MURCIA.- El rector de la Universidad de Murcia, José Orihuela y el consejero de Fomento, Obras Públicas y Ordenación, Manuel Campos, han firmado este jueves un convenio para que la institución docente e investigadora estudie la viabilidad de un puente que una la zona norte de La Manga con el Parque Regional de Las Salinas de San Pedro.
Campos ha asegurado que la pasarela será
"únicamente peatonal y no permitirá la circulación ni de vehículos y
tampoco, a priori, bicicletas".
La idea, según el consejero, es que esta pasarela de paseo
"incremente el turismo en la zona que permita contemplar la belleza y
sea una plataforma de investigación científica de ese ecosistema que
permita ponerlo en valor".
El grupo de estudio de la Universidad de Murcia está dirigido por
el profesor Francisco Robledano y lo forman cinco profesores de Biología
y Ciencias Ambientales y dos asesores externos de otras facultades.
Además, el estudio se enriquecerá con opiniones e informes de
investigadores de otras titulaciones como Economía o Turismo.
Campos ha señalado que "en todo momento la construcción debe de
ser totalmente acorde a la legalidad vigente tanto administrativa como
ambiental". Y ha puntualizado que "se construirá si los informes
ambientales son favorables y también lo son los turísticos y
económicos".
El estudio debe de estar concluido a principios de año 2015 para
que los técnicos de la Consejería lo evalúen. El consejero ha recordado
que este proyecto pasó por la Asamblea Regional y fue aprobado con una
moción presentada por el diputado popular José Miguel Luengo por "todo
el arco parlamentario, con la importancia que eso supone para la
realización del proyecto".
Rechazo ecologista
Los grupos ecologistas de la Región han mostrado su rechazo a este proyecto. Rubén Vives, miembro de Ecologistas en Acción, califica en 'La Opinión' de «idea descabellada» esta iniciativa.
«Somos tajantes al defender que no se haga y lo pelearemos donde sea», apuntó, porque, en su opinión, no hay garantía de que no pase lo mismo que en otros espacios naturales del entorno del Mar Menor, como La Hita, El Carmolí o Lo Poyo, donde no hay control.
«Aquí se ha facilitado el acceso y la zona está llena de basura, además de especies invasoras y predadoras que están acabando con la biodiversidad autóctona», advirtió Vives.
Pedro García, portavoz de Anse, por su parte, comentó que aunque habría que ver el resultado del trabajo y su postura no es rotunda, «a priori no se debería hacer».
«Lo que se propone -añadió- es incompatible con el plan de protección del Parque, porque es una zona muy frágil».
Asimismo, explicó que «al tener una enorme presión por el desarrollo de La Manga, lo último que se debería hacer es facilitar el tránsito humano; si se abriera el paso, sería difícil que la población de aves siguiera allí». García, también, mostró su temor a que la generación de basura en el entorno «se dispare».
Rechazo ecologista
Los grupos ecologistas de la Región han mostrado su rechazo a este proyecto. Rubén Vives, miembro de Ecologistas en Acción, califica en 'La Opinión' de «idea descabellada» esta iniciativa.
«Somos tajantes al defender que no se haga y lo pelearemos donde sea», apuntó, porque, en su opinión, no hay garantía de que no pase lo mismo que en otros espacios naturales del entorno del Mar Menor, como La Hita, El Carmolí o Lo Poyo, donde no hay control.
«Aquí se ha facilitado el acceso y la zona está llena de basura, además de especies invasoras y predadoras que están acabando con la biodiversidad autóctona», advirtió Vives.
Pedro García, portavoz de Anse, por su parte, comentó que aunque habría que ver el resultado del trabajo y su postura no es rotunda, «a priori no se debería hacer».
«Lo que se propone -añadió- es incompatible con el plan de protección del Parque, porque es una zona muy frágil».
Asimismo, explicó que «al tener una enorme presión por el desarrollo de La Manga, lo último que se debería hacer es facilitar el tránsito humano; si se abriera el paso, sería difícil que la población de aves siguiera allí». García, también, mostró su temor a que la generación de basura en el entorno «se dispare».