MADRID.- Se buscan culpables por el desastre operativo, y también político,
del referéndum celebrado el domingo en Cataluña. Y una de las
imputaciones, poco conocida pero real, se dirige nada menos que al
Centro Nacional de Inteligencia, del que se llega a afirmar que sus
fallos han provocado que la convocatoria acabara tan mal, publica hoy http://www.elconfidencialdigital.com.
Algunos
servicios de información, sobre todo los vinculados al Ministerio del
Interior, acusan al CNI, entre otras cosas, de “inacción”, de haber
cometido errores en la información que había suministrado, y, más aún,
de no haber evitado injerencias de servicios de inteligencia extranjeros
en el ‘proces’.
“El Centro Nacional de Inteligencia no ha compartido toda la información que tenía sobre el referéndum”, asegura a El Confidencial Digital
un alto cargo policial del Ministerio del Interior, visiblemente
contrariado por el desarrollo de los acontecimientos durante la jornada del 1 de octubre en Cataluña.
Según su relato, la colaboración del CNI “no ha sido la esperada”, especialmente en cuanto al flujo de información desde el servicio de inteligencia al Ministerio.
Fuentes de la cúpula policial son aún más tajantes: “Nos la han jugado”.
Y añaden: “En el CNI se han dejado llevar por viejas rencillas con cargos que han estado involucrados en la preparación y desarrollo del operativo del 1-O".
Urnas llegando desde Francia
Uno
de los datos que echan en cara a los "espías" del CNI es que no han
sido capaces de localizar las urnas utilizadas en la consulta del
domingo.
Según se ha sabido ahora, las urnas se compraron en China, que era, junto a Rusia, Serbia o un país del Báltico, una de las opciones que Interior había barajado como posible lugar de origen de las urnas.
Las
urnas, tal y como han ido revelando desde círculos independentistas,
fueron adquiridas a través de un vendedor chino, una empresa que opera
en internet llamada ‘Smart Dragon Ballot Expert’, a un precio de 5 euros la unidad.
Posteriormente,
fueron enviadas al sur de Francia, donde estuvieron "esperando" a que
se celebrara la votación, y el CNI no las detectó, ni en el transporte
desde China, ni en el almacenaje en el país vecino.
La lealtad de los Mossos
Otra
de las acusaciones desde los otros servicios de inteligencia se centra
en afirmar que los informes elevados al Gobierno por el CNI han sido en
gran medida erróneos. Unos informes que llegaban sobre todo a la
vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría.
Afirman esas fuentes
que el Centro Nacional de Inteligencia valoró cuál podía ser la actitud
de los Mossos d'Esquadra en las horas inmediatamente anteriores y
posteriores al referéndum, y 'garantizó' que el nivel de lealtad
constitucional sería del 90%, algo que, evidentemente, no ocurrió.
Servicios de inteligencia extranjeros
Existen fundadas sospechas de que servicios de inteligencia de países extranjeros “colaboraron” en bastante medida con los organizadores de la consulta ilegal celebrada en Cataluña.
Uno
de los campos se centró en aportar la logística informática necesaria
para la gestión del censo electoral y para el recuento de votos.
De igual manera, tales servicios asesoraron a altos cargos de la Generalitat sobre cómo actuar para “evitar seguimientos” y para burlar la vigilancia policial.
Cabe recordar que Carles Puigdemont realizó el domingo un extraño cambio de vehículo a oscuras, bajo un puente,
cuando se dirigía al colegio electoral en el que finalmente pudo votar y
desde ofreció las primeras declaraciones en la jornada del 1-O. Del
túnel salieron dos comitivas de coches, con lo que logró despistar a un
helicóptero policial.
Respuesta desde el CNI: “Una chapuza policial”
El
Confidencial Digital ha podido conversar con fuentes muy próximas al
CNI, los servicios secretos españoles, que responden que la versión
ofrecida por los otros servicios de inteligencia, sobre todo el ámbito
del ministerio del Interior, es “radicalmente falsa”.
Sostienen que el Centro Nacional de Inteligencia, que ha estado en contacto permanente con el Gobierno, ha aportado “información contrastada y precisa” sobre cuestiones que afectaron directamente a las decisiones tomadas por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Aseguran
que el informe elevado a la Vicepresidencia del Gobierno sobre la
actitud de la policía autonómica concluía que existía una alta
posibilidad de que, durante el referéndum, miembros de los Mossos d'Esquadra se negasen a cumplir las órdenes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, como así ocurrió.
Añaden que sus previsiones fijaban en torno a un “50 por ciento” el número de Mossos dispuestos a cumplir las órdenes.
La entrada de las urnas
Sobre la llegada de las urnas, replican que entraron en España desde Francia, “a través del paso de La Junquera,
fuertemente protegido por la Policía Nacional”, e incluso por el puerto
de Barcelona. Por tanto, el fallo fue de los agentes que prestan
servicio en esos puntos.
“No se debería estar buscando culpables fuera”, comentan.
Las
fuentes cercanas al CNI consultadas, hablando “a título personal”,
critican las órdenes de actuación del 1-O, que en algunos casos
califican como una “chapuza policial”.