de 1898 al
2 de junio de 1899, que se estudia como referente de un asedio en
academias militares de medio mundo.
"Hoy
conmemoramos que lo que comenzó con muerte, guerra y fatalidad, terminó
en amistad y respeto mutuo", señaló el senador Sonny Angara, oriundo de
Baler e hijo de Edgardo Angara, senador ya fallecido que promovió en
2002 la creación de un día de la amistad hispano-filipina en la
efeméride del decreto de Tarlac.
"En
vez de conmemorar cómo los colonizadores se rindieron después de un
asedio de once meses, como nación recordamos que casi cuatro siglos de
dominio español terminaron en reconciliación, amistad, compasión y
camaradería", apuntó.
Aunque
en el acto se rememoró a "los últimos de Filipinas" como héroes, su
caso suscita opiniones enfrentadas ya que algunos los ven como unos
obstinados empeñados en continuar su encierro incluso cuando la guerra
ya había terminado, incrédulos ante las noticias de emisarios o de la
prensa filipina.
Cuando
se convencieron de la realidad y se rindieron quedaban 33
supervivientes, ya que dos oficiales, un fraile y doce soldados murieron
por enfermedades como el beriberi -por la falta de vitamina B-, otros
dos militares cayeron por balas enemigas, dos fueron ejecutados por
desobediencia y seis habían desertado.
También hubo un homenaje hispanofilipino en el Putok sa Dikaloyungan,
un pequeño monumento que recuerda a los revolucionarios filipinos que
lucharon en aquella contienda. Hoy, de hecho, se celebra el 17º Día de
la Amistad Hispanofilipina, establecido en 2003 por el Gobierno de
Filipinas “para recordar el acto de benevolencia que ha allanado el camino para tender una mejor relación entre Filipinas y España” y “para conmemorar los lazos culturales e históricos, la amistad y la cooperación entre Filipinas y España”.
Entre las autoridades filipinas estuvo el senador Juan Edgardo M.
Angara, la congresista de la provincia de Aurora Bellaflor J.
Angara-Castillo; el representante de la oficina del Presidente de
Filipinas Michael P. Ong; el gobernador de la provincia Aurora Gerardo
A. Noveras; y el alcalde de Baler, Nelianto C. Bihasa.
Como en años anteriores, el Ejército filipino estuvo representado por efectivos de la 7ª División de Infantería “Kaugnay”, que tiene su base en Fort Ramon Magsaysay, en Palayan City (Nueva Écija).
'Los Últimos de Filipinas'
Comandante Político-Militar del PríncipeCapitán de Infantería Enrique de las Morenas y Foss, natural de Chiclana de la Frontera. Falleció por enfermedad el 22 de noviembre de 1898.
Tropa del Destacamento de Baler
2º Teniente Juan Alonso Zayas. Falleció por enfermedad el 18 de octubre de 1898.
2º Teniente Saturnino Martín Cerezo, natural de Miajadas, Cáceres.
Cabo Jesús García Quijano, natural de Viduerna de la Peña, Palencia.
Cabo José Chaves Martín. Falleció por enfermedad el 10 de octubre de 1898.
Cabo José Olivares Conejero, natural de Caudete, Albacete.
Cabo Vicente González Toca. Fusilado el 1 de junio de 1899.
Corneta Santos González Roncal, natural de Mallén, Zaragoza.
Soldado de 2ª Felipe Herrero López. Desertó el 27 de junio de 1898.
Soldado de 2ª Félix García Torres. Desertó el 29 de junio de 1898.
Soldado de 2ª Julian Galvete Iturmendi. Falleció debido a heridas el 31 de julio de 1898.
Soldado de 2ª Juan Chamizo Lucas, natural de Valle de Abdalajís, Málaga.
Soldado de 2ª José Hernández Arocha, natural de La Laguna, Tenerife.
Soldado de 2ª José Lafarga Abad. Falleció por enfermedad el 22 de octubre de 1898.
Soldado de 2ª Luis Cervantes Dato, natural de Mula, Murcia.
Soldado de 2ª Manuel Menor Ortega, natural de Sevilla, Sevilla.
Soldado de 2ª Vicente Pedrosa Carballeda, natural de Carballino, Orense.
Soldado Antonio Bauza Fullana, natural de Petra, Mallorca.
Soldado Antonio Menache Sánchez. Fusilado el 1 de junio de 1899.
Soldado Baldomero Larrode Paracuello. Falleció por enfermedad el 9 de noviembre de 1898.
Soldado Domingo Castro Camarena, natural de Aldeavieja, Ávila.
Soldado Emilio Fabregat Fabregat, natural de Salsadella, Castellón.
Soldado Eufemio Sánchez Martínez, natural de Puebla de Don Fadrique, Granada.
Soldado Eustaquio Gopar Hernández, natural de Tuineje, Las Palmas.
Soldado Felipe Castillo Castillo, natural de Castillo de Locubín, Jaén.
Soldado Francisco Real Yuste, natural de Cieza, Murcia.
Soldado Francisco Rovira Mompó. Falleció por enfermedad el 30 de setiembre 1898.
Soldado Gregorio Catalán Valero, natural de Osa de la Vega, Cuenca.
Soldado Jaime Caldentey Nadal. Desertó el 3 de agosto de 1898.
Soldado José Alcaide Bayona. Desertó el 8 de mayo de 1899.
Soldado José Jiménez Berro, natural de Almonte, Huelva.
Soldado José Martínez Santos, natural de Almeiras, La Coruña.
Soldado José Pineda Turán, natural de San Felíu de Codinas, Barcelona.
Soldado José Sanz Meramendi. Falleció por enfermedad el 13 de febrero 1899.
Soldado Juan Fuentes Damián. Falleció por enfermedad el 8 de noviembre 1898.
Soldado Loreto Gallego García, natural de Requena, Valencia.
Soldado Manuel Navarro León. Falleció por enfermedad el 9 de noviembre 1898.
Soldado Marcelo Adrián Obregón, natural de Villalmanzo, Burgos.
Soldado Marcos José Petanas. Falleció por enfermedad el 19 de mayo 1899.
Soldado Marcos Mateo Conesa, natural de Tronchón, Teruel.
Soldado Miguel Méndez Expósito, natural de Puebla de Tabe, Salamanca.
Soldado Miguel Pérez Leal, natural de Lebrija, Sevilla.
Soldado Pedro Izquierdo Arnaíz. Falleció por enfermedad el 14 de noviembre 1898.
Soldado Pedro Planas Basagañas, natural de San Juan de las Abadesas, Gerona.
Soldado Pedro Vila Garganté, natural de Taltaüll, Lérida.
Soldado Rafael Alonso Medero. Falleció por enfermedad el 8 de octubre de 1898.
Soldado Ramón Buades Tormo, natural de Carlet, Valencia.
Soldado Ramón Donat Pastor. Falleció por enfermedad el 10 de octubre 1898.
Soldado Ramón Mir Brills, natural de Guisona, Lérida.
Soldado Ramón Ripollés Cardona, natural de Morella, Castellón.
Soldado Román López Lozano. Falleció por enfermedad el 25 de octubre 1898.
Soldado Salvador Santamaría Aparicio. Falleció debido a heridas el 12 de mayo 1899.
Soldado Timoteo López Larios, natural de Alcoroches, Guadalajara.
Soldado Melchor Martin López, natural de Aznalcollar, Sevilla.
Soldado Luis Ruiz de la Torre, natural de Moral de Calatrava, Ciudad Real
Soldado Mariano Miguel de Marcos, natural de Marlín, Ávila
Enfermería.
Médico provisional Rogelio Vigil de Quiñones, natural de Marbella, Málaga.
Cabo indígena Alfonso Sus Fojas. Desertó el 27 de junio de 1898.
Sanitario indígena Tomás Paladio Paredes. Desertó el 27 de junio de 1898.
Soldado Bernardino Sánchez Cainzos, natural de Guitiriz, Lugo
Párroco de Baler:
Fray Cándido Gómez Carreño. Falleció por enfermedad el 25 de agosto de 1898.
Misioneros: Enviados por las tropas filipinas, decidieron quedarse en la iglesia a petición de Enrique de las Morenas.
Fray Juan López Guillén.
Fray Félix Minaya.