Mientras asistimos al triste espéctaculo, impensable para la mayoría ciudadana más simple hace tan sólo unos meses, de ver cómo se desangra Caja Mediterráneo (CAM) tras ser vaciada desde dentro, muchos impositores y clientes de Caja Murcia (CM) se preguntan qué va a pasar con ésta en un momento de ausencia casi total de negocio financiero y visto que los controles de garantía del Banco de España no han servido para nada en la práctica ante conspiraciones de cuello blanco, más que nada por lo sucedido en Alicante. Presumiblemente, tampoco en este caso está todo dicho.
A Caja Murcia le queda de vida sólo hasta el próximo viernes después de medio siglo de existencia entre nosotros. A partir del sábado quedara subsumida en el banco 'Mare Nostrum', cuya proyección en el tiempo futuro se ignora pero se presume para desgracia de los murcianos que, como los alicantinos, están a punto de quedarse para siempre sin una palanca financiera propia.
Si tenemos confianza personal con cualquier empleado de la entidad murciana pronto percibiremos, por su estado de desánimo y tema de conversación, la falta de pulso que se trata de ocultar a una opinión pública regional menos exigente y avisada. Pero el caso es que la plantilla no susceptible de despido pactado por ERE (con supuesto perjuicio de 150 millones de euros para el Estado al ser una empresa con beneficio declarado) lleva en vilo desde la total desamortización en favor del banco 'Mare Nostrum' (BMN).
Además, el devenir de la crisis de la deuda en toda Europa en las últimas semanas ha hecho más difícil todavía que entidades de crédito tan pequeñas, incluido BMN, puedan sobrevivir a las exigencias de fuerte recapitalización, no ya por las de solvencia de Basilea III o provisionarias del BCE, sino por los riesgos extremos de impacto sobre cartera que ahora ve venir el FMI ante el disparo previsible de la morosidad y la alarma dada desde el Ecofín de cara a importantes vencimientos de pago al crédito mayorista europeo.
Con todo, y visto desde Murcia, la falta de negocio y una acusada retirada de fondos, con pérdida sabida de importantes clientes históricos, más mil millones de euros menos en las cuentas de las administraciones públicas por la crisis fiscal creciente, y sumado todo a un aumento vertiginoso de impagos aunque se refinancien deudas de promotores inmobiliarios de cobro incierto para evitar una mayor mora real, merecería, a juicio de expertos, la urgente intervención directa del Banco de España para no sorprendernos luego con lo que pueda concluir o se sepa mucho después.
Es por ésto, entre otras muchas razones, por lo que existe en la plantilla, desmoralizada y sumida en el desasosiego por falta de horizonte estable, una sensación de desgobierno, aparte de cierto enojo por el presunto incumplimiento sistemático de la legislación laboral. Aunque existe la sospecha de que este desgobierno se está creando artificialmente para poder alguien echarse luego sobre los despojos.
Para más inri, parece existir un pacto secreto entre dirección y sindicatos por el que se excluye a los delegados del acuerdo de movilidad dentro de BMN, lo que, a juicio de muchos empleados de CM, constituye un privilegio inadmisible frente a la vulnerabilidad del resto de la plantilla, a punto de ser transferida y automáticamente conveniada a la baja por cambio de subsector.
Se habla, incluso, de bajas incentivadas y despidos simulados al trascender el supuesto caso de que algún alto directivo ha provocado este verano el suyo a sólo meses vista de la jubilación, logrando una fuerte indemnización -que no le correspondía- y la consiguiente cobertura de desempleo durante muchos meses, más su parte del fondo de pensiones de la entidad residual.
Por cierto, que existen dudas sobre la equidad en la distribución del citado fondo respecto al procedimiento elegido para los derechos individuales. Además, la dirección de la entidad, a semejanza de la malograda CAM, ha intentado que adquiriese inmuebles de su activo, punto rechazado en asamblea por los trabajadores visto lo sucedido con la caja hermana en Alicante respecto de su sede central.
Para agudizar la cuestión, puede que se estén registrando bajas incentivadas de algunos hombres de confianza por saber demasiado sobre lo que callar, ahora que se cierra toda una era. Algunos empleados señalan el caso de un compañero, en torno a los 50 años, que habría recibido medio millón de euros mientras las peticiones de otros en su misma situación han obtenido como respuesta una oferta humillante.
La situación les hace vivir, según ellos mismos, bajo la inquietud permanente que produce ahora la incertidumbre de la movilidad geográfica a Madrid o Cataluña a su edad o el despido indemnizado con 20 días por año. Otra incógnita es por qué ha comenzado primero la desbandada en el departamento de Personal aprovechando agosto en vez de ser los que echen la persiana este viernes.
En cuanto al ERE, el presidente de la entidad, como es costumbre acendrada y conocida en Egea, no ha cumplido con el espíritu de esta fórmula del Banco de España, de dudosa legitimidad por otra parte, y que, según estimaciones de un sindicato representado en el comité de empresa de Caja Murcia, ha significado ese beneficio añadido de 150 millones, por otra parte idóneos para ceder a tentaciones de maquillar el balance, visto el antecedente de venta de deuda propia a terceros sin contar con los clientes afectados.
En este contexto, el cierre del 30% de oficinas ordenado hace meses por el Banco de España va con mucha lentitud debido a la necesidad de vender primero, ante bastantes inversiones fallidas en Bolsa, algunas de esas mismas oficinas y 1.500 viviendas provenientes de ejecución de hipoteca o subrogación del promotor moroso para poder proceder a los despidos pactados y bajas incentivadas, lo que origina cierto 'overbooking' para acogerse al ERE este mes conforme se liberan activos como los suelos de la Marina de Cope o compromisos crediticios con la polémica promoción inmobiliaria en la Sierra de La Fuensanta.
En Madrid las cosas no van mucho mejor en los servicios centrales de BMN. Al parecer, los fondos extranjeros interesados en entrar en su capital no se creen del todo las cuentas presentadas y, en consecuencia, viene la resistencia del revelado advenedizo financiero lorquino como nefasto gestor bancario ante la minusvaloración ajustada al estado real sin ingenierias previas al aflorar imprevistos.
(Y es que, como dice un reputado filósofo español, muy de actualidad por su reciente y prolífica obra, la simulación conduce siempre a un desenlace final catastrófico y deja al actor principal como un farsante, aparte de cartón piedra todo el decorado, cuando el código adoptado contempla la impostura como método de actuación. Pero luego se impone la realidad y deja las cosas en su sitio de forma descarnada).
Ahí está la gran falsificación griega y sus consecuencias para el resto de la Eurozona poco años después de colar sus cifras.
Por algo se ha tenido que nombrar en julio un vicepresidente ejecutivo y en septiembre un verdadero catedrático como responsable de estrategia, con un currículo de escalofrío y demostrada capacidad de gestión, impuesto por otro de los socios.
En BMN se trabaja ahora contra reloj en la prorroga, improrrogable, de 30 días para encontrar con dignidad unos inversores necesarios para su imprescindible recapitalización, no acabar en manos del temible FROB (sólo para algunos que la tienen hecha) y que se destape una olla muy parecida a la de CAM, puesto que territorio, sociología y método a seguir ha sido el mismo, catadura moral de los directivos aparte si es que se diese una improbable diferencia sustancial.
Han remitido, eso sí, ciertos rumores de dimisión en el vértice ante la incapacidad demostrada para negociar hasta hoy con esos inversores y de aceptar las cosas tal como son. Se interpreta el fracaso por el desembarco inicial en Madrid desde Murcia de un equipo mediocre y sin cualificar apenas, técnicamente muy deficiente y que, además, no habla inglés para poder llevar con matices inteligentes a buen puerto esa negociación fallida. Parece genético en CM ese déficit de conocimiento idóneo y específico.
En la derrota seguida hasta la fecha y la desesperación ante la necesidad de una solución a muy corto plazo fijo, se ha llegado a plantear la sustitución de la imprescindible aportación de los fondos inversores - reacios a entrar sin saber antes toda la verdad y nada más que la verdad- por bonos de 'Mare Nostrum' a vender entre clientes e ilustres locales (por otra parte bastante escamados con el final tenido por ese fiasco programado de las cuotas participativas de la CAM), de Murcia, Baleares, El Penedés y Granada.
Hay quien piensa, no sin cierta razón, que el Banco de España está solo a un paso de ser dejado en ridículo ante toda la Eurozona por sus apoyos injustificables, en este caso, a quien es parte del problema y un obstáculo claro para la solución al haber infravalorado siempre en privado a banqueros de raza, caso de Botín, y discretos presidentes de cajas, como Pizarro o Medel.
Así se explica que lo primero de todo, con la que está cayendo, fuese alquilar y remodelar para sede presidencial de 'Mare Nostrum' un palacete decimonónico en la Castellana cuando la Bolsa española no está para debutar y menos cuando no se pasa de ser un espontáneo provinciano, que va diciendo por Madrid ser lo que no es en la Universidad, y todo gracias al proceso de Bolonia.
Bendita Europa si nos libra de impostores y oportunistas. Bendita seas.