CIUDAD REAL.- "Bien está lo que bien acaba". Lo dijo José María Barreda, el ex presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, días antes de que el aeropuerto de Ciudad Real empezara a operar. Fue el 18 de diciembre de 2008. Hoy, sus palabras se volvieron en su contra. El ambicioso proyecto manchego acabó mal, por no decir, fatal.
El último vuelo de Vueling ha despegado a las 14:45 horas de Ciudad Real con destino Barcelona. En él viajaban 45 personas. La aerolínea apenas duró un año en el aeródromo manchego. Y es que la trayectoria de este aeropuerto, considerado como el primero privado de España, está marcada por la mala suerte.
Primero fueron las tres declaraciones de impacto medioambiental que tuvo que superar, en 2005, por encontrarse ubicado en una Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA), en el Campo de Calatrava. Se trata de un terreno volcánico rodeado de olivos. Es más, se llegó incluso a denunciar que el 50% de las obras eran ilegales. Los promotores estuvieron condicionados a unas medidas compensatorias para llevar a cabo el proyecto.
Segundo, la necesidad de ampliación de capital. Pocos socios estuvieron dispuestos a entrar en el accionariado de CR Aeropuertos, capitaneado, en sus comienzos, por Inversiones Aeroportuarias del Centro y la Caja de Castilla-La Mancha (CCM). Un 43% y un 30%, respectivamente. La intervención de CCM por el Banco de España destapó las irregularidades accionariales del aeropuerto.
El 1 de junio de 2010, Amalio de Juan Casero, titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de Ciudad Real, declaró el concurso de acreedores necesario la sociedad promotora del aeródromo. El juez alegó "incapacidad para atender regularmente el pago de obligaciones" que le exigían sus deudores. Más de 290 millones de euros era la deuda de CR Aeropuertos con sus acreedores.
Lo peor fue que el propio aeropuerto ya presentaba pérdidas antes de comenzar a operar. En 2005, la promotora perdió 2,8 millones de euros. En 2006, 9,2 millones. Y el año antes de que abriese sus puertas registró 1,7 millones de euros en números rojos. Sin duda, una quiebra a gritos tres años antes de su inauguración.
Los promotores querían destacarse por invertir más de 1.100 millones de euros a largo plazo, pero los planes no salieron como pensaban, sobre todo en plena crisis del sector aéreo. Allá por el año 2009.
Juan León Triviño era el hombre que soñó y diseñó este aeropuerto cuando fue presidente de la Cámara de Comercio de Ciudad Real. "Sólo me jubilaré cuando lo vea funcionando", confesó a 'El Mundo' dos años antes de su apertura. Triviño consiguió verlo en funcionamiento, pero quebró dos años después.
En España, la fiebre de los aeropuertos privados se ha expandido por seis comunidades autónomas. Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha se han empeñado en tener su propio aeródromo. Hasta la fecha, sólo uno empezó a funcionar, ya quebró y hoy opera su último vuelo.
Primero fueron las tres declaraciones de impacto medioambiental que tuvo que superar, en 2005, por encontrarse ubicado en una Zona Especial de Protección para las Aves (ZEPA), en el Campo de Calatrava. Se trata de un terreno volcánico rodeado de olivos. Es más, se llegó incluso a denunciar que el 50% de las obras eran ilegales. Los promotores estuvieron condicionados a unas medidas compensatorias para llevar a cabo el proyecto.
Segundo, la necesidad de ampliación de capital. Pocos socios estuvieron dispuestos a entrar en el accionariado de CR Aeropuertos, capitaneado, en sus comienzos, por Inversiones Aeroportuarias del Centro y la Caja de Castilla-La Mancha (CCM). Un 43% y un 30%, respectivamente. La intervención de CCM por el Banco de España destapó las irregularidades accionariales del aeropuerto.
El 1 de junio de 2010, Amalio de Juan Casero, titular del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número cuatro de Ciudad Real, declaró el concurso de acreedores necesario la sociedad promotora del aeródromo. El juez alegó "incapacidad para atender regularmente el pago de obligaciones" que le exigían sus deudores. Más de 290 millones de euros era la deuda de CR Aeropuertos con sus acreedores.
Lo peor fue que el propio aeropuerto ya presentaba pérdidas antes de comenzar a operar. En 2005, la promotora perdió 2,8 millones de euros. En 2006, 9,2 millones. Y el año antes de que abriese sus puertas registró 1,7 millones de euros en números rojos. Sin duda, una quiebra a gritos tres años antes de su inauguración.
Los promotores querían destacarse por invertir más de 1.100 millones de euros a largo plazo, pero los planes no salieron como pensaban, sobre todo en plena crisis del sector aéreo. Allá por el año 2009.
Aspiraba a 7 millones de viajeros al año
Pese a ello, el aeropuerto de Ciudad Real consiguió operar vuelos de Air Nostrum, Air Berlin y Vueling, además de contar con una infraestructura ferroviaria y una estación de AVE en su propia puerta. Central Ciudad Real, como se llama este aeródromo las instalaciones siguen "abiertas y operativas" hasta que el juez no diga lo contrario, según apuntaron fuentes del aeropuerto- fue construido para registrar un tráfico de pasajeros de siete millones al año, además de 250.000 toneladas de carga. Pero la realidad no pasó de los 500.000 viajeros y las 60.000 toneladas en su primer año de vida.Juan León Triviño era el hombre que soñó y diseñó este aeropuerto cuando fue presidente de la Cámara de Comercio de Ciudad Real. "Sólo me jubilaré cuando lo vea funcionando", confesó a 'El Mundo' dos años antes de su apertura. Triviño consiguió verlo en funcionamiento, pero quebró dos años después.
En España, la fiebre de los aeropuertos privados se ha expandido por seis comunidades autónomas. Cataluña, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y Castilla-La Mancha se han empeñado en tener su propio aeródromo. Hasta la fecha, sólo uno empezó a funcionar, ya quebró y hoy opera su último vuelo.