MADRID.- El Ayuntamiento de Madrid aprobará el Plan de Reforma Interior del Área de Prolongación de la Castellana, la denominada 'Operación Chamartín' en el pleno que se celebrará el viernes 25 de febrero en la Casa de la Villa, según ha avanzado el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón.
Se trata del último paso para que se ponga en marcha este 'megaproyecto' urbanístico de la capital, que lleva prolongándose más de 20 años y que recibió el espaldarazo definitivo el pasado 27 de enero, cuando el Ejecutivo autonómico acordó remitir a su Comisión de Urbanismo el convenio para que esta entidad remitiera un informe de idoneidad al Consistorio de la capital.
El convenio urbanístico fue firmado el 23 de diciembre de 2008 entre el Ayuntamiento, la Comunidad, el Ministerio de Fomento, Adif, Renfe y Desarrollo Urbanístico Chamartín (DUCH).
La 'operación Chamartín' supondrá la construcción de más de 16.000 viviendas en el Norte de la capital, de las que 4.000 serán protegidas, y la modernización del Norte de Madrid capital.
Tras quince años de negociaciones infructuosas, la operación conseguía desbloquearse a través de un proceso en el que se invertirán un total de 10.953 millones de euros procedentes de los beneficios de la propia operación.
En concreto, 1.800 millones irán a urbanización e infraestructuras, mientras que 5.650 millones serán para edificios lucrativos, otros 1.100 irán destinados a dotaciones públicas y los 2.400 millones restantes se destinarán al by-pass norte, a la remodelación de Chamartín y a otras actuaciones ferroviarias del Ministerio y el Ayuntamiento.
Así, está previsto que el proyecto genere 20.000 puestos de trabajo durante los doce años que dure su ejecución, cifra que podría elevarse hasta los 25.000 en el periodo comprendido entre 2011 y 2013.
Una vez finalizada la operación, se crearán 68.000 empleos estables en las oficinas y otros equipamientos terciarios que se abran en el nuevo ámbito, como hoteles, superficies comerciales y equipamientos privados.
Además, contará con una nueva línea de Metro que discurrirá subterránea a lo largo de la prolongación del actual Paseo de la Castellana. Esta línea partirá desde la estación de Chamartín en dirección norte y contará al menos con cuatro paradas a lo largo de este eje.
Con este proyecto, el Paseo de la Castellana llegará a cruzarse con las carreteras de circunvalación M-30 y la M-40, para lo cual se ha previsto la construcción de enlaces adecuados que faciliten la circulación. Así, se crearán el Nudo Norte con la M-30 y el Nudo Fuencarral con la M-40.
Para garantizar la fluidez del tráfico y una correcta comunicación entre los barrios situados a ambos lados de la futura prolongación del Paseo de la Castellana, el proyecto ha incluido la creación de cinco grandes avenidas transversales, una de ellas subterránea, que se repartirán regularmente a lo largo de toda la vía.