MURCIA.- La Consejería de Agricultura y Agua, a través del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), desarrolla un proyecto para impulsar el cultivo de moreras para la obtención de madera de calidad, según han informado fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
Para ello realiza un cultivo experimental de distintas variedades
de este árbol, con el fin de conocer sus parámetros de crecimiento, en
explotaciones agrícolas particulares, que presentan diferentes tipos de
suelo y temperaturas; todo ello con la colaboración de agricultores.
El
director del IMIDA, Adrián Martínez, destacó "la gran demanda que
existe actualmente de maderas de calidad". En este sentido, apuntó que
"de los 448 millones de metros cúbicos de déficit de madera previsto
para el horizonte 2020 en la Unión Europea, el 42 por ciento corresponde
a madera de calidad, con destino a la fabricación".
Las
características físico-mecánicas de la madera del género Morus, como la
densidad e higroscopicidad (capacidad de un material para absorber la
humedad), entre otras, valoradas respectivamente como 'muy pesada' y
'débil' en la normativa UNE, la hace útil y valiosa para la carpintería y
ebanistería.
Y es que, los usos van desde la fabricación de
muebles hasta toneles para envejecimiento del vinagre de módena, pasando
por instrumentos musicales y deportivos que requieren precisión.
Estas
cualidades permiten incluir esta madera dentro del rango de la demanda
de madera de fabricación, frente a las maderas de baja calidad con
destino, entre otros, a la obtención de energía, que han caído en desuso
debido, entre otras razones, a la crisis que soporta el sector de la
construcción.
Según el investigador Ignacio Padial, responsable
del mencionado proyecto de investigación, la morera tiene un sistema
radicular muy potente que la convierte en un importante sumidero de
carbono. Además, apuntó que los organismos internacionales propician el
desarrollo de este tipo de cultivos que, además de favorecer al
agricultor, tienen un gran interés medioambiental, ya que contribuyen a
paliar el problema del cambio climático.
El cultivo de la morera,
añadió Ignacio Padial, permite a los agricultores sustituir el cultivo
deficitario de otras maderas renovables de baja calidad, como es la del
chopo. Además, indicó que el precio que se puede obtener por la madera
de morera puede superar veinte veces al que se obtendría por la de
chopo, con lo que se vería compensado el cambio de cultivo.
Particularmente
interesante es el caso de los ensayos realizados en la Región de
Murcia, donde hay agricultores y empresarios emprendedores y receptivos a
la innovación que han participado en este proyecto.
Así, de los
primeros ensayos en laboratorio en 2012-2013 se ha pasado a escala
semi-industrial en 2014 y alcanzará los 50.000 metros cuadrados en 2015.
Es la única plantación de este tipo conocida en España que está
dirigida a la producción de madera de calidad y que, de este modo, en
breve podría suministrar a la industria un volumen suficiente de materia
prima como para emprender proyectos de futuro.
Es también
destacable el hecho de que el cultivo se realiza con riego por goteo,
aprovechando la climatología favorable de la Región de Murcia y la
relativa tolerancia al estrés por sequía de Morus alba L.
El
Banco de Germoplasma del IMIDA tiene censadas en su patrimonio
fitogenético 47 variedades de moreras. Según Ignacio Padial, el proceso
de reproducción de este árbol es efectivo y rápido por medios
tradicionales.
También se puede hacer en laboratorio, mediante
cultivo in vitro, pero resulta más económico hacerlo mediante
estaquilla, permitiendo clonar las variedades que se estimen más
interesante en virtud del destino, ya sea forraje, alimentación,
nutracéutica, medicina, madera, fruto u otros.
Por tanto, la
elección de las variedades estará en función de lo que se pretenda
obtener de la morera. Así, por ejemplo, para plantar en paseos urbanos
se eligen variedades que, además de dar sombra, carezcan de frutos para
no manchar las aceras.