Domingo 24 de mayo. Cena en la Delegación del Gobierno. Anfitrión, Joaquín Bascuñana. Invitados, Ramón Luis Valcárcel y los empresarios donantes del PP, Antonio Sánchez Carrillo y Pedro Hernández Filardi. No consta la presencia de Pedro Antonio Sánchez ni de Pepe Ballesta, los dos más directamente beneficiados de esta convocatoria de urgencia. De Paco Jódar, tampoco, al ser reunión exclusivamente de 'capos' del partido bajo la autoridad del ex presidente de la Comunidad Autónoma.
¿Objetivo? Cimentar mayorías sólidas del PP en San Esteban y La Glorieta. Posiblemente, igual en Lorca ¿Presupuesto? Millón y medio o dos de euros. ¿Destinatarios? Se suponen. La operación principal queda cerrada en las siguientes horas y se informa inmediatamente a Madrid. No ha resultado muy gravosa porque la necesidad es mucha, aunque la mies es poca, visto todo lo que se juegan en el envite los espléndidos comensales y sus acólitos en campaña. Se desconoce, eso sí, el corretaje de eventuales intermediarios si los hubiese habido, que todo cabe en esta Murcia huertana y de gente tan espabilada para la ganancia fácil.
Lógicamente no se invita a Alberto Garre, que pronto es informado por un militante a la escucha con residencia en Altorreal y buena conexión con Albert Rivera, quien también es informado por si acaso y maniobra inmediatamente con reflejos y mucha discreción en espera de más datos y alguna evidencia que le permita ser algo más tajante. Su gente en Murcia es en pocas horas cortocircuitada y fijada al terreno en prevención de acontecimientos y sus secuelas políticas a nivel nacional. Con esos materiales, qué puede pretender el chiquilicuatre catalán, que ha demostrado no saber hacer las cosas bien ni escoger a su gente fuera de Madrid, Barcelona y Valencia, con muy contadas excepciones.
Un alto funcionario del Estado en Murcia también tiene conocimiento del hecho cierto pero espera a saber más antes de actuar en su ámbito. Otro ex alto cargo del Estado en Cartagena, pendiente con suma ansiedad de la suerte política y penal de Pilar Barreiro, es informado y no queda sorprendido en absoluto. Un periodista murciano con buenas conexiones en La Moncloa, igualmente, detecta la citada cena, protagonismo y contenido tras verificar que Valcárcel no está, como de costumbre en noche electoral, en el hotel '7 Coronas'. Se alerta y hace una ronda por sus fuentes habituales en Murcia, alguna con el teléfono 'pinchado' por orden de un gamberro de Molina de Segura con mando en plaza.
Quien no se entera tan pronto es el ex delegado del Gobierno socialista y candidato del PSRM a San Esteban, el doctor González Tovar, que después se lanza a ofrecer al resto de partidos, excluido el PP, la formación de un gobierno autónomo de centro-izquierda bajo su presidencia cuando ya se puede haber consumado una especie de 'tamayazo a la murciana' con la bendición, se dice, de la Santísima y Vera Cruz de Caravaca para evitar el asalto de ateos y separatistas a la Asamblea Regional, lo que parece legítimo en creyentes acreditados y españoles de verdad.
Todo sea por la Fé y la unidad de España en provincia tan católica como Murcia, donde la UCAM ha hecho tanto dinero a costa de las familias que no quieren ver a sus hijos mezclados con el rojerío que tanto abunda en la UMU del rector Orihuela. Se pudo, pues, obrar el milagro en este mes de María y de las cruces, y que todo quede, más o menos, igual que estaba pero con tres nuevos ricos sin tener que comunicarlo a Hacienda aunque se pueda enterar oficiosamente el nuevo delegado de la Agencia Tributaria. Como pudiera ser también el caso del fiscal superior del TSJ, señor López Bernal, obligado a actuar de oficio y ordenar una investigación a la Policía Judicial, también de ser el caso, por si se hubiese conculcado algún precepto por parte de autoridad obligada a observarlos todos.
Todo sea por la Fé y la unidad de España en provincia tan católica como Murcia, donde la UCAM ha hecho tanto dinero a costa de las familias que no quieren ver a sus hijos mezclados con el rojerío que tanto abunda en la UMU del rector Orihuela. Se pudo, pues, obrar el milagro en este mes de María y de las cruces, y que todo quede, más o menos, igual que estaba pero con tres nuevos ricos sin tener que comunicarlo a Hacienda aunque se pueda enterar oficiosamente el nuevo delegado de la Agencia Tributaria. Como pudiera ser también el caso del fiscal superior del TSJ, señor López Bernal, obligado a actuar de oficio y ordenar una investigación a la Policía Judicial, también de ser el caso, por si se hubiese conculcado algún precepto por parte de autoridad obligada a observarlos todos.